
José Bautista había salido a comprar materiales para trabajar cuando todo cambió. Fue en el estacionamiento de un Home Depot en Maryland donde agentes de ICE lo detuvieron, leyeron su licencia y le informaron que sería arrestado por estar ilegalmente en el país. Aunque tenía una cita pendiente con la corte de inmigración, días después fue deportado sin aviso previo.
“Yo tenía una corte el 7 y me dijeron que ellos no sabían nada”, relató Bautista desde El Salvador, donde fue enviado en un vuelo a las 3 de la mañana, según cuenta, sin explicación ni acceso a un juez. “No me dijeron nada”, insistió.
Llevaba 22 años viviendo en Estados Unidos, trabajando como jardinero. Su esposa Cristina y sus tres hijas, una de 8 años y dos gemelas de 4, todas ciudadanas estadounidenses, se quedaron atrás.

El arresto ocurrió el 5 de julio. Cristina recuerda que ese día se preparaban para ir a una boda. En vez de eso, terminó recibiendo una llamada que cambiaría su vida.
Aún guarda el video del arresto, subido a redes sociales, pero solo ha sido capaz de verlo una vez. “Sentí que el mundo se me vino encima”, dijo a Univision Noticias. “Ver que el padre de mis hijas era arrestado fue devastador”.
Bautista no tiene antecedentes penales, según su familia y su abogada, Johanna Kelley, quien calificó el caso como “un abuso total de autoridad por parte de ICE”.

Para Cristina, la idea de salir del país no es opción. Sus hijas gemelas, nacidas en EE.UU., tienen una condición cardíaca que requiere atención médica constante.
Mientras esperan una respuesta oficial, la familia de José permanece separada y confundida. “Es un excelente padre y un buen esposo”, asegura Cristina. Y aunque ya no esté físicamente con ellas, en casa aún lo esperan como si en cualquier momento pudiera volver.












