El congresista Edward Málaga Trillo, principal promotor de la tercera moción de vacancia en contra del presidente Pedro Castillo, consideró que si el Parlamento llega a destituir al jefe de Estado, quien asuma la conducción del país debe comprometerse a llamar a nuevos comicios generales, tras una reforma política y electoral.
—Inicialmente, la oposición tenía estimado presentar la tercera moción de vacancia cuando se llegue a las 87 firmas, pero se hizo con 67 firmas. ¿Por qué se dio este cambio de postura?
Lo primero que hay que aclarar es que eso era una opinión de algunos promotores [de esta tercera moción de vacancia], no era un acuerdo fijo. Yo no creía que debíamos llegar a las 87 firmas [para presentarla], porque hay votos ocultos, hay firmas que no se traducen en votos y viceversa. Lo importante era tener un número significativo. Entonces, no es que haya cambiado una postura de todos, pero lo que sí hubo una decisión que este era el momento por la coyuntura política, por el hecho de que la amenaza de un cierre del Congreso se haya cristalizado en ese acuerdo de Consejo de Ministros, ese punto fue decisivo para tomar la decisión de que este era el momento pertinente [para presentar la moción].
—¿Esta tercera moción de vacancia no es un contragolpe al Ejecutivo por la interpretación que ha hecho sobre la improcedencia de la cuestión de confianza, como una primera negativa?
No, yo no usaría esa palabra, contragolpe significa básicamente que se está en una contienda de a dos, y aquí lo importante no es si el Ejecutivo o el Legislativo tienen la razón o no, sino cuáles son las consecuencias para el Perú de lo que está ocurriendo. Y lo que hizo el Ejecutivo al publicar esa acta que confirmaba la intención de cerrar el Congreso no era como muchos dicen un golpe al Congreso solamente, porque por más desacreditado que esté el Congreso es una institución necesaria y su eventual cierre hubiera significado la alta probabilidad de tener a un gobierno totalitario. Recuerde usted que tenemos a un presidente investigado por muchos actos de corrupción cometidos durante su mandato, [investigaciones] de las quiere librarse y ya demostró que para hacerlo está dispuesto a obstruir la justicia, a ocultar pruebas y personas y a confrontar la acción del Ministerio Público, de la Policía y del Poder Judicial. Así que este tema no solo es del Congreso. La misma prensa denuncia que no hay transparencia. Es importante ver el bosque y no quedarnos con los árboles. Ver esto solo como una confrontación entre el Ejecutivo y el Legislativo es realmente miopía política.
—El Tribunal Constitucional otorgó la medida cautelar al Congreso. El Ejecutivo no puede forzar la disolución, mientras no se resuelva el fondo de la demanda competencial. ¿Cómo interpreta esta decisión?
El Tribunal Constitucional ha tenido una lectura correcta de las condiciones políticas que vivimos. Y si bien es cierto que le da la razón al Congreso, esta es una medida cautelar, es temporal, y creo que el mensaje de fondo debe ser más allá de decir “nos libramos de la primera bala de plata”, es que el TC está confirmando la lectura de la realidad que dice que el Ejecutivo pretende cerrar el Congreso. Y eso lo tenemos que tener en cuenta, sobre todo de cara a que si no próspera esta moción de vacancia vamos a tener una votación sobre la confianza del Gabinete de la ministra Betssy Chávez y muchos de nosotros estamos decididos a no dársela, entonces ahí se va a generar otra situación de la llamada “bala de plata”, creo que muchos de nosotros ya no estamos dispuestos a vivir bajo este sometimiento del temor a la bala de plata, tenemos que pensar primero en el país, y no a nuestra propiedad continuidad.
LEE TAMBIÉN: Avanzan en el Congreso las propuestas de suspensión presidencial y adelanto de elecciones: el detalle de los dictámenes
—¿Cuáles son los ejes de esta tercera moción de vacancia? ¿Por qué es diferente a las otras dos que fueron rechazadas?
