
Una nueva investigación sugiere que las redes sociales no solo entretienen a los niños con memes y videos, sino que también podrían estar afectando su capacidad de aprendizaje y concentración.
El estudio, realizado por la Universidad de California en San Francisco (UCSF), reveló que los menores que pasan más tiempo en redes sociales obtienen puntajes más bajos en pruebas de lectura, vocabulario y memoria. Lo más preocupante: cuanto más tiempo pasan navegando, peores son los resultados.
Los investigadores analizaron datos de más de 6.000 niños de entre 9 y 11 años que forman parte del estudio Adolescent Brain Cognitive Development (ABCD), un proyecto que examina el impacto de diversos factores, como el uso de redes sociales, en el desarrollo cerebral.
Los participantes fueron divididos en tres grupos según su nivel de uso: quienes casi no usaban redes, quienes las usaban cerca de una hora diaria y quienes pasaban tres o más horas al día conectados.

Los resultados mostraron que los niños que dedicaban alrededor de una hora diaria a las redes sociales obtuvieron entre uno y dos puntos menos en las pruebas, mientras que aquellos que las usaban tres o más horas bajaron hasta cinco puntos en comparación con los que no las usaban.
“Es interesante notar que tanto los grupos de bajo como de alto uso mostraron un rendimiento académico inferior”, explicó al New York Post el doctor Sanjeev Kothare, director de neurología pediátrica en el Cohen Children’s Medical Center de Northwell Health.
Kothare, quien no participó en el estudio, cree que el problema tiene dos causas principales: muchos niños usan las redes durante las clases, lo que afecta su concentración, o se desvelan navegando, reduciendo las horas de sueño y su rendimiento al día siguiente.
Además, aclaró que el impacto negativo se relaciona específicamente con las redes sociales, no con todo el tiempo frente a pantallas. “Ver televisión es más pasivo, puedes hacer dos cosas a la vez. Pero las redes sociales son mucho más activas y exigen más atención del cerebro”, señaló.

Como resultado, el especialista advierte que “no queda suficiente capacidad cognitiva o de memoria para enfocarse en el rendimiento académico”. Por eso, recomienda que los adolescentes dediquen su tiempo a actividades más constructivas, tanto dentro como fuera del horario escolar.
Las autoridades ya compartieron su preocupación sobre este tema. En 2023, el Cirujano General de EE. UU. alertó que el uso excesivo de redes sociales puede afectar la salud mental de los jóvenes, influir en el control de los impulsos y aumentar el riesgo de ansiedad, depresión y baja autoestima.
Ante esto, varios estados empezaron a tomar medidas: Nueva York, por ejemplo, implementó este año una prohibición total del uso de teléfonos móviles durante la jornada escolar, una política que algunos docentes ya califican como “lo mejor que le ha pasado a las escuelas”.

Kothare también sugiere que los padres establezcan límites en casa, pero con un enfoque positivo.
“El método de la recompensa siempre funciona”, dijo. “Ofréceles incentivos por pasar menos tiempo en redes y concentrarse más en sus estudios: una película el fin de semana, más tiempo para practicar deportes o su comida favorita”.
“Creo que el refuerzo positivo por el buen comportamiento es la mejor forma de lograr que los niños acepten alejarse de las redes sociales”, concluyó el experto.
Cuánto tiempo puede estar un niño frente a una pantalla
Según MedlinePlus, el tiempo que un niño debe pasar frente a pantallas (televisores, tablets, teléfonos, etc.) varía con la edad. Para los bebés y niños pequeños menores de 18 a 24 meses, se recomienda evitar el tiempo de pantalla por completo. A esta edad, la interacción humana directa y el juego son cruciales para su desarrollo cerebral y social.
Para los niños de 2 a 5 años, se sugiere limitar el tiempo de pantalla a una hora o menos al día de programas de alta calidad o contenido educativo. Es necesario que los padres estén presentes y participen, viendo el contenido con ellos y hablando sobre lo que ven. Esto ayuda a los niños a entender lo que están viendo y a desarrollar habilidades de pensamiento crítico, en lugar de solo consumir pasivamente.
Para los niños en edad escolar (6 años en adelante) y adolescentes, MedlinePlus no señala un límite de tiempo estricto, sino que se enfoca en establecer límites consistentes y razonables. La clave es asegurarse de que el tiempo de pantalla no interfiera con actividades importantes como el sueño, la actividad física, el estudio o las interacciones sociales.
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