
Todavía me cuesta creer lo que sucedió, pero hay videos y documentos oficiales que confirma lo ocurrido en la ciudad de Pico Rivera, en el condado de Los Ángeles. Y es que, en medio del calor político y social que ya de por sí rodea a las agencias de inmigración en Estados Unidos, un grupo de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) protagonizó un incidente que no solo fue irregular, sino francamente indignante.
El 17 de junio, alrededor de diez agentes federales, algunos en vehículos marcados y otros no, ingresaron sin permiso a las instalaciones de la Ruben Salazar High School, una secundaria que forma parte del Distrito Escolar Unificado de El Rancho (ERUSD). Lo que pasó a continuación no solo dejó atónita a la comunidad educativa, sino que provocó una oleada de denuncias y reclamos que ahora están bajo revisión del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
INGRESO SIN AUTORIZACIÓN
Lo primero que debemos resaltar es que, al ver entrar todos esos vehículos al estacionamiento de la escuela, lo más natural fue preguntar qué hacían allí. El personal del ERUSD les comunicó a los agentes de ICE que no tenían autorización para estar en las instalaciones, y les pidieron que se retiraran. Lo increíble es que, según el propio comunicado del distrito, los agentes no ofrecieron ninguna explicación válida, ni mucho menos mostraron una orden judicial que justificara su presencia.

CONDUCTA INAPROPIADA: AGENTES ORINARON A PLENA LUZ DEL DÍA
Ahora bien, lo más ofensivo —y hasta grotesco— vino luego. Poco después de que se les pidiera que se retiraran, las cámaras de seguridad mostraron a varios agentes federales caminando entre los contenedores de almacenamiento y orinando, a plena luz del día. Según el informe del distrito escolar, la escena ocurrió entre las 8:54 a.m. y las 9:04 a.m. del mismo día.
No fue uno ni dos. Fueron aproximadamente diez agentes, orinando junto a un patio de juegos con marcas pintadas en el asfalto, visible desde distintos puntos del lugar. Lo más alarmante es que uno de esos contenedores está justo al lado del Smith Park y de la Valencia Academy of the Arts Elementary School, donde en ese momento se desarrollaban actividades de verano.

UNA FALTA DE RESPETO ABSOLUTA HACIA LA COMUNIDAD EDUCATIVA
Como madre, padre, docente o simplemente como ciudadano, es imposible no sentir indignación ante lo que sucedió. No solo es una falta de respeto flagrante hacia una institución educativa, sino que también plantea preguntas muy serias sobre el nivel de profesionalismo —o la ausencia de este— dentro de algunas agencias federales como el ICE.
El ERUSD lo resumió de forma contundente en su carta dirigida a la secretaria del DHS, Kristi Noem: “Los agentes de ICE invadieron ilegalmente las instalaciones escolares del ERUSD y no actuaron con criterio sensato y respetuoso”. Y tienen razón. Hay protocolos, hay leyes, y sobre todo hay niños en estos espacios.
RIESGO DE EXPOSICIÓN INDEBIDA: POSIBLE DELITO BAJO LA LEY DE CALIFORNIA
Otra parte del comunicado que me impactó fue la que advierte que esta acción podría incluso constituir un delito público según la ley de California. Porque claro, cuando una persona adulta orina en un espacio donde hay menores, en pleno día, expuesta al público, se cruza una línea muy seria. ¿Dónde queda la responsabilidad profesional y la conciencia del lugar donde estás?
ICE OTRA VEZ EN EL OJO DEL HURACÁN
Este incidente no es aislado. ICE ya ha sido protagonista de varios episodios polémicos en el sur de California, muchos de ellos relacionados con redadas mal manejadas o presencia en espacios sensibles. Pero lo de Ruben Salazar High School elevó la indignación a otro nivel, porque cruzó límites que jamás debieron tocarse: el de la privacidad de una escuela y la seguridad de los menores.

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