Es diferente por varios motivos y aspectos, en primer lugar, el momento político es completamente distinto, la primera moción de vacancia tuvo una intención bastante apresurada de hacer las cosas, sí, se tenían ciertas dudas, pero también estaba desacreditada porque quienes la proponían venían de tener posturas que cuestionaban la elección [de Castillo], el llamado fraudismo. El tiempo es importantísimo. Y ahora cuando se ha compuesto esta tercera moción de vacancia la fecha de corte de la elaboración ha sido el 13 de octubre, lo que significa que hemos tenido todo ese tiempo para constatar de manera más contundente y veraz que la inconducta, los actos de inmoralidad, la indignidad del presidente en el cargo son una constante, son hechos que se repiten reiteradamente para favorecer la corrupción, copar el Estado y desmantelarlo, tirar por la borda los servicios públicos para favorecerse a sí mismo. El tener el tiempo ha sido importantísimo para darle mayor sustento a esta moción.
En segundo lugar, está el cuidado que se ha puesto en la elaboración del documento, y es que muchos dicen que lo único que importa son los votos, pero yo discrepo de eso, porque así tuviésemos los votos y la moción de vacancia está mal redactada, mal formulada, y con sustentos que no se ajustan a la realidad, entonces esto pierde legitimidad en el fondo. Y nos hemos preocupado de no solamente elaborar cuidadosamente este documento, que es muy extenso, sino, además de legitimarlo socializándolo, hemos compartido esto por redes sociales, hemos tenido conversatorios, lo hemos llevado a diferentes instancias de la sociedad civil y hemos recibido aportes de los ciudadanos.
En tercer lugar, esta moción de vacancia tiene más fortaleza también por el contexto político que ya le he comentado. En este momento preciso ya estamos en una situación en la cual se le ha pasado de las manos al Ejecutivo el libreto marxista de agudizar las contradicciones, estamos en un punto donde algunos han dicho matar o morir, yo diría más que es una cuestión de resguardar los límites de la democracia y la gobernabilidad, y por haber llegado esa moción [de vacancia] tiene más [adhesiones] que ganar, porque tenemos el descontento de algunas las bancadas del oficialismo.
—Usted ha referido que sobrepasan “con holgura” los 87 votos para concretar la vacancia del presidente Pedro Castillo. Pero ayer la admisión a trámite solo obtuvo 73 votos, tres menos que el segundo proceso. Es decir, en teoría les faltaría 14 votos. ¿Los tienen? ¿Puede detallar de dónde provienen?
Usted lo ha dicho, “en teoría”, y yo no compararía ni las firmas ni la votación para la admisión con la votación final, esos son malos referentes, yo la verdad siempre les digo a sus colegas que no se puede saber el resultado final, y si tendremos los votos hasta el mismo día de la situación, es una situación altamente dinámica, nadie puede esperar que yo le diga hoy “tengo 90 votos y el día de la votación tendré 90 votos”, eso es imposible porque las voluntades se mueven, porque hay mucha gente indecisa, porque hay mucha gente que firma y probablemente no vote, y hay gente que va a votar [por la vacancia], pero que no quiere firmar o no puede firmar porque no puede quedar mal con su bancada. Esta situación es altamente dinámica que no se puede reducir a la pregunta que si tiene o no tiene los votos.
Ahora usted me dirá, pero faltan 14 [votos] y de dónde van a salir, se lo dije, hay congresistas que no pueden firmar o admitir el sentido de su votación, porque eso les generaría conflictos con sus bancadas y podrían entorpecer las relaciones que estas tienen con el Ejecutivo. Es importante que ellos tengan el tiempo de resolver esas dudas, y el día de la votación tomen la decisión. Y tampoco se puede descartar el hecho de que se están dando negociaciones, sabemos que se están dando negociaciones. ¿Qué puede pasar aquí? Que los congresistas del oficialismo estén buscando saber si los beneficios que han obtenido por apoyar el gobierno de Castillo van a continuar o se van a perder, y también qué pasaría en caso asuma la señora Dina Boluarte.
En todo caso, los números y las afirmaciones que yo hago, y que veo que son recogidas por los medios, se desprenden de las conversaciones que tenemos directamente entre los congresistas, no es algo que pueda hacerse sacando la calculadora y los antecedentes de votación. Nosotros hacemos el trabajo de cabildeo, de concertación, de diálogo y muchas veces son situaciones de discreción que no pueden ser reveladas abiertamente, porque si yo le digo en este momento que ya tenemos [los votos] de ciertos congresistas que son defensores del presidente Castillo, pues van a tener serios problemas con su bancada y sus bases.
