Los anglosajones tienen un dicho que Manuel Merino podría aprovechar como título si algún día decidiese escribir sus memorias. “Ten cuidado con lo que deseas…”, les advierten los británicos y los norteamericanos a los mortales que notan muy alborotados por algún afán. Y si sospechan que quien los escucha no es especialmente perspicaz, se sienten obligados a agregar: “Porque podrías obtenerlo”.
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