Bill Gates, una de las figuras más emblemáticas de la revolución tecnológica, no solo ha sido protagonista por su papel en la creación de Microsoft o por figurar entre los hombres más ricos del planeta —con una fortuna estimada en 129.000 millones de dólares en 2023, según Forbes—, sino también por la forma en que ha decidido manejar ese inmenso patrimonio. En una reciente entrevista para el programa francés Sept à Huit, Gates abordó un tema que ha generado debate en los círculos de los adinerados: la herencia.
NO OTORGARÁ TODA SU HERENCIA A SUS HIJOS
Lejos de lo que muchos podrían imaginar, los hijos del magnate —Jennifer Katherine, Rory John y Phoebe Adele— no recibirán la totalidad de su fortuna. Aunque aseguró que obtendrán una “gran cantidad de dinero”, Gates ha sido claro en que solo se trata de un porcentaje. Un gesto que, aunque generoso, representa una fracción mínima del imperio financiero que ha construido durante décadas.
“Si miramos el porcentaje en relación a toda la riqueza, en realidad no es mucho”, confesó Gates durante la entrevista. Esta decisión no se basa en desinterés o frialdad, sino en una filosofía que ha guiado buena parte de su vida adulta: devolver al mundo lo que se ha recibido. Una idea sembrada por su madre, quien le inculcó que “a quien se le ha dado mucho, debe devolver mucho”.
Bill Gates ha lanzado un mensaje claro: el verdadero valor de un legado no se mide solo en cifras, sino en el impacto que deja en el mundo (Foto: AFP)
UNA BUENA PARTE DE SU FORTUNA IRÁ A UNA ORGANIZACIÓN
Así, gran parte de su fortuna será destinada a la fundación que creó junto a su exesposa Melinda: la Fundación Bill y Melinda Gates. Esta organización ha sido un motor de cambio en áreas críticas como la salud global, la erradicación de enfermedades, el acceso a vacunas y el desarrollo educativo en países vulnerables. Desde su creación hace 25 años, la fundación se ha convertido en uno de los vehículos filantrópicos más poderosos e influyentes del mundo.
Gates se refiere a sus hijos con evidente cariño. Los llama “geniales” y considera que cada uno de ellos está encontrando su propio camino para impactar positivamente al mundo. No ve esta decisión como una forma de privarlos, sino de impulsarlos a forjar su propio legado, libres del peso que implica heredar una fortuna descomunal. Para él, esa autonomía es el verdadero regalo.
Este enfoque no es nuevo entre multimillonarios. Nombres como Warren Buffett y Mark Zuckerberg han expresado posturas similares: entregar parte mínima a sus hijos y destinar el resto a causas sociales. Gates se suma así a un movimiento que desafía el molde clásico del millonario que construye un linaje basado en la acumulación hereditaria.
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