La parálisis del sueño ocurre cuando una persona está consciente pero no puede moverse ni hablar durante un breve período al quedarse dormida o al despertar. (Foto referencial: Freepik)
La parálisis del sueño ocurre cuando una persona está consciente pero no puede moverse ni hablar durante un breve período al quedarse dormida o al despertar. (Foto referencial: Freepik)

Baland Jalal tenía 19 años cuando vivió una experiencia aterradora. Estaba acostado en su cama, completamente despierto, podía ver todo a su alrededor, pero no podía moverse ni hablar. No entendía qué le pasaba. “Pensé: ‘Dios mío, ¿qué hago?’”, recuerda el ahora neurocientífico de Harvard a sus 39 años. “Intenté llamar a mi mamá y a mi papá, pero no salía ninguna palabra de mi garganta. Sentía una presencia monstruosa, y me levantaba las piernas. Me estrangulaba, intentando matarme. Estaba 100 % seguro de que iba a morir”.

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Lo que vivió Jalal es un claro ejemplo de parálisis del sueño, una condición que puede provocar alucinaciones muy realistas. “Literalmente se siente como si todo el mal del universo estuviera condensado en una burbuja, y esa burbuja estuviera en tu dormitorio”, explicó.

El Dr. Matthew P. Walker, experto en sueño, explicó a que este fenómeno se produce cuando el cerebro se despierta antes de que el cuerpo salga completamente del sueño profundo. Además, el experto comparó este estado con un “atasco en una intersección muy transitada”.

Este fenómeno se debe a una desincronización entre el cerebro y el cuerpo durante la transición entre el sueño y la vigilia. (Foto referencial: Freepik)
Este fenómeno se debe a una desincronización entre el cerebro y el cuerpo durante la transición entre el sueño y la vigilia. (Foto referencial: Freepik)
/ MADS CLAUS RASMUSSEN

Durante la fase de sueño REM, que ocurre después del sueño profundo, soñamos de manera muy vívida y nuestro cuerpo queda inmovilizado para que no actuemos lo que soñamos; sin embargo, en la parálisis del sueño, despertamos antes de que termine esa inmovilización. El episodio suele durar solo unos minutos, pero puede sentirse eterno. “Recuperamos la conciencia antes de que los músculos se liberen de la parálisis inducida por el REM”, explicó Walker.

Según el medio citado, alrededor del 40% de las personas que padecen parálisis del sueño tienen alucinaciones visuales, auditivas o físicas. Según Jalal, “para el 90 % de ellas, estas alucinaciones son aterradoras”.

Algunas personas ven fantasmas, criaturas extrañas o sienten que alguien las presiona contra la cama. En sus investigaciones, Jalal encontró que la cultura influye mucho: en Egipto o Italia, por ejemplo, muchas personas creen que brujas o genios malvados son los culpables.

La parálisis del sueño se siente como si estuvieras despierto, pero incapaz de moverte o hablar. A menudo se acompaña de miedo, pánico y alucinaciones. (Foto referencial: Freepik)
La parálisis del sueño se siente como si estuvieras despierto, pero incapaz de moverte o hablar. A menudo se acompaña de miedo, pánico y alucinaciones. (Foto referencial: Freepik)
/ MADS CLAUS RASMUSSEN

El investigador cree que estas visiones no se deben solo a los restos de sueños. “¿Por qué vemos estos monstruos? ¿Es la imagen del sueño que se filtra hacia la conciencia?”, se preguntó. “Según mi investigación, no exactamente, aunque es parte de ello”.

Lo que ocurre, dice, es que el cerebro, al no entender lo que pasa y no recibir respuesta del cuerpo, “se rinde” y crea una historia que explique esa experiencia tan extraña.

Entre los factores que aumentan el riesgo de sufrir parálisis del sueño están el estrés, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático (TEPT), el insomnio y otros trastornos como la narcolepsia. Jalal contó que sus episodios eran más frecuentes cuando estaba en la universidad y bajo mucha presión. También influyen la falta de sueño, el jet lag, ciertos medicamentos y antecedentes familiares.

Durante un episodio de parálisis del sueño, las personas pueden experimentar sensación de presión en el pecho, dificultad para respirar y otras sensaciones que pueden ser muy perturbadoras. (Foto referencial: Freepik)
Durante un episodio de parálisis del sueño, las personas pueden experimentar sensación de presión en el pecho, dificultad para respirar y otras sensaciones que pueden ser muy perturbadoras. (Foto referencial: Freepik)
/ MADS CLAUS RASMUSSEN

Aunque da mucho miedo, la parálisis del sueño no es peligrosa en sí; no obstante, si ocurre con frecuencia, puede causar ansiedad y hacer que las personas eviten dormir, afectando su energía diaria. Por eso, Walker recomienda mantener hábitos saludables: dormir de 7 a 9 horas por noche, tener un horario regular y practicar técnicas de relajación. En algunos casos, también se utilizan medicamentos para reducir las fases REM.

Jalal ha creado una técnica llamada “terapia de relajación meditativa” para reducir los episodios. Incluye cuatro pasos: cambiar la forma en que interpretas lo que está pasando, recordarte que no es peligroso, pensar en algo positivo y no intentar moverte.

En un pequeño estudio, esta técnica redujo los episodios en un 50%. Ahora está llevando a cabo una investigación más amplia en Harvard para seguir ayudando a quienes sufren esta condición.

Cuáles son las causas de la parálisis del sueño

Según Cleveland Clinic, la parálisis del sueño ocurre cuando te encuentras en un estado entre el sueño y la vigilia, y tu cuerpo no ha completado la transición entre estas fases. Este fenómeno sucede cuando recuperas la conciencia mientras esta parálisis muscular aún está activa, impidiéndote moverte o hablar.

Aunque la causa exacta de la parálisis del sueño no se conoce por completo, el portal mencionado señala varios factores que pueden contribuir a su aparición. Entre ellos se incluyen la privación del sueño (no dormir lo suficiente), un horario de sueño irregular (como el trabajo por turnos), y ciertos trastornos del sueño como la narcolepsia o la apnea obstructiva del sueño.

Además, la parálisis del sueño puede estar relacionada con condiciones de salud mental como la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático (TEPT), el trastorno bipolar o los ataques de pánico. El estrés general y el uso de ciertos medicamentos también pueden ser factores que aumenten el riesgo de experimentar episodios de parálisis del sueño.

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