
Sentirse hinchado o con dificultades para ir al baño es más común de lo que parece. Lo que muchos no saben es que la solución podría estar en un producto común que seguramente ya tienes en la cocina. Investigadores descubrieron que este ingrediente puede ayudar a activar el tránsito intestinal, aunque muchos lo consumen a diario sin saber realmente cómo actúa en el cuerpo.
Un estudio publicado en el Journal of Multidisciplinary Healthcare, que analizó datos de más de 12,000 personas, encontró que una dosis moderada de esta popular bebida puede reducir el riesgo de estreñimiento. Según los resultados, consumir solo 100 mg reduciría las probabilidades de sufrir esta condición.
El producto en cuestión es el café. “Una taza puede marcar la diferencia”, señalaron los investigadores, aunque advirtieron que un consumo excesivo podría ser contraproducente. Superar los 204 mg diarios, es decir, más de dos tazas, puede revertir el beneficio. Cada taza adicional (100 mg de cafeína) eleva el riesgo de estreñimiento en un 6%, probablemente debido a su efecto diurético que favorece la deshidratación.

Curiosamente, en personas mayores de 60 años se observó el efecto contrario: en este grupo, un mayor consumo de cafeína se relacionó con un menor riesgo de estreñimiento. En términos generales, los participantes que más cafeína consumían tenían un 25% menos de probabilidades de sufrir estreñimiento que aquellos que tomaban muy poca.
Si el café no es lo tuyo, los investigadores sugieren otras fuentes de cafeína como el té, que aporta entre 20 y 70 mg por taza, o incluso algunas bebidas energéticas, como el Red Bull (80 mg por lata); sin embargo, advierten que estas últimas no son opciones saludables a largo plazo. En todos los casos, es fundamental que el uso de la cafeína como laxante se haga de forma consciente y estratégica, dependiendo del nivel de estreñimiento.
El estudio también encontró datos llamativos: entre personas de altos ingresos, cada taza extra de café estaba relacionada con un aumento del 12% en el riesgo de diarrea crónica. Además, se recordó que el exceso de cafeína puede elevar peligrosamente la presión arterial y causar arritmias cardíacas, sobre todo en personas con afecciones no diagnosticadas.

Por último, los investigadores advirtieron que la forma de preparar el café influye en sus efectos. Métodos como la prensa francesa, el espresso o el hervido permiten el paso de diterpenos, compuestos naturales que a largo plazo pueden aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardíacas.
En cambio, los métodos filtrados retienen estos compuestos y conservan antioxidantes como los polifenoles, que podrían reducir el riesgo de demencia y daño celular. Como siempre, la clave está en la moderación y en conocer cómo lo que consumimos afecta realmente a nuestro cuerpo.

Lo que debes saber sobre el consumo del café
El café es una bebida rica en antioxidantes y compuestos bioactivos como los polifenoles, que pueden ayudar a proteger las células del cuerpo y reducir el riesgo de enfermedades. Su contenido de cafeína también estimula el sistema nervioso central, lo que mejora el estado de alerta, la concentración y el rendimiento físico.
Diversos estudios demuestran que el consumo moderado de café puede traer beneficios para la salud, como una mejor función cerebral, menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas, y apoyo al tránsito intestinal, ya que estimula los movimientos del colon.
Sin embargo, es importante tomar precauciones. Un exceso de cafeína puede provocar nerviosismo, insomnio, palpitaciones y, en algunos casos, empeorar problemas gastrointestinales. También se recomienda evitar métodos de preparación no filtrados, como el café de prensa francesa, ya que pueden aumentar ciertos compuestos que elevan el colesterol.
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