Nora Sugobono

Cañete

Es uno de los espacios más consolidados de y motivos no faltan. Cañete destaca por su propuesta marina y chic, sin renunciar a la cercanía y a la creatividad culinaria. Un rasgo diferencial que le ha permitido a este restaurante conseguir un lugar propio en la calle gastronómica más concurrida del distrito. ¿Su carta de presentación? Nada menos que las ostras, en distintas y tentadoras versiones. De su ‘raw bar’ (bar de crudos) salen también almejas, conchas, erizos y hasta langosta. Buen producto de temporada servido para disfrutarse al natural, con tan solo algunos acompañamientos que ayuden a destacar sus sabores, como tabasco, limón verde y limón amarillo. Eso, sumado a la temperatura correcta — siempre bien fríos— y tendremos como resultado el bocado veraniego perfecto.

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Fresquísimas ostras con caviar de trucha ahumado, limón y salsa tabasco, una de las especialidades de la casa.
Fresquísimas ostras con caviar de trucha ahumado, limón y salsa tabasco, una de las especialidades de la casa.

Por supuesto, la carta trae bastante más, con el mar siempre como protagonista. Medallones a la marinera, navajuelas a la gallega, almejas a la brasa, langostinos al ajillo, ‘moules frites’ (mejillones con ajo, perejil y vino blanco), y eso solo para empezar. Entre los fondos encontramos desde clásicos ‘linguine alle vóngole’ o salmón a la ‘meuniere’, hasta una langosta entera a la mantequilla. Sin duda, es cosa seria este menú.

Navegante

Una propuesta gastronómica sin fronteras. Así se presenta una de las aperturas playeras más recientes de esta temporada, con el chef Diego Muñoz como capitán de este barco que navega hacia buen puerto. Muñoz vive en Pulpos desde hace tres años. Al principio, nos cuenta, tenía planeado abrir un restaurante en Lima, pero surgió la oportunidad de hacerlo en Punta Hermosa con el hallazgo de un local en una casa del siglo pasado, acogedora e íntima. Ocho mesas, una barra y una cocina abierta: eso es Navegante.

Soberbios ‘capellini’ de tinta con conchas selladas, todo bañado en la emulsión de sus corales.
Soberbios ‘capellini’ de tinta con conchas selladas, todo bañado en la emulsión de sus corales.

La carta es corta (siete entradas, siete fondos) y se alimenta de los platos que a Diego le provoca preparar, siempre surtido de buen producto local. No solo marino, sino también con verduras, hierbas y hortalizas provenientes del huerto de Pachacámac, muy cerca de allí. Tiene 21 vinos en carta —algunos de ellos de baja producción— y cócteles; la idea es que tanto cocineros como comensales disfruten de una experiencia única. Abren de martes a domingo, con algunos días destinados a cenas y/o almuerzos. Si están por la zona, no dejen de pasar.

Kou-Xin chifa bar

Cuando se trata de cocina peruana, Marilú Madueño y su equipo definitivamente saben lo que hacen. La chef al frente del restaurante Huaca Pucllana y la cadena de pollos a la brasa Primos Chicken Bar se ha aventurado junto a sus socios en un territorio nuevo, aunque no por eso menos conocido: el chifa.

Croquetas de langostinos al estilo oriental.
Croquetas de langostinos al estilo oriental.

¿Hay algo más peruano que un buen chaufa o un contundente aeropuerto? La respuesta la tendremos con el primer tenedor. Ubicado en pleno Boulevard de Asia, Kou-Xin es un chifa bar con una carta llena de antojos. Desde rollitos primavera de pollo, salsa de maní y rocoto hasta langostinos amelcochados con tumbo, pasando por un obligatorio chaufa con trozos de pollo a la brasa: este menú se nos antoja tanto en la playa como de regreso a Lima. Eso sí: no se olviden de chequear los postres. El cierre perfecto a esta visita. //

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