Alberto Otárola: "Estamos dejando una valla muy alta en Devida"
Alberto Otárola: "Estamos dejando una valla muy alta en Devida"

 deja la presidencia ejecutiva del Consejo Directivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas () con las en cifras en "azul". O al menos así lo enfatiza, mientras enumera hectáreas de coca ilegal erradicadas y logros de su gestión.

No obstante, el también amigo cercano de Ollanta Humala y Nadine Heredia prefiere no expresarse en torno a su sucesora, Carmen Masías, al mismo tiempo que adopta seriedad al referir que existe un afán de responsabilizar de lo negativo al gobierno nacionalista.

—¿Qué balance hace de su gestión como jefe de Devida?
Estamos dejando una valla muy alta para el Perú y para el gobierno, porque Devida ha hecho su trabajo. Hemos elevado de manera inédita las áreas de atención por desarrollo alternativo, que es la política central del Perú en la lucha contra el narcotráfico. Hemos entregado más de 50 mil títulos de propiedad.

Además, se ha trabajado arduamente con la policía en el proceso de erradicación de la hoja de coca, casi 120 mil hectáreas en todo el gobierno anterior y, durante mi período, que fueron dos años y tres meses, casi 70 mil hectáreas de hoja de coca ilegal. Hemos empoderado a la institución. Ahora tiene más presupuesto, tiene 78% de ejecución, es la primera en todo el Estado con ese nivel de ejecución.

¿Cuánto queda pendiente y de quién depende que se trabaje en ello?
El reto aún está abierto para consolidar el modelo. Le pediría al Ministerio del Interior y la PNP que hagan su trabajo. Si algo tenemos que mirar con más acuciosidad es la elevación de los niveles de incautación de cocaína, los niveles de interdicción de los vuelos de narcotráfico por el Vraem y, sobre todo, profesionalizar a la PNP en la lucha contra el narcotráfico. Esa es la pata de la mesa que anda un poco floja y que espero que pueda ser el soporte del futuro de la lucha contra el narcotráfico.

¿Por qué renunció a la jefatura de la institución? ¿Hay discrepancias con miembros del gobierno?
Es que creo que he cumplido una etapa. Agradezco la gentileza del primer ministro [Fernando] Zavala, que está haciendo lo posible por que sea una transferencia bastante buena y fluida. He tenido casi 40 días preparando Devida para una nueva gestión.

En mi caso, debo asumir en los próximos meses un encargo de las Naciones Unidas en la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), un encargo que me entregaron hace poco. Estoy cerrando un período profesional muy interesante.

¿Considera que se alcanzaron los objetivos trazados al principio?
Absolutamente, hemos batido todos los récord. Este es el momento de recordarlo.

Sus detractores apuntan que Devida estuvo en piloto automático, que no hubo asistencia específica al productor y que se cometieron errores en prevención genérica y desarrollo alternativo.
Yo puedo responder con indicadores, que es la manera más seria de responder. En desarrollo alternativo hemos sacado de la pobreza a más de medio millón de personas, un promedio de 50 mil hectáreas asistidas por año. En prevención duplicamos el presupuesto. Hemos empoderado los servicios como “Habla Franco”, “Familias Fuertes”, cuya prospección ha llegado de otros países.

—Entonces, ¿por qué la erradicación en el Vraem no se ha llevado a cabo?
En el Vraem no hubo erradicación. Hubo reconversión productiva, que es un trabajo con los agricultores a través del financiamiento de programas de reconversión de cultivos de coca.

¿Y el trabajo ha sido efectivo?
Creo que no. Creo que debe haber erradicación y una erradicación eficiente con objetivos consolidados.

—¿De quién depende o dependió?
Depende de las condiciones de seguridad territorial, que es un concepto que ha funcionado muy bien en el Huallaga como en el [Valle del] Monzón. Creo que las condiciones se estarán presentando de manera adecuada en este o el próximo año.

Recomendaría que la erradicación se empiece ahí en 2017. Felicito a los voceros de este gobierno que han dicho que ingresarán al Vraem.

—Se acusa que durante su paso por Devida este ente se convirtió en una “agencia de empleos” del nacionalismo. ¿Hay  un incremento en el número de trabajadores justificable?
Sí, también respondo con indicadores. Estoy dejando 697 empleados. Devida ha duplicado su presupuesto. Se han abierto nuevas oficinas zonales. Quisiera que pregunten a cualquier dirigente del nacionalismo si algún recomendado ingresó. La institución se profesionalizó.

Por ahí he escuchado que teníamos dos mil trabajadores y eso es absolutamente falso. Son 700, como para redondear una cifra. Hemos corregido que muchos trabajadores contaban con contrato de locación de servicios. Ahí están, está en la página web. La transferencia de gestión lo hemos subido a la página web.

—Su antecesora, Carmen Masías, dijo en el 2014 que fue maltratada por la gestión humalista y que usted, posiblemente, llegó gracias a su cercanía con la pareja presidencial. ¿Qué opinión le merece eso?
Ninguna. Le deseo suerte y que se dedique a trabajar por una institución tan querida en el Perú como Devida.

—¿Cómo recibió Devida de manos de Carmen Masías? ¿Habrá continuismo?
Yo puedo hablo por el quinquenio del presidente Humala, ahí se batieron todos los récord. Repito, el presupuesto de Devida se cuadriplicó en referencia al anterior gobierno. Se han erradicado más de 120 mil hectáreas. El año pasado se reforestaron 14 mil hectáreas de tierras degradadas por el narcotráfico. Creo que se ha hecho y mucho.

¿Encuentra a Carmen Masías capacitada para tomarle la posta?
No voy a pronunciarme al respecto. Vamos a observar con detenimiento los indicadores, que estos sean los adecuados y que Devida siga con su liderazgo nacional e internacional.

—Finalmente, en un plano más político, ¿qué opinión le merece que el Congreso haya decidido investigar  a Nadine Heredia por su presunta injerencia en decisiones del gobierno anterior?
Lo que yo puedo decir es que toda persona es inocente hasta que se diga lo contrario. Igual, como ha sucedido en otros casos, se debe brindar la máxima colaboración para estas investigaciones.

—¿Considera que hay un ensañamiento?
Creo que hay un ánimo de echarle la culpa de todo malo al anterior gobierno. Que trabajen, es lo que hemos hecho nosotros y luego podremos comparar los esfuerzos.  

MÁS EN POLÍTICA...