Las fotografías revelan una fuerte reducción de las concentraciones de dióxido de nitrógeno en las principales ciudades de Europa, entre ellas Milán, París y Madrid. (Foto Agencia espacial Europea)
Las fotografías revelan una fuerte reducción de las concentraciones de dióxido de nitrógeno en las principales ciudades de Europa, entre