Una monja detuvo un beso entres dos actrices durante una producción de fotos al grito de “Dios no ama a los LGBT”. El video se viralizó en las redes sociales por la inesperada reacción de la monja de Nápoles, Italia, ante el beso entre dos personas del mismo sexo y despertó la critica de aquellos que lo señalaron como una campaña de marketing.
Las actrices Serena de Ferrari y Kyshan Wilson, protagonistas de la aclamada serie de televisión “Mare fuori”, éxito de la RAI y ahora de Netflix, fueron acusadas por la monja de “invocar al diablo”, cuando se besaban para una publicidad de la serie. Ferrari compartió el video en su cuenta de Instagram y despertó comentarios cruzados. “Dios no ama a los LGBT”, decía la publicación de la actriz que compartió el video.
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El video muestra el intento desesperado de la monja por separar a las actrices mientras grita: “¿Qué están haciendo? ¿Qué están haciendo? ¿Qué estás haciendo?”. Extrañados por la situación, pero tomándolo con humor, los camarógrafos y las intérpretes observan a la monja. “¡Es el diablo!”, incriminó. Acto seguido, uno de los fotógrafos se acerca para explicarle que todo se trata de una filmación, pero la hermana napolitana se niega a escuchar. “Señora, señora, estamos trabajando”, le dicen, pero ella insiste en su regaño.
Tras culpar a Satán de lo que acaba de ver, la monja se hace a un lado haciendo la señal de la cruz y diciendo “Jesús, José y María”.
El momento, registrado con un celular y publicado por la actriz italiana, fue criticado por usuarios que sospechaban que se trata de una estrategia de marketing y no de un hecho real.
Sin embargo, uno de los productores se encargó de afirmar que lo acontecido era verídico. “Se está discutiendo la veracidad del video y les puedo asegurar que es todo verdad”, indicó el productor Luigi Sgambatto al respecto. “Nada de lo sucedido se construyó ni se preparó y tampoco esperábamos todo esto. Un beso entre dos mujeres no puede ser visto como algo “del diablo”. Espero que la difusión sirva para algo”, sentenció.
“Ha sido valiente y ha hecho lo que en conciencia sabía que tenía que hacer”, aseguró el padre Miguel Silvestre, en declaraciones a ACI Prensa.
“Ella ha reaccionado, en su recta conciencia, llena de celo por la verdad de la moral objetiva, haciéndoles entender que lo que estaban haciendo está moralmente mal”, defendió.
Según dijo, “el problema es que hoy en día parece que muchos tenemos miedo a defender en público nuestra fe y a defender la lógica del bien, de lo bueno, lo verdadero, lo bello”.
En cambio, Antonello Sannino, de la organización pro LGBTQI+, dijo al Cronanche della Campania que no fue una reacción agresiva de la religiosa, “pero sí estúpida, parece una señora salda de otra época”.