LEE TAMBIÉN: ¿Quién es Javier Arévalo, el nuevo presidente del Poder Judicial? | PERFIL
—En la última entrevista que usted brindó a El Comercio, en setiembre, dijo que para que este nuevo pedido de destitución a Castillo prospere se requería convencer a congresistas oficialistas. ¿Lo ha logrado?
Claro que sí, por eso hablo de este número [de más de 87 votos] y no solamente lo digo yo, sino otros colegas que están hablando con diferentes bancadas. Es importante que se entienda de que no solamente es Edward Málaga promoviendo la moción de vacancia, y que va a hablar con todos los congresistas, la mayoría de los firmantes estamos abocados a hacer el trabajo de diálogo, de buscar y conseguir los votos, de convencer con argumentos, porque no tenemos nada que ofrecer, como sí el Ejecutivo, sino simplemente la perspectiva de una salida democrática de esta crisis. Entonces, es un esfuerzo colectivo. Yo, por ejemplo, me he reunido con la bancada de Perú Libre, uno va a hablar con todos los que tiene que hablar, es un trabajo que tenemos que hacer.
—Precisamente, el portavoz de Perú Libre, Flavio Cruz, ha señalado que la imposición de una nueva fecha para ver el fondo de la vacancia, que se adelantó para el 7 de diciembre, ha hecho que su bancada decida rápidamente votar en contra. ¿Sin Perú Libre se cae este tercer pedido de destitución?
No, no se cae todavía, porque Perú Libre es una de las cinco bancadas, contando a Juntos por el Perú, procastillistas. Este es partido de largo aliento, faltan pocos días, lo sé, pero cada día se va a ir moviendo esta situación y pido calma y no saltar a conclusiones. Cada declaración que se hace no significa que está sellada la suerte ni hacia un lado ni hacia el otro, solamente quiero decirle que el resultado final, lamentablemente, como un partido de fútbol lo vamos a saber el día de la votación, no podemos anticipar.
—En la moción de vacancia, la oposición reconoce que “no es posible someter al presidente a juicio o antejuicio político durante su mandato” por fuera de las causales estipuladas en el artículo 117 de la Constitución. ¿Esto significa que la denuncia constitucional de la fiscal de la Nación contra Castillo Terrones por presunta organización criminal y otros delitos no procede?
No, esa es una lectura equivocada, porque estamos citando lo que dice la Constitución, no es lo que dice la moción, es lo que dice la Constitución para empezar, estamos citando la Constitución, porque los fundamentos de derecho de una moción de vacancia tienen que basarse estrictamente en lo que dicen las leyes. Entonces, la Constitución dice que no se puede acusar al presidente salvo por estos casos [los señalados en el artículo 117]. Sin embargo, en la denuncia constitucional de la fiscal de la Nación, en el pedido que hace al Congreso, que es otro documento, que no tiene nada que ver con esta moción de vacancia, justifica el pedido de la denuncia y procesamiento de la suspensión del presidente en normas de las Naciones Unidas contra la corrupción, que son supranacionales. Es una discusión que no compete a esta moción de vacancia, es un argumento que ellos utilizan, bajo las cuales si procedería una relectura del artículo 117. Lo que dice la moción de vacancia es citar parte de la discusión de este otro tema, que es la denuncia de la fiscal de la Nación.
LEE TAMBIÉN: Betssy Chávez: Al menos siete bancadas del Congreso rechazan convocatoria de primera ministra
—¿Qué sigue después de una eventual vacancia del presidente Castillo? ¿Un gobierno de transición de Dina Boluarte?
La vacancia del presidente Pedro Castillo es el primer paso necesario hacia el adelanto de elecciones con reformas políticas y electorales que es lo que finalmente le va a dar gobernabilidad y viabilidad a la democracia en el país. Es decir, no es la vacancia la solución final, sino el primer paso a lo que muchos ciudadanos reclaman, que es el adelanto de elecciones generales. Entonces, si quieren que nos vayamos todos, si quieren un nuevo proceso electoral, tenemos que reformar el sistema político y recién con eso, tenemos que llamar a elecciones.
