Fernando Vivas

Para entender lo que pasa hoy con las narrativas presidenciales, revisemos la crisis de los relojes. Pasaron 22 agónicos días sin que Dina Boluarte diera una explicación contundente. Si alguien te ampaya un Rolex en la muñeca –uno de los ‘top symbols’ del lujo universal- tienes que sacártelo y contar inmediatamente, contrito, porqué cometiste el error de ponértelo. El jueves 14 de marzo pasado el portal La Encerrona había publicado su investigación sobre los relojes de lujo de la presidenta. Entonces solo se había identificado, con certeza, un solo Rolex. Ni siquiera se especulaba sobre su origen.