Por Mauricio Chereque y Roger Hernández S.
La congresista Rosa Bartra (Fuerza Popular) ha defendido en los últimos días la labor de la Comisión Lava Jato, que ella preside, debido a los cuestionamientos por su presupuesto.
“La búsqueda de la verdad no tiene precio”, comentó Bartra, quien lamentó que se observen los gastos de la comisión sin tomar en cuenta la complejidad de sus objetivos.
La declaración de Bartra era una respuesta a la parlamentaria Gloria Montenegro (Alianza para el Progreso), quien había afirmado que la Comisión Lava Jato le cuesta S/300.000 al mes al Estado Peruano.
El de Montenegro no es el primer cuestionamiento que se hace por el presupuesto de una comisión investigadora.
En el quinquenio pasado, la megacomisión que indagó al segundo gobierno de Alan García también fue criticada por el gasto para sus actividades.
El grupo encabezado por el entonces legislador nacionalista Sergio Tejada laboró durante 26 meses (de noviembre del 2011 a enero del 2014). En ese período, llevó a cabo 85 sesiones ordinarias, interrogó a 95 personas, realizó 11 inspecciones técnicas a obras emblemáticas y efectuó un viaje a la región San Martín.
Según un informe de la Dirección General de Administración del Congreso, durante ese tiempo gastó S/3’023.849,18. Este dinero fue usado para pagar los salarios del personal, viáticos y pasajes.
En el caso de la Comisión Lava Jato, desde enero del 2017 hasta marzo del 2018 ha destinado S/2’794.186,04 en personal, viáticos y pasajes, según el portal de Transparencia del Congreso. Este grupo ha realizado 101 sesiones ordinarias, 6 sesiones extraordinarias, ha interrogado a 142 personas y registra un viaje: el de una asesora de la comisión a Chile en diciembre último.
—En defensa de la labor—
Juan Pari, ex miembro de la megacomisión y quien dirigió la Comisión Lava Jato del período parlamentario 2011-2016, dijo a El Comercio que los gastos hechos por un grupo investigador pueden estar justificados en aras del cumplimiento de su rol de fiscalización y control político.
Bartra comentó a este Diario que nunca antes ha existido una comisión con las mismas características a la que ella preside, por lo que está convencida de que su grupo tiene el objeto de investigación “más grande que ha existido en la historia del Parlamento”.
Consideró además que, a partir de los alcances que su grupo dé, se podrán implementar nuevos mecanismos de prevención y sanción.
—Opiniones—
Para el analista político Pedro Tenorio, el balance de la megacomisión y la Comisión Lava Jato debe hacerse en función de sus hallazgos e informes finales.
“La megacomisión generó expectativa, pero sus resultados en materia judicial no fueron los mejores. Respecto a la Comisión Lava Jato, puso de relieve la relación entre Westfield Capital y Odebrecht, así como el caso referido a Susana Villarán. Si lo expuesto por este grupo va a permitir cerrarle las ventanas a más corrupción, esos millones que hoy se critican pueden estar plenamente justificados”, recalcó.
En cambio, el penalista Luis Lamas Puccio consideró que los informes de las comisiones investigadoras solo sugieren a la fiscalía la apertura de un proceso y que, de acuerdo con el nuevo Código Procesal Penal, estas denuncias deben pasar un control de calidad de forma y de fondo. “Lo que prima acá es la lucidez para la imputación de acuerdo con lo que está establecido en la ley. Si esto no se cumple, esta denuncia es un saludo a la bandera”, comentó.
Hace unos días, el presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez, cuestionó la labor y el gasto de la Comisión Lava Jato. “Al margen de lo que cueste, el tema es cuál es la utilidad del trabajo de la comisión”, señaló.