Bajo ese presupuesto, saldría el presidente Castillo, le daría la sucesión constitucional a la señora Boluarte, que se mantenga en el cargo o que asuma [el presidente del] Congreso, quien asuma el poder tiene que llamar a un pacto, a un acuerdo político que en un tiempo determinado asegure un adelanto de elecciones con reformas, esa es la fórmula. Ósea vacancia para llegar a adelanto de elecciones con reformas.
—¿Existe un compromiso de parte de las bancadas que han apoyado esta moción de vacancia para que el camino que usted propone se dé? Muchos de sus colegas no están de acuerdo con un adelanto de elecciones, ellos podrían continuar con un gobierno de Boluarte. Vizcarra estuvo casi tres años en el poder tras la salida de Kuczynski.
Que se repita la experiencia con el presidente Vizcarra creo que es un temor infundado, es decir, no es razonable, las condiciones son completamente distintas, son otros tipos de problemas los que tiene el presidente Castillo, quien está siendo investigado por actos cometidos durante su mandato, es muy difícil comparar, si bien no se puede excluir que ello ocurra, yo lo dudo.
En cuanto a los consensos, sí los hay, muchas veces en los medios se recogen afirmaciones simplistas como que “no se quieren ir” o “se quieren quedar”, yo no estoy de acuerdo con eso, la situación, insisto, la dinámica ha ido evolucionando, hace ocho o seis meses ustedes no escuchaban en el Congreso hablar de adelanto de elecciones y de reformas, y hoy poco a poco gracias a la insistencia y diálogo ya se escucha, en la Comisión de Constitución se ha aprobado un dictamen para el adelanto de elecciones, y se han propuesto muchas reformas sobre el sistema político, la situación está evolucionando, no tan rápido como quisiéramos, pero está evolucionando. Yo diría que no es la mayoría los que insisten en que quieren quedar, sino una minoría. Eso se verá con el paso del tiempo.
Y también es importante decir que ese rechazo que había a la posibilidad de que la Presidencia la asuma la señora Boluarte también se está desvaneciendo, porque los congresistas están entendiendo que, si no están dispuestos a esto, el señor Castillo no se va a terminar de ir. Hay que tener claras las prioridades, hay que tener un sentido de oportunidad.
—¿Y Boluarte no estaría condicionada a una eventual inhabilitación del Parlamento?
El tema de la inhabilitación creo que se va a resolver este lunes, me parece, entiendo que el informe del señor Reymundo es favorable a ella, y entiendo que así no fuese favorable, no existen los votos para inhabilitar a la señora Boluarte. Entonces, en ese sentido, la falta que ha cometido, que, por cierto, si se usan criterios de razonabilidad y de proporcionalidad es discutible si merece la inhabilitación o no, en todo caso esto se va a resolver pronto, y creo que con eso se abre, se allana el camino para que por lo menos asuma un gobierno de transición con ciertos compromisos, sin descartar por supuesto que cualquier cuestionamiento que ella haya tenido o tenga, pueda ser vuelto a ver durante su eventual mandato. No es descartable que si la señora Boluarte presenta un cuestionamiento político serio se le haga el control político necesario.
LEE TAMBIÉN: Pedro Castillo: los polémicos personajes que recibe en Palacio en medio de esta nueva crisis política
—La Comisión de Constitución, como usted ya refirió, aprobó un dictamen para adelantar las elecciones generales. ¿Qué condiciones se deben cumplir, si el mismo texto dice que la convocatoria se realiza a cuatro meses de la publicación de la norma?
Hay un punto importante que usted ha mencionado, los cuatro meses, el tema del tiempo es esencial, yo he propuesto, en otro proyecto de ley que ya lo sustenté en la Comisión de Constitución que se vincule el adelanto de elecciones a la reforma, lo condiciona, si no hay reforma, no hay adelanto de elecciones, necesitamos las reformas para que este adelanto funcione. ¿Por qué? Porque simplemente llamar a adelanto de elecciones [hoy] me parece irresponsable, tomando en cuenta que quien lideraría esta transición sería el presidente Castillo, quien está confrontado no solamente con el Congreso, sino con la Policía, Ministerio Público y Poder Judicial, entre otros, nada garantiza, en mi opinión, que solamente adelantar de manera exprés las elecciones, no nos lleve a un escenario que después vayamos a lamentar por habérselo encargado a esta administración.
[…] Las reformas pasan por algunas cosas que ya se han debatido anteriormente como, por ejemplo, la bicameralidad, la renovación parcial del Congreso por tercios o mitades, y conformar un sistema electoral para asegurar la idoneidad de los congresistas. Hay muchas cosas que hacer, equilibrar el asunto de los cierres del Congreso versus las vacancias. No podemos estar expuestos a un sistema tan inestable, con vacancias tan fáciles, con cierres del Congreso tan fáciles, tenemos que poner la casa en orden antes de llevar a cabo el adelanto.
—¿Cuál sería un tiempo estima para realizar estas reformas políticas y electorales?
Yo pienso que, por lo menos, dos legislaturas, porque en el peor de los casos si se requiere más debate, tendríamos los dos períodos ordinarios para sacar adelante reformas constitucionales, por ejemplo, que es lo que se requiere para ello. Y si no se diese en dos legislaturas, queda la posibilidad de una legislatura y referéndum. Pero creo que dos legislaturas es un tiempo razonable para sacar adelante esta reforma.
—¿Si esta tercera moción de vacancia termina siendo rechazada como las dos anteriores, no dejaría en una situación de debilidad al Congreso?
No, para nada, para mí, por lo menos, me daría la satisfacción de que por fin el Congreso ha plantado cara a las afrentas del Ejecutivo no solamente a los otros poderes, sino a la gobernabilidad del país, creo que era hora de que el Congreso haga sentir su vocación de control político ante tanta inmoralidad y corrupción. Por otro lado, no hay que dejar de decir que el ámbito de control político no termina con la tercera moción de vacancia, no tiene por qué ser la última, puede seguir habiendo más, el presidente Castillo ha sido, es y seguirá siendo corrupto. La fuente de sustento para mociones de vacancia es inagotable con este presidente, entonces no descarto que haya otras acciones de control parecidas, esto no se ha terminado.
LEE TAMBIÉN: Domingo García Belaunde: “Lo que ha hecho Aníbal Torres con esa acta farisea se cae a pedazos”
—¿Si no prospera la vacancia, optarán por la suspensión? Esta figura ha sido también aprobada en la Comisión de Constitución y se podría aprobar con 66 votos.
Yo tengo ciertos reparos con la figura de la suspensión como se está planteando. Entiendo que es una suerte de mecanismo de emergencia, de tratar de implementar este mecanismo que es legal y constitucional, pero hay mucho debate que hacer todavía para tener la certeza de que es un mecanismo apropiado, porque lamentablemente nuestros juristas, y lo dice alguien que no es abogado, escriben la ley con un amplio margen de interpretación, creo que el margen de interpretación debería ser un poco más reducido. Entonces, cuando se lee el artículo 114 diciendo “incapacidad temporal del presidente”, otra vez estamos en el mismo problema los peruanos al tener que escuchar a la mitad de los constitucionalistas diciéndonos una cosa y la otra mitad, que es otra. ¿Qué cosa es una incapacidad temporal? ¿Es física, moral o psicológica? No lo sabemos y cualquiera lo puede interpretar de cualquier manera, ese es el riesgo de apurar el asunto de la suspensión. Y por eso yo creo, si bien no la descarto, que es importante que esta discusión pase al pleno con la atención de la ciudadanía y sociedad civil para que tengamos, si es que se da, una herramienta legítima que esté apoyada por la ciudadanía.
—¿No resulta peligroso que el Congreso con solo 66 votos pueda suspender a un presidente? ¿No estaría el Parlamento en facultad de elegir al mandatario que desee entre sus propios integrantes?
El número de votos es un tema relativo, acá lo importante son las reglas bajo las cuales se llega a esa votación, es decir, qué hechos ameritan que se llegue a una suspensión, eso es lo que tiene que ser bien explicado, determinado y reglamentado. No puedes llevar a la figura de la suspensión por 66 votos por cualquier cosa, debe quedar clarísimo que tiene que tratar de hechos sumamente graves. Entonces, si ponemos los reflectores sobre ese juicio moral, político, sobre qué cosa es la gravedad en ilícitos durante el mandato tendremos una figura de suspensión mucho más acotada. La suspensión es [hoy] una figura bastante inmadura, tiene que se precisada no solo en el tema de cuántos votos se necesitan, sino sobre cuáles son las condiciones que ameritan [su uso]. Y también tener claro si es necesario reformar ese texto, si queremos precisar lo que dice ese artículo de la Constitución tomaría dos legislaturas.
LEE TAMBIÉN: IPYS expresa su extrañeza por informe final de la misión de la OEA referido a la prensa peruana
—En su informe preliminar, el Grupo de Alto Nivel (GAN) de la OEA recomendó “una tregua política” en el Perú, “en tanto se conforma y convoca al diálogo”. ¿A estas alturas esta es una salida viable a la crisis? ¿Aún puede haber un acuerdo por la gobernabilidad?
Mira, yo creo que las treguas y los diálogos los podemos discutir con la señora Boluarte, ya no con el presidente Castillo, su tiempo se agotó, hemos tratado no solo de dialogar, sino de apoyar al presidente Castillo. Recuerda que quien está hablando apoyó inicialmente el gobierno, le di el voto de confianza al Gabinete de Mirtha Vásquez, que trató de trabajar con varios ministros en distintos problemas, a estas alturas ya no cabe esa solución. Está demostrado que el presidente no solo es inepta e incapaz, sino que es corrupto e intenta, además, hacerse del poder de manera autoritaria, me parece que es inoportuno ese llamado a tregua.
—También indican que al Tribunal Constitucional como “guardián” de la Constitución le corresponde actuar si se presenta “un impasse” entre los poderes del Estado. ¿Es un llamado a que el gobierno y el Congreso respeten la decisión sobre la polémica de la cuestión de confianza?
Bueno, así parece serlo, pero me parece redundante e innecesario, porque eso ya se da, el Ejecutivo y el Congreso siempre respetan la autoridad del Tribunal Constitucional, yo creo que ahí no hay un punto de divergencia, ni hay un riesgo para la democracia, el problema que tenemos está principalmente, desde mi punto de ver, en el Ejecutivo.
LEE TAMBIÉN: Aníbal Torres refuerza su poder en la PCM de Betssy Chávez: congresistas critican nombramiento
—¿A quién termina beneficiando el informe preliminar de la OEA, a su entender?
Yo creo que hay una intención velada, discreta de darle una mano al gobierno en principio por el lenguaje que se utiliza. Por ejemplo, cuando se habla del rol de la prensa, de la libertad de expresión, caen en afirmaciones un poco extrañas como si hubiera demasiada libertad de expresión en el país, y que se estuviera abusando de ella, eso me parece una lectura equivocada de la realidad. Y creo que también hay que rescatar más allá de los puntos de discrepancia que podamos tener como ese informe, lo que finalmente está haciendo es confirmar que no existe un golpe de Estado en el Perú en contra del presidente Castillo, está llamando al diálogo, a la tregua, a deponer ciertas actitudes, pero no dice categóricamente que en el país hay un golpe y que se debe proteger al presidente Castillo, está llamando a todos al diálogo como es el lenguaje diplomático usual. En ese sentido, la maniobra del gobierno no ha tenido el éxito que ellos esperaban.
—¿El Congreso debe darle el voto de confianza al Gabinete Ministerial encabezado por Betssy Chávez? ¿Por qué?
Absolutamente, no, no se lo debe dar y esta opinión la va a encontrar usted no solo en la oposición, sino también en varios colegas que han apoyado al presidente Castillo y que son oficialistas. ¿Por qué? Porque es una afrenta no solo al Congreso y a su rol de control político, sino al país entero que una exministra que fue censurada y reciclada a otro ministerio, ahora se le dé este cargo de alta responsabilidad a nuestro parecer sin reunir las condiciones de experiencia, de madurez política que se requieren. Si se censura a un ministro, cómo puede llegar a ser premier.
Y, además, de ese tema está el asunto de confrontar al Congreso y luego echarse para atrás, porque hay una moción de vacancia, ese juego me parece irresponsable, y por último, la designación del ex primer ministro Aníbal Torres como jefe del gabinete de asesores [de la PCM] es otra vez un acto de abierta provocación de parte de alguien que ahora dice que sí tenemos que dialogar y que no quieren cerrar el Congreso. El tener a uno de los grandes provocadores de este gobierno como jefe de gabinete de asesores genera muchas dudas [sobre Chávez] y para nada la confianza de mis colegas.