Un error que podría costar una vida. Así ha sido calificada la deportación de Kilmar Abrego García, un hombre salvadoreño residente en Maryland, que fue enviado por error a El Salvador por el gobierno de Donald Trump, a pesar de tener una orden judicial vigente que prohibía su expulsión. Ahora, Abrego está encerrado en una de las cárceles más peligrosas del mundo, mientras una jueza federal exige su regreso inmediato a Estados Unidos.
¿POR QUÉ FUE DEPORTADO A EL SALVADOR?
La jueza de distrito Paula Xinis ha sido tajante. En una opinión de 22 páginas emitida en la madrugada del domingo, rechazó la petición del Departamento de Justicia de retractarse de la orden de repatriación. Describió la deportación como un “grave error” y acusó al gobierno de haber capturado y trasladado a Abrego García sin autoridad legal alguna, violando sus derechos procesales y poniéndolo directamente en manos de quienes podrían hacerle daño.
Abrego García no es un recién llegado. Vive en Estados Unidos desde 2012, y en 2019 obtuvo una orden judicial que impedía su deportación por riesgo de persecución por parte de la pandilla Barrio 18. Sin embargo, las autoridades lo señalaron como miembro de la pandilla MS-13, aunque nunca presentaron pruebas sólidas. Tras meses de detención, fue liberado y comenzó a rehacer su vida con su esposa e hijo, ambos ciudadanos estadounidenses.
Todo cambió el mes pasado, cuando fue detenido sin previo aviso y deportado a El Salvador. El Departamento de Justicia reconoció el error, pero sigue afirmando —sin pruebas— que Abrego representa un peligro. La jueza Xinis subrayó que etiquetarlo públicamente como pandillero lo coloca en un riesgo aún mayor dentro de la prisión salvadoreña donde se mezclan intencionalmente a miembros de pandillas rivales.
El Centro de Acogida del Terrorismo, Cecot, en El Salvador se está convirtiendo en un centro de recepción de deportados de EE.UU. (Foto: AFP)
EL CASO CAUSÓ UN TERREMOTO POLÍTICO Y JUDICIAL
Pam Bondi, fiscal general del gobierno de Trump, se enfrentó a duras críticas tras suspender al abogado del Departamento de Justicia que defendió al gobierno ante la jueza. El abogado, Erez Reuveni, había expresado frustración por la negativa de sus superiores a cooperar con el tribunal. Bondi, en cambio, lo acusó de no argumentar con la fuerza suficiente y lo apartó del caso.
Más allá de las disputas internas, el caso ha puesto en evidencia las fisuras entre la política migratoria de línea dura y el sistema legal estadounidense. Xinis también rechazó la afirmación de que Estados Unidos no tiene potestad para solicitar el regreso de Abrego por encontrarse bajo custodia salvadoreña. Para la jueza, la responsabilidad sigue siendo estadounidense, especialmente si, como admitió la secretaria de Seguridad Nacional, el penal salvadoreño es parte del “conjunto de herramientas” que EE.UU. utiliza.
Muchos inmigrantes están siendo detenidos en Estados Unidos (Foto: AFP)
La prisión en cuestión, el CECOT, ha sido señalada por organizaciones de derechos humanos por sus condiciones inhumanas. Xinis argumentó que Estados Unidos no puede transferir detenidos a centros como este y luego desligarse de toda responsabilidad. “Seguramente los demandados no quieren sugerir que han eliminado por completo las protecciones legales al dejar a esas personas en CECOT sin recurso alguno”, escribió.
Mientras tanto, el Departamento de Justicia ha apelado la decisión de Xinis ante el Tribunal de Apelaciones del 4.º Circuito, con sede en Richmond. También ha solicitado una suspensión de emergencia de la orden, pero hasta el domingo por la mañana no había respuesta del tribunal ni plazo fijado para que los abogados de Abrego García presenten su posición.
