En la actualidad, el acceso a internet es indispensable para la vida diaria de millones de personas. Este servicio no solo facilita la comunicación, sino que también permite el acceso a información, entretenimiento, trabajo remoto, servicios bancarios, educación, entre otros aspectos vitales de la rutina diaria. Sin embargo, cuando ocurren interrupciones significativas en la red, las consecuencias pueden ser perjudiciales a nivel personal y profesional, afectando a individuos y empresas por igual. Este fue el caso del corte masivo que tuvo lugar el martes 12 de noviembre en la Costa Este de Estados Unidos, dejando a millones de usuarios sin acceso a internet durante varias horas.
El corte de internet afectó principalmente a los residentes de una extensa franja geográfica en la Costa Este de EE.UU., desde Filadelfia, atravesando Pennsylvania, hasta Richmond, Virginia, y otras áreas cercanas. Según los reportes de la página Downdetector, que monitorea fallos en diversos servicios digitales, la interrupción abarcó un área de aproximadamente 480 kilómetros, afectando a usuarios en ciudades clave y a lo largo de importantes vías de transporte y comunicación. Las quejas comenzaron a incrementarse desde la medianoche del lunes y la madrugada del martes, hora local, lo que hizo evidente que el problema era de gran magnitud.
¿POR QUÉ NO HUBO INTERNET EN UNA ZONA DE ESTADOS UNIDOS?
La compañía Verizon Fios, uno de los principales proveedores de servicio de internet en la región, fue la primera en reconocer públicamente el corte. A través de una publicación en la red social X (anteriormente conocida como Twitter), Verizon explicó que se trataba de un “corte de servicio o mantenimiento de la red” y que aún no tenían detalles completos sobre el origen del problema. La empresa también ofreció disculpas a los usuarios por los inconvenientes y aseguró que estaban trabajando para resolver la situación lo más rápido posible.
Según los datos de Downdetector, la mayoría de las quejas recibidas (alrededor del 90%) se relacionaron con problemas en el servicio de internet, lo que indica que este fue el servicio más afectado por la interrupción. Un 9% de las quejas reportaron apagones totales, mientras que el 1% restante estuvo relacionado con dificultades en la transmisión de televisión a través de servicios de Verizon Fios. Estos detalles subrayan la magnitud del corte y cómo afectó a diversas formas de comunicación y entretenimiento que dependen de una conexión estable.
El problema no se limitó solo a Verizon Fios. Otros importantes proveedores de servicios de internet en la región, como AT&T, Cox y Xfinity, también experimentaron interrupciones durante el mismo período. Esto sugiere que la causa de la interrupción pudo haber estado relacionada con un problema de mayor escala en la infraestructura de telecomunicaciones, afectando a varios actores del sector. Según algunos informes, también afectó a áreas fuera de la Costa Este, como en el sur de Kansas, lo que podría indicar que la red de internet de Verizon y otras compañías sufrió una caída a nivel regional.
El impacto de este corte no fue solo un inconveniente menor; muchas personas dependían de internet para trabajar, estudiar y mantener su vida social en línea. El trabajo remoto, que se ha vuelto más común desde la pandemia, fue particularmente afectado, ya que muchas empresas en la región no pudieron acceder a sus plataformas de trabajo, lo que generó pérdidas de productividad y frustración. Además, la falta de acceso a internet afectó a miles de estudiantes que dependían de clases en línea y recursos educativos digitales.