El presidente electo Donald Trump se prepara para asumir su segundo mandato el próximo 20 de enero, y con ello, se espera que inicie una serie de cambios en diversas áreas del gobierno federal. En un escenario político marcado por la polarización, ha dejado en claro su intención de implementar reformas que, según él, aumentarán la eficiencia y reducirán el tamaño del gobierno. Desde su campaña, el magnate ha manifestado su deseo de hacer frente a lo que considera gastos innecesarios y políticas que favorecen a ciertos sectores del empleo público. En este contexto, se prevé que su administración pondrá en marcha nuevas medidas laborales que afectarán a miles de trabajadores federales.
Uno de los temas más controvertidos durante el período de transición ha sido el trabajo remoto dentro de las agencias gubernamentales. Durante el mandato de Joe Biden, muchos empleados federales pudieron adoptar el teletrabajo debido a la pandemia de COVID-19. A partir de ese momento, un acuerdo entre el gobierno y los sindicatos permitió que varios de estos empleados pudieran seguir desempeñando sus funciones desde casa, al menos parcialmente, hasta 2029. Sin embargo, el presidente electo Trump aseguró que no está de acuerdo con este beneficio, y su administración podría llevar a cabo una serie de medidas drásticas que afectarían a aquellos que aún teletrabajan y no quieran volver a las oficinas.
DONALD TRUMP AMENAZA A LOS TRABAJADORES FEDERALES QUE NO VUELVAN A LAS OFICINAS
Trump ha calificado el acuerdo entre la Administración del Seguro Social y los sindicatos como un “regalo” que beneficia a los empleados públicos, sin justificación para continuar con el trabajo remoto. En sus declaraciones, el futuro mandatario ha insistido en que este acuerdo es “terrible” y “ridículo”, ya que, según él, permite que decenas de miles de trabajadores federales sigan trabajando desde casa varios días a la semana. Por ello, ha anunciado que su administración luchará en los tribunales para bloquear este acuerdo y obligar a los empleados federales a regresar a sus oficinas de manera presencial.
La postura del presidente electo no solo ha generado críticas entre los trabajadores federales, sino también entre algunos sectores políticos. En especial, el sindicato que representa a estos empleados ha expresado su intención de defender el derecho a continuar con el trabajo remoto. Este sindicato argumenta que muchos han encontrado en el teletrabajo una forma de conciliar sus vidas profesionales y personales, y que su regreso a las oficinas podría generar complicaciones logísticas y de salud, además de un retroceso en los avances alcanzados en cuanto a la productividad.
FIGURAS POLÍTICAS DEFIENDEN INICIATIVA DE TRUMP
De manera más amplia, la administración entrante de Trump no solo cuestiona el trabajo remoto, sino también la eficiencia general del gobierno federal. En este sentido, figuras como Elon Musk y Vivek Ramaswamy, quienes lideran el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental de Trump, han expresado su deseo de reducir el presupuesto federal en al menos US$2 billones. Ambos han sido críticos con la política de trabajo desde casa, argumentando que las oficinas vacías en todo el país representan un gasto innecesario, especialmente si no hay una justificación clara de la productividad que genera el teletrabajo.
Elon Musk, conocido por su postura firme contra los gastos gubernamentales, ha manifestado que “casi nadie” trabaja en persona dentro del gobierno federal, lo que genera una enorme cantidad de edificios vacíos en los Estados Unidos y en todo el mundo, pagados con los impuestos de los ciudadanos. Para él, los empleados federales deberían regresar a sus lugares de trabajo o enfrentar consecuencias, pues considera que el sistema actual es insostenible y está profundamente alejado de las necesidades del siglo XXI.
Asimismo, entre los defensores del regreso de los empleados federales a la oficina se encuentra la alcaldesa de Washington, DC, Muriel Bowser. Aunque de ideología demócrata, Bowser ha señalado que el retorno de los trabajadores federales a sus oficinas contribuiría a la reactivación económica de la ciudad, que sigue afectada por la falta de actividad en las zonas más céntricas debido a la adopción del teletrabajo. Para la alcaldesa, el regreso de los funcionarios a sus puestos sería una forma de recuperar la vitalidad de la ciudad.
Se espera entonces que, a partir del 20 de enero, Trump implemente una serie de reformas que podrían afectar a los miles de trabajadores federales que hoy en día disfrutan de la opción de trabajar desde casa. Aunque la medida está siendo discutida y desafiada por diversos grupos, lo cierto es que su llegada al poder podría significar un cambio drástico en la manera en que se gestionan los recursos humanos en el gobierno federal, y, especialmente, en las políticas laborales que rigen a estos empleados.