Autos autónomos pueden ofrecer más peligro que seguridad
Autos autónomos pueden ofrecer más peligro que seguridad

Los autos nuevos que se manejan básicamente por sí solos que son desarrollados por empresas como , capaces de frenar y de mantener la dirección por su cuenta, pueden generar un sentido falso de seguridad en sus ocupantes e incluso ponerlos a dormir, lo que representa un serio riesgo ya que a veces los vehículos necesitan la intervención de un piloto.

Irónicamente, una forma de mantener a la gente alerta es ofrecer distracciones que hoy son consideradas ilegales.

Esa fue la sorpresiva conclusión a que llegaron investigadores que estudiaron el tema usando a alumnos de la Universidad de Stanford y analizaron sus reacciones cuando el vehículo autónomo requería direcciones.

Fue uno de varios experimentos que se están realizando sobre la seguridad de los vehículos autónomos que Google y Tesla desarrollan y sobre cómo traspasar el control del auto a una persona cuando su software y sus sensores se sienten desbordados. A medida que aparecen más autos que pueden mantener un carril y permanecer a cierta distancia del vehículo de adelante, el traspaso del control es un elemento clave.

Uno de los grandes atractivos de estos autos es que se eliminan las distracciones del conductor. Los vehículos, no obstante, requieren de un pasajero alerta para intervenir cuando sea necesario, y contar con uno puede no ser tan sencillo en vista de que no tiene que hacer nada la mayor parte del tiempo. El experimento de Stanford indicó que una forma de que el ocupante del asiento del conductor se mantenga alerta es leyendo o viendo una película.

De los 48 estudiantes que fueron colocados en el asiento del conductor, con la misión de asegurarse de que todo marchaba bien, a 13 les dio sueño en el camino. Solo tres de los que vieron videos o leyeron algo en tabletas sintieron sueño. Ambas actividades están totalmente prohibidas en la actualidad.

Era importante mantenerse alerta porque los estudiantes debían intervenir ante situaciones simuladas en las que se cruzaba otro auto o un transeúnte.

Por ahora no hay consenso en torno a cómo debe llevarse a cabo el cambio de control. El estudio de Stanford plantea que ofrecer distracciones como videos o libros puede ayudar, mientras que varios fabricantes como Google están produciendo vehículos con distintos niveles de autonomía que reducen la velocidad si detectan que una persona no presta atención al camino.

Si bien las investigaciones continúan, pareciera que una persona necesita al menos cinco segundos para tomar el control... si es que no está metida totalmente en otra cosa.

Expertos de Google, que investiga esta tecnología con más fervor que ninguna otra empresa, opinan que el involucramiento de los humanos puede hacer que el auto resulte más inseguro. La solución que ofrece Google es un prototipo sin volante ni pedales, en el que el control humano se limita a apretar un botón para poner en marcha o frenar el auto.

Los fabricantes de autos tradicionales, mientras tanto, ya empiezan a incorporar de a poco la nueva tecnología. Mercedes y Toyota venden vehículos capaces de frenar y de mantener un carril por sí solos. Se especula que las empresas seguirán incorporando nuevas facultades en forma escalonada, hasta ofrecer un auto totalmente autónomo en una década aproximadamente.

Un potencial obstáculo al desarrollo de estos autos se hizo evidente hace poco, cuando Tesla Motors se vio obligado a explicar que sus función "piloto automático" no implicaba que el conductor podía dejar de prestar atención. Varios videos que circularon en la web mostraron a gente que filmaba la novedad y que repentinamente tomó el control del auto cuando el vehículo hizo un movimiento brusco.

A partir del año que viene, el Cadillac CTS tenderá un sistema de "supercrucero" que le dará al vehículo una autonomía parcial en las carreteras. Si el conductor no mira a la carretera y no responde a recordatorios de que debe hacerlo, el auto reduce la velocidad.

"No ofrecemos un auto en el que la tecnología hace que el piloto se desentienda", declaró el portavoz de General Motors Dan Flores. "Puedes relajarte, mirar hacia los costados, pero debes estar pendiente del camino porque la tecnología no es lo suficientemente avanzada".

Un desafío que tienen los fabricantes es convencer a la gente de que puede confiar en la tecnología... pero no tanto como para desentenderse de lo que sucede y demorarse demasiado en responder si el auto necesita su intervención.

Otro tema delicado es cómo alertar a la persona en el asiento del conductor si es necesario que tome el control.

Da la sensación de que hay que apelar a varios sentidos. El visual no basta. Tal vez una combinación de una luz tenue con instrucciones habladas o una estimulación física, como la vibración del asiento, para que le gente reaccione más rápido.

"Si se hace de una manera cortés y sutil, que no moleste en absoluto, tal vez no sea captada por alguien que está distraído", señaló Greg Fitch, investigador del Instituto del Transporte de Virginia Tech. Al mismo tiempo, hay que notar que la forma en que el vehículo se comunica con la persona será uno de los aspectos distintivos del producto. Un alerta demasiado altisonante puede espantar a potenciales compradores.

Fitch dijo que los fabricantes se deben asegurar de que el auto informa claramente a la persona si está funcionando en forma autónoma o no, y explicar lo que puede y no puede hacer.

Los sensores de los autos son cada vez más eficientes en la detección de lo que sucede a su alrededor y responden más rápidamente que los humanos. Las personas, por su parte, pueden tomar mejores decisiones en determinadas circunstancias.

(Fuente: AP)

LEE TAMBIÉN...

TAGS

Contenido sugerido

Contenido GEC