Bicipolo en Perú: el deporte urbano que cambió los caballos por una bicicleta y ya es quinto en el Sudamérica

MIRA TAMBIÉN: Sal de Maras: las acciones para prevenir la adulteración de la sal de los incas

Si algo bueno nos dejó la pandemia de coronavirus, en medio de tanta tragedia, fue la necesidad de impulsar la bicicleta como un medio de movilidad urbana. Muchos limeños se volcaron a las dos ruedas para desplazarse durante ese tiempo y, al mismo tiempo, descubrieron que es posible hacer muchas más cosas con ella que solo ir de un lado a otro o practicar destrezas en un parque. También se puede jugar. Para ellos, la existencia del bicipolo en el Perú ha sido un feliz descubrimiento. Se trata de un deporte que, aunque tiene sus buenos años en el mundo y algunos aquí, aún está en crecimiento en nuestro país. Ello no ha impedido que los deportistas peruanos destaquen. Los inicios fueron difíciles, pero con constancia hemos podido saltar del puesto 30 al 5 en torneos internacionales. Y tenemos mucho más por lograr.

El bicipolo no es un deporte realmente nuevo, pero ha sido en las últimas décadas, con el auge de las culturas urbanas y callejeras, que ha encontrado un empuje muy distinto al de sus orígenes. Los primeros antecedentes de esta disciplina se registran en Irlanda del siglo XIX, cuando un grupo de caballeros empezó a usar bicicletas en lugar de caballos para jugar al entonces señorial polo. No se sabe bien si lo hacían por razones económicas (los caballos son caros) o por motivos animalistas (las bestias a veces salen lastimadas), pero lo cierto es que en Europa la práctica del polo sobre ruedas empezó a extenderse y acoger a nuevos adeptos. Uno de ellos fue el fallecido príncipe Felipe, esposo de la Reina Isabel II, quien era un ávido jugador de ‘bike polo’, como le dicen en inglés.

La democratización del bicipolo comenzaría recién en los años 90 de la mano de una subcultura urbana: la de los bicimensajeros. “En Estados Unidos, fueron los repartidores que manejaban bicicleta quienes idearon esta modalidad de juego, como una forma de entretenerse en su tiempo libre. Ellos se inspiraron en el hockey y se empezó a jugar sobre cemento”, recuerda Barreda. Los inicios en el Perú fueron bastante artesanales. La gente usaba palos de cortina para hacerse sus bastones o ‘mallets’. Esto ha ido cambiando conforme ha crecido el interés y ha aparecido gente que importa los implementos básicos para el juego.

Para practicarlo se requieren bicicletas de piñón fijo, sin cambios. Esto hace que las jugadas en la cancha sean más maniobrables. El bicipolo en el Perú enfrenta desafíos como la falta de espacios adecuados para jugar y la necesidad de autofinanciamiento. Este año están disfrutando de un espacio gracias a la Municipalidad de Miraflores, pero lo usual en este deporte es intentar progresar en condiciones limitadas. Sin embargo, la pasión y el compromiso de sus jugadores son destacables. Con la vista puesta en Brasil, donde se realizará un próximo torneo internacional, la gente en el Perú ya está empezando a considerar la creación de una liga que les permita mejorar y difundir este deporte a más personas. //

Además…

Las reglas del bicipolo

- El bicipolo se juega en canchas de 40 por 20 metros con tres jugadores por equipo, aunque pueden tener hasta seis participantes para realizar cambios.

- El objetivo del juego es anotar goles haciendo entrar una pelota en un arco. Para ello, utilizan un bastón o ‘mallet’.

- La modalidad estándar es de tres contra tres, aunque también se juega cuatro contra cuatro.

- La principal característica de las canchas es que deben tener los cuatro lados cerrados para evitar que la pelota se salga.

- Durante el partido, nunca se permite poner los pies en el suelo.