Susana Villarán dice que sí se atreve. Sin embargo, fuera de tratar de ser reelecta con todas las encuestas en contra no me queda claro a qué es exactamente a lo que se atreve con tanta supuesta valentía la señora de la chalina verde. Por eso, quería aprovechar para enviarle una humilde lista de sugerencias, a ver si se anima por alguna.
Me gustaría, para comenzar, que se atreviese a ser absolutamente transparente con las finanzas de su campaña. Que no nos deje con la duda –como lo hizo en la última ocasión cuando trataba de convencer a los limeños de votar por el ‘No’– sobre los orígenes de los fondos con los que financia imponentes paneles publicitarios, anuncios televisivos y a un muy costoso asesor extranjero. Y que, por favor, no nos tome por tontos diciendo que este último la asesora “por amistad”. Los electores estamos cansados de los políticos que tienen cuentas de campaña pendientes con personas a las cuales pagan con favores una vez que llegan al puesto público. Alcaldesa, atrévase a ser transparente, aunque sea esta vez.
También le pediría a la señora Villarán que, si efectivamente ella encarna a la honestidad como se precia de hacerlo, se atreva a bajar del coche a sus socios que se encuentran peleados con la misma. ¿Cómo a una paladín de la ética puede no incomodarle el asociarse con el protagonista del escándalo Ecoteva, por ejemplo? ¿O con el partido de Chehade y Cenaida Uribe? ¿Acaso el límite de la decencia es el cálculo electoral y la conveniencia política? A estas alturas, ya no me sorprendería que me contasen que las nuevas propagandas de Fuerza Social se van a filmar en una lujosa mansión en Casuarinas.
En ese mismo sentido, me gustaría ver a una alcaldesa que se atreva a investigar la casa propia hasta las últimas consecuencias cuando estalla un escándalo de presunta corrupción, como el reciente de la Caja Metropolitana. Lamentablemente, la señora Villarán prefiere poner ciegamente las manos al fuego por sus leales funcionarios (de manera similar a lo que hizo cuando se denunció que otros de sus colaboradores municipales estarían ‘negociando’ con los representantes de los transportistas las condiciones de las licitaciones públicas de las nuevas rutas).
Asimismo, animo a la señora Villarán a que se atreva a deslindar con todos esos aliados que no tienen empacho en celebrar las violaciones de derechos humanos que a diario ocurren en Venezuela, Ecuador y Cuba. ¿Cómo se explica que una autodenominada “luchadora social” y “defensora de los derechos humanos” incluya en su movimiento a grupos que consideran los abusos del chavismo y de los Castro como modelos a seguir?
Me encantaría, asimismo, que la alcaldesa, por lo menos a partir de ahora, se atreviese a cumplir su palabra. Y es que en este campo también nos ha decepcionado. Prometió que no regresarían a la municipalidad sus regidores revocados. Prometió también que no volvería a postular para asegurarle a la ciudadanía que los recursos públicos que estaba utilizando para financiar anuncios no tendrían ningún destino proselitista. Y,en ambos casos, mintió abiertamente.
Sería bueno, finalmente, que se atreva a afrontar las críticas, en vez de escaparles acusando a quienes las formulan de misóginos.
Señora Villarán, usted dice que es una mujer transparente, honesta y decente. Atrévase a serlo.