En un ambiente virtual como el que compartimos, resulta muy complicado esperar un mes a que nuestras series favoritas pasen desde Estados Unidos hasta España, y finalmente aterricen en las pantallas de Latinoamérica manteniendo un mínimo toque de misterio, pese a que, en Twitter, Facebook, Instagram y hasta TikTok hemos sido testigos de casi 30 días de spoilers, fotografías y hasta memes al respecto. Pasa, lamentablemente, con “The Bear”, la serie creada por Christopher Storer para FX, que acaba de lanzar en esta región su temporada número tres.
Alcanzando algo que muy pocos logran, “The Bear” supo no solo mantener su nivel de la temporada estreno a la siguiente, sino que, para la crítica, incluso se superó a sí misma (el récord de 23 nominaciones a los Emmys va en dicho sentido). Si inicialmente tuvimos la historia de Carmy Berzatto (Jeremy Allen White) haciéndose cargo del caótico y arruinado restaurante de hamburguesas de su hermano Michael, luego nos subimos a un carrusel de emociones en donde la familia, los recuerdos y las diferencias salieron a flote con escalofriante naturalidad. La expresión de esa evolución de una temporada a otra tuvo una coincidencia notable: el episodio seis (Fishes), en el que actores de la talla de Jamie Lee Curtis y Bob Odenkirk aportaron mucho más que un simple granito de arena para ratificar que estábamos ante uno de los mejores dramas de la última década (aunque sus galardones más importantes los pelee en la categoría Comedia).
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¿Qué giro le podía dar Storer y su equipo a “The Bear” para repetir la hazaña en esta tercera entrega? La misión, difícil por donde se le mire, no ha sido superada. Es más, la nueva temporada de la propuesta de FX –Disney Plus en Latinoamérica—tropieza en distintas instancias, y lo hace no solo por lo que quiere contar, sino fundamentalmente por cómo busca hacerlo. Y aunque, claro, hay excepciones, y momentos que salvan la experiencia, estos no resultan suficientes.
La tercera temporada de “The Bear” arranca con el restaurante El Oso ya en funcionamiento. Claramente, se trata de un ambiente dentro de la cocina y otro afuera (donde se colocan las mesas y los clientes). Dentro, Carmy se desenvuelve casi diez episodios de la misma manera: a los gritos, presionando a todos y al borde de liarse a golpes con Richie (Ebon Moss-Bachrach). Este último, ha casi completado su transformación en un impoluto, brillante y educado manager del local.
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Siempre al lado de Carmy, en ocasiones con voz, pero no necesariamente con voto, Sydney (Ayo Edebiri) busca abrirse paso apoyándose en sus ya expuestas habilidades. Sin embargo, tal vez consciente de lo opacada que termina por la personalidad y el temperamento de su ‘jefe’, los guionistas le han dado a la joven chef otras preocupaciones: mudarse a su propio departamento, dejando solo a su papá, y decidir sobre una gran propuesta de trabajo fuera de El Oso.
Tras Carmy, Sydney y Richie hay una batería de personajes secundarios, algunos conocidos de las temporadas 1 y 2 y otros que hacen su ingreso con más buenas intenciones que peso específico. En el primer grupo destaca a ratos Sugar (Abby Elliott), quien administra El Oso mientras lleva los últimos meses de su embarazo. Le sigue en orden de relevancia Tina (Liza Colón Zayas), protagonista de lo que creemos es el mejor episodio de la temporada, el 6, dirigido por Ayo Edebiri, y del cual hablaremos por separado más adelante. Asimismo, la larga lista de cercanos de la “familia Berzatto”, desde el tío Jimmy (Oliver Platt), pasando por Neil Fak (Matty Matheson), Theodore (Ricky Staffieri) o el propio Pete (Chris Witaske).
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En el otro extremo, la tercera temporada de “The Bear” suma gente cuya trascendencia no parece meridianamente clara. Esto ocurre con el operario Sammy Fak, interpretado por un caricaturesco John Cena. Aquí también podríamos sumar a David Marrero, quien da vida a David, el comprensivo esposo de Tina. Como último ejemplo está Brian Koppelman, interpretando a ‘Computadora’, un ‘conocido’ que ha sido traído a El Oso para que asesore en el objetivo de no irse a la quiebra. Salvo por la presión que el tío Jimmy ejerce –como si tuviera siempre en una mano la billetera y en la otra un arma--para que oigan a su consejero, ciertamente parece que estamos ante un personaje prescindible en todo momento.
Esta mezcla de personajes que se llevan la atención a gritos versus otros que sirven apenas para “comprar el pavo” se desenvuelven en, como lo dijimos al comienzo, diez episodios que a la vez son lo más parecido a diez experimentos: por su tema y por la forma de abordarlo. Desde un primer capítulo poético (como se le ha calificado aquí), hasta otro en el que Carmy se la pasa pensando cómo puede ofrecerle disculpas a Claire (Molly Gordon), pasando por casi 45 minutos del inminente parto de Sugar con una cámara que registra en primer plano la interacción con su mamá, Donna (Jamie Lee Curtis, una vez más solvente), en la cama de la clínica donde alumbrará a su primogénita. No sería muy osado pensar que se ha intentado repetir el aura de singularidad que tuvo el episodio 6 de la temporada 2, sin embargo, el efecto aquí más que atraer parece dispersar.
Otra cosa muy evidente en esta tercera temporada tiene que ver con ideas interesantes poco aprovechadas en profundidad. Un ejemplo inmejorable puede ser el vinculado a la sostenibilidad del negocio de los grandes restaurantes. Ever, donde Richie aprendió su nueva labor en la temporada 2, y donde Carmy se formó, anunció su inminente cierre. La noticia lo deja en shock a él, a Sydney, y a todos aquellos chefs importantes que son testigos de cómo Andrea Terry (Olivia Colman) reconoce hidalgamente que su local simplemente debe cerrar. El impacto resulta fulminante si se tiene en cuenta que nuestro protagonista y sus empleados tienen fijada en su mente algo que Terry supo ostentar con cierta facilidad por años: Estrellas Michelin. Desde otra perspectiva, en algún momento Tina va al mercado y queda ingratamente sorprendida al descubrir que no hay el stock de productos que esperaba. Curiosa exposición de una aparente crisis de alimentos (usados para la alta cocina) en una serie que lleva 29 capítulos mostrando platillos lanzados al tacho de basura porque el resultado no salió según lo esperado.
Pero más allá de esto, y reiterando que la tres es su temporada más débil, estos 10 nuevos episodios de “The Bear” también dejan detalles positivos, capaces de elevar la calificación final a una nota más que decente. El primero de ellos bien podría ser la madeja que va soltándose referida a Sydney y su futuro profesional. La chef –ad portas de empezar una vida sola—acaba de recibir una invitación de Adam Shapiro para que asuma la jefatura de cocina de su nuevo restaurante. Como si su vida pasara por delante con cada día que transcurre, la joven cocinera tendrá que elegir entre el caos de El Oso y la pared que resulta ser Carmy, versus una oportunidad inmejorable. La disyuntiva, vinculada a perder a tus amigos (la familia por elección), o al miedo a empezar un nuevo trabajo, genera una empatía innegable, fundamentalmente porque –y este es un punto a favor de Christopher Storer—la decisión se arrastra acertadamente hasta el final.
Finalmente, tal vez el gran acierto de la temporada tres de “The Bear” tenga que ver con una decisión inesperada: darle la dirección de uno de los episodios a una integrante del elenco. No es la primera vez que eso ocurre, y la fiebre del streaming ha propiciado situaciones así en el último tiempo (Jason Bateman y Laura Linney pudieron dirigir capítulos que protagonizaron del mega éxito “Ozark” en Netflix), y en esta ocasión Ayo Edebiri ha aportado una frescura innegable a la historia. No se trata solo de correr a un lado a Storer y demás directores, sino que, además, se le ha permitido dirigir un pedazo clave de historia de la serie.
En el episodio seis viajamos al pasado y conocemos a Tina, una humilde trabajadora que de un momento a otro es despedida y, con 46 años a cuestas, un hijo adolescente y un marido portero que no puede ascender, enfrenta la terrible sensación de estar excluida de todo. Sin saltar al melodrama, el citado episodio expone no solo el retrato de una minoría que se ha quedado estancada entre los jubilados y los jóvenes, sino que ofrece tal vez la mejor fotografía de Michael Berzatto (Jon Bernthal), esa especie de satélite indescifrable que gira alrededor de Carmy y, por ende, de todos los trabajadores de El Oso de Chicago.
EL OSO 3/DISNEY PLUS
Director: Varios
Sinopsis: En esta temporada, Carmy, Sydney, Richard “Richie” Jerimovich (Ebon Moss-Bachrach), y su leal equipo quieren elevar la categoría de El Oso, una ex tienda de sándwiches convertida en un restaurante de primera clase. Claro que es más fácil decirlo que hacerlo, y a medida que aumenta la temperatura y la presión, es posible que estallen las tensiones.
Elenco: Jeremy Allen White, Abby Elliot, Lionel Boyce, Liza Colón Zayas, Matty Matheson, Ayo Edebiri.
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