Este año, en el Vraem se ha tenido que enfrentar el COVID-19, pero además de ello, la lucha ha continuado contra el narcoterrorismo, el cual ha ocasionado la muerte de por lo menos diez personas y 15 heridos, entre policías y militares.
MIRA: Infante para siempre: la Marina rinde honores a Gustavo Valladares, caído en una emboscada en el Vraem
EMBOSCADA
El 4 de marzo, semanas antes de que el expresidente Martín Vizcarra, en mensaje a la Nación, anunciara el estado de emergencia nacional por el COVID-19, se produjo el primer ataque narcoterrorista en el Vraem.
Se trataba de un operativo en el que agentes de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) y del Comando de Inteligencia y Operaciones Especiales Conjuntas (Cioec) y terroristas arrepentidos, ahora convertidos en colaboradores, identificados como ‘Raulito’ y ‘Luciano’, habrían coordinado la entrega y rendición de un grupo de otros cuatro desertores.
Sin embargo, cuando ya estaban por llegar al lugar pactado, ‘Luciano’ y dos oficiales en vez de continuar el viaje en el patrullero, decidieron bajarse y emprender el tramo restante a pie. Fue en esas circunstancias que se vieron sorprendidos por un ataque de los desertores, en el que perdería la vida. ‘Raulito’, quien aún se encontraba en la camioneta, correría la misma suerte que ‘Luciano’. El rápido accionar de los agentes del orden evitó que se produjeran más decesos. Sin embargo, al menos cinco agentes resultaron heridos en la emboscada.
NI POR EL COVID-19 SE DA TREGUA
El 26 de junio, días después de que el Minsa (Ministero de Salud) confirmó el primer deceso por COVID-19 en el Vraem, se produjo un nuevo ataque.
Alrededor de las 3:30 de la tarde, un grupo de presuntos narcoterroristas atacó la base militar en Paquichari, ubicada en el distrito de Vizcatán del Ene. Mediante un comunicado del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, se supo que cinco soldados resultaron heridos durante el enfrentamiento. Ellos fueron atendidos de manera inmediata por la enfermería de la base y lograron estar fuera de peligro.
EL PRIMER DECESO
El 20 de julio se produjo otra muerte en el Vraem. Se trató del suboficial de segunda Efraín Jaimes Quispe.
El enfrentamiento ocurrió cerca al sector Buena Libra, en la localidad de Vizcatán, provincia de Huanta. Muy cerca a la zona, dos días antes, en el centro poblado de Unión San Miguel, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional realizaron un operativo antidrogas en conjunto. En el operativo se logró incautar 180 kilos de droga y armas de guerra.
AUMENTAN LAS CIFRAS
El 24 de agosto, en el distrito de Anchihuay, ubicado en la provincia de la Mar, se produciría nuevamente el deceso de dos miembros de las fuerzas del orden cuando, junto con otros agentes, sorprendieron a unos presuntos terroristas trasladando droga.
Las víctimas fueron el suboficial PNP Emerson Cristian Ruiz Flores y el sargento EP Cristian Ángel Gómez Bernaldo.
El 29 de octubre, mediante un comunicado en conjunto del Ministerio del Interior (Mininter) y Ministerio de Defensa (Mindef), se informó que, alrededor de las 4.30 de la tarde, miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional fueron atacados por la explosión de unas minas colocadas por terroristas. Todo esto mientras se desarrollaba la operación Ojo de Águila en la zona Banderito.
En el enfrentamiento fallecieron el suboficial de segunda del Ejército Gersson Samuel Vabrera Estrada y el suboficial de segunda PNP Hodaler José Lázaro Lino. Además, otros cinco resultaron heridos.
Lamentablemente, un día después, en otro comunicado del Mindef y el Mininter, se informó sobre la muerte de uno de los heridos, el capitán EP Luis Marzal Huallanca. Se pudo saber que falleció de un paro cardíaco por descompensación en el recinto médico donde estaba siendo atendido.
EL MÁS RECIENTE
Esta semana, a unos días de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, se reportó el último ataque en el Vraem. Se trató de una emboscada a miembros de la Marina de Guerra del Perú que en tres embarcaciones Hovercraft realizaban un patrullaje fluvial cerca al poblado de Puerto Palmeras, en Satipo.
El oficial de mar de segunda Gustavo Valladares pereció en dicho ataque. Además, tres compañeros suyos resultaron heridos.
LA SITUACIÓN ACTUAL
En diálogo con El Comercio, Pedro Yaranga, especialista en temas de narcotráfico y terrorismo, comentó que las consecuencias de estos hechos parten por una falta de articulación entre las entidades presentes en la zona. Afirma que desde el 2016, por los continuos cambios en el Gobierno, se presenta este inconveniente. Esto permite que los terroristas aprovechen y se organicen mejor. Destaca las medidas en países como Colombia, donde las unidades especializadas en la lucha contra el narcotráfico tienen entre cinco a diez años con los mismos integrantes trayendo consigo operativos más efectivos.
Dentro de las adversidades que han estado presentes en el año, como el COVID-19, el especialista sostiene que ha afectado tanto a las Fuerzas Armadas como a los terroristas.
Finalmente, con miras al 2021, afirma lo siguiente: “Los candidatos que están liderando las encuestas deberían preocuparse más en qué personas van a confiar en los ministerios. Sobre todo en el Ministerio del Interior, de Defensa y Agricultura. El tema de la lucha contra el narcoterrorismo no debe ser labor solo de la Policía y las Fuerzas Armadas, esto debe ser una articulación de todos los ministerios, más los gobiernos locales y regionales”.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- Loreto: realizaron entrenamiento para combatir al narcotráfico y remanentes con más de 200 militares
- “Esto antes era impensable”: la creciente preocupación por el narcotráfico en Chile
- Líderes indígenas bajo amenaza de muerte: “No queremos ser las próximas víctimas”
Contenido sugerido
Contenido GEC