Los frutos secos son alimentos que muchas personas dejan de lado en su dieta diaria, pero que en realidad pueden mantenerte saludable, siempre y cuando no se abuse de ellas. Podemos nombrar, por ejemplo, a las nueces, las almendras o las avellanas. Descubre cuáles son sus beneficios y cómo consumirlas para mantener una alimentación equilibrada. Además, te recuerdo que estos son los riesgos de aguantar un estornudo, según la ciencia.
Los frutos secos se caracterizan por un alto contenido calórico, debido a que la mayor parte de su contenido son ácidos grasos. Estos ácidos grasos son poliinsaturados, es decir, un tipo de grasa saludable. En el caso de las nueces, es el futo seco con más ácidos grasos omega 3, indispensable para fortalecer las neuronas y para otras funciones importantes.
Una ración diaria de nueces (3 y 4 como suficiente) contiene el número suficiente de ácidos grasos como los que encuentras en un pescado azul. “Las avellanas tienen un menor contenido de omega 3, pero un alto contenido en fibra”, explicó el doctor Fernando Fernández Bueno en su canal Medicina Clara.
Los frutos secos contienen alérgenos, sustancias que puede inducir a una reacción de hipersensibilidad en las personas. Si eres alérgico, evita consumir estos alimentos o sus derivados.
Beneficios de comer frutos secos
El doctor Bueno, que comparte sus conocimientos en su canal de YouTube, enumeró los principales beneficios de comer frutos secos.
Controla los niveles de colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad) y mejora los niveles de colesterol HDL (lipoproteínas de alta densidad)
El aporte de ácidos grasos que hay en los frutos secos ayuda a mejorar el metabolismo basal, es decir, el gasto de energía necesario para mantener las funciones vitales. “Por lo tanto mejora todo el sistema metabólico basal de mi organismo”, indicó el experto.
Los frutos secos, y en especial las almendras, aportan fibra. Con la fibra podrás mejorar el tránsito digestivo, de manera que podrás evacuar sin problemas y no tendrás problemas de estreñimiento.
Son una buena fuente de alimentación para nuestro sistema cardiovascular. Según Mayo Clinic, una dieta equilibrada que incluya frutos secos mejora la salud de las arterias, disminuye la inflamación relacionada con enfermedades cardíacas, disminuye el riesgo de coágulos sanguíneos, que pueden causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, entre otras contribuciones
Los frutos secos contienen serotonina, la llamada hormona de la felicidad. Se trata de uno de los principales neurotransmisores del cerebro humano y es clave para regular funciones fisiológicas como el hambre, el sueño o el dolor, según explica National Geographic.
¿Cómo consumir frutos secos?
Si vas a empezar a incorporar frutos secos en tu dieta, asegúrate de no añadir sal o azúcar para aprovechar todos sus beneficios.
Si bien es recomendable consumir la mayoría de frutos secos crudos, también puedes tostarlos. No se recomienda freír estos alimentos.
Incluye los frutos secos en tu dieta al menos cinco veces a la semana