Lograr la Colombia que Gustavo Petro ha prometido no será fácil. El primer presidente izquierdista de ese país asume hoy el poder con la consigna de transformar a fondo a su nación con una serie de reformas económicas y programas sociales, con las que, asegura, logrará un “cambio de verdad”.
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La victoria del economista y exguerrillero de 62 años fue vista como prueba del hartazgo y frustración de millones de colombianos que culpan a la seguidilla de gobiernos de derecha y de centro de los altos niveles de desigualdad que se agravaron con el COVID-19.
Pero a los reclamos de cambio se suma el recelo de un sector que desconfía de la radicalidad de las propuestas de Petro y que verá atento cómo responde a los desafíos que ya le esperan.
1. Reforma tributaria, elevada desigualdad y planes ambiciosos
Uno de los primeros retos de Petro será conciliar sus grandes reformas estructurales –en los sistemas laboral, pensional, de educación y de salud– con una crisis económica severa impulsada por una coyuntura internacional adversa. En el tramo inicial de su gobierno, los ojos están puestos en un ambicioso proyecto de reforma tributaria con el que quiere poner en cintura a los más ricos.
“El problema mayor es el tema presupuestal que es grave, que amerita que el público lo conozca y que sepamos corregirlo”, dijo Petro días atrás. Su equipo denunció que el gobierno del mandatario saliente, Iván Duque, no ha escatimado en gastos al final de su gestión.
Las políticas de Petro para reducir la pobreza y la desigualdad –problemas que concentraron el enojo ciudadano en el gobierno de Duque– chocan con un limitado margen de maniobra, ya que la inflación, el valor del peso, el endeudamiento y los déficits fiscal y de cuenta corriente están en rojo.
“Son muchos los retos, pero el primero y el más importante es estabilizar el país económicamente y, sobre todo, trabajar en el nivel de pobreza tan alto causado por la pandemia y por las pocas o nulas políticas sociales que estableció Duque”, dice a El Comercio Néstor Julián Restrepo, doctor en Política, Comunicación y Cultura, y catedrático de la Universidad Eafit.
2. Desconfianza y un margen de maniobra que deberá proteger
Debido al fantasma de su supuesta cercanía a las ideas castrochavistas, Petro forjó alianzas con los partidos políticos tradicionales y nombró ministro de Hacienda al prestigioso profesor de corte socialdemócrata José Antonio Ocampo, quien trabajó una década en la ONU y ya ocupó esa cartera entre 1996 y 1997. Ocampo ha garantizado que el dinero para los programas sociales saldrá de la capa más acomodada de la sociedad y del control de la evasión.
Restrepo enfatiza que Petro enfrentará una clase política adversa y una élite económica que desconfía mucho y que está bastante inclinada a la derecha, y que si bien ahora está más tranquila tiene mucha desconfianza sobre las decisiones económicas que tome su gobierno.
“Aquí lo que viene es un cambio de verdad, un cambio real, en ello comprometemos la existencia, la vida misma”.
Gustavo Petro
Para garantizar que se aprueben sus propuestas más arriesgadas –entre ellas la de prohibir nuevas explotaciones de petróleo–, el izquierdista construyó una amplia coalición en el Congreso que le garantiza una holgada mayoría tanto en la Cámara Baja como en el Senado. Sin embargo, los expertos apuntan que deberá maniobrar con cautela para no perder ese respaldo en el primer tramo de su gobierno.
3. Narcotráfico y una reforma de seguridad
Las fuerzas de seguridad colombianas han sido duramente cuestionadas en los últimos años debido a los abusos en la contención de las protestas contra el gobierno en el 2018 y el 2022. Ante las denuncias de violaciones de derechos humanos, Petro ha prometido que transformará o suprimirá los Escuadrones Móviles Antidisturbios (Esmad) de la policía.
Restrepo apunta también al reto que representan los militares. “Colombia está en mora de hacer una reforma militar y a la policía. El reto de Petro es pasar de la estrategia del enemigo interno a una estrategia diferente en el concepto de seguridad en el país”, dice el experto.
Agrega que los problemas de seguridad siguen siendo muy grandes. “Aunque ya sin una lógica de conflicto armado, el problema del narcotráfico es bastante alto y de grupos al margen de la ley que viven del narcotráfico, y eso se tiene que solucionar”, señala.
Petro ha planteado el “desmantelamiento pacífico” de las bandas criminales, entre ellas el Clan del Golfo, el cártel más poderoso del país, y ofrecerá beneficios a sus integrantes a cambio de colaboración. Esto implica negociar con quienes han asesinado a 36 policías este año, en escenas de violencia que han indignado a la población.
4. La “paz total” en medio de casos de violencia
Petro ha reiterado que quiere una “paz total” en Colombia. Un tema clave que pondrá a prueba a la coalición de gobierno tiene que ver con las negociaciones con todos los actores de la guerra que operan en el país. El presidente ha incluido en su propuesta a las disidencias de las FARC y a la guerrilla de izquierda Ejército de Liberación Nacional, con las que espera reanudar los diálogos de paz.
El tema es en extremo sensible debido a las masacres que se suceden diariamente y cuando cientos de líderes sociales siguen siendo asesinados cada año.
5. Maniobrar en la escena internacional y con Maduro
Entre los principales desafíos en términos internacionales están el problema del narcotráfico y la relación con Estados Unidos, que por años ha sido el mayor aliado de Colombia.
En ese sentido, Restrepo considera que el reto es dejar de depender tanto de Estados Unidos y volverse más parte de América Latina y participar más en los procesos de integración de la región. “Hace falta un concepto de seguridad mucho más grande y de defensa mucho más amplio a nivel de la región, porque Colombia ha basado siempre su concepto de defensa nacional en un conflicto interno y de narcotráfico, pero ahora el narcotráfico es un problema regional y creo que Colombia podría liderar una solución”, dice el experto.
En cuanto a Venezuela, vecino y socio clave con el que Colombia estuvo enemistado por los choques entre Duque y Nicolás Maduro, Petro ya acordó restablecer sus relaciones diplomáticas a nivel de embajadores desde hoy.
El principal reto de Gustavo Petro es él mismo. Prácticamente, todos los analistas coinciden en que ha nombrado un buen Gabinete, pero también en que es capaz de boicotearse a sí mismo por su manera de dirigir. Como presidente, deberá mantener la postura que ha tenido de los últimos meses. Ha armado un equipo muy bueno y el desafío es que lo deje actuar, que sea un estadista y deje su figura de candidato y su ego, no puede ponerse por encima de los demás.
Los mayores desafíos claramente están en lo económico, porque ha prometido una reforma tributaria que garantice mucha más justicia en ese aspecto, que quite tantas exenciones de impuestos que hay para los empresarios y que de alguna forma cree un equilibrio fiscal y que el cobro de impuestos sea más justo para todos.
El otro reto es en lo militar. Desde el 2002, el Ministerio de Defensa era un ministerio hecho para la guerra, no para la paz. Creo que los militares han sido históricamente guerristas y en el último gobierno ese sector fue un nido de corrupción. El reto es desmantelar eso y cambiar del enfoque de la guerra al de la convivencia, paz y respeto por el ciudadano. Pasa igual con la policía de Colombia. Va a ser complicado. Y además se suma el desafío de la paz, que es un proceso de largo aliento.
Hasta ahora Petro se ha mostrado como un estadista tranquilo y como alguien que puede gobernar al país de una forma distinta. Pero insisto, su principal reto es él mismo.
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