
A medida que las temperaturas siguen bajando, el solsticio de invierno de 2025 está cada vez más cerca. Este fenómeno marca un momento clave del calendario astronómico y señala un cambio importante en la cantidad de luz solar que recibe el hemisferio norte.
El solsticio de invierno es el día más corto del año y la noche más larga. En 2025, ocurrirá el domingo 21 de diciembre a las 10:03 a. m. (hora del Este), cuando el hemisferio norte esté inclinado lo más lejos posible del Sol. Esa inclinación es la razón principal por la que se reduce la duración del día.
La cantidad de luz que se pierde varía según la ubicación. Según FOX Weather, ciudades como Miami, Houston, Atlanta y Los Ángeles tendrán entre tres y cuatro horas menos de luz diurna.

En Nueva York y Chicago la reducción será de aproximadamente seis horas, mientras que lugares como Minneapolis, Portland y Seattle experimentarán cerca de siete horas menos de luz solar.
La fecha exacta del solsticio puede cambiar uno o dos días de un año a otro, dependiendo de cuándo la Tierra complete su órbita alrededor del Sol. Esta variación es una de las razones por las que existe el año bisiesto, que se añade cada cuatro años para ajustar el calendario.
Desde el punto de vista meteorológico, el invierno comienza oficialmente el 1 de diciembre; sin embargo, para quienes se guían por las estaciones astronómicas, el inicio real del invierno está marcado por el solsticio.

Durante el solsticio de invierno, los rayos solares inciden de forma más directa sobre el Trópico de Capricornio, a 23.5 grados de latitud sur. Esto provoca que el hemisferio sur reciba más luz y calor, mientras que el hemisferio norte atraviesa sus meses más fríos, con menos radiación solar y días más cortos.
Aunque el solsticio marca el punto con menos luz del año, también trae una buena noticia: a partir de ese momento, los días comienzan a alargarse poco a poco.
Al principio el aumento es de apenas unos segundos diarios, pero con el paso de las semanas la diferencia se vuelve más notoria, hasta que el hemisferio norte alcance nuevamente el solsticio de verano.
¿Por qué cambia de fecha el solsticio de invierno?
La fecha del solsticio de invierno cambia anualmente debido a la naturaleza de nuestro calendario en relación con la órbita terrestre. Este fenómeno es una consecuencia del desfase entre el año calendario y el año trópico.
La Tierra tarda aproximadamente 365 días, 5 horas y 49 minutos en completar una órbita solar completa (el año trópico), pero nuestro calendario gregoriano solo cuenta con 365 días en un año normal. Este excedente de casi seis horas hace que el instante preciso del solsticio (cuando el hemisferio norte se inclina al máximo lejos del Sol) se retrase unas seis horas cada año sucesivo.
Para evitar que las estaciones se desfasen gradualmente de nuestros meses, se introducen los años bisiestos cada cuatro años. Al añadir el día extra (29 de febrero), se corrigen las aproximadamente 24 horas (cuatro retrasos de seis horas) que se acumularon.
Esta corrección de un día entero provoca un salto hacia adelante en el calendario. Por ejemplo, si un año el solsticio cae al final del día 21 de diciembre, el año bisiesto lo “empujará” hacia el inicio del 21, o incluso al 20, manteniendo así la fecha generalmente entre el 21 y el 22 de diciembre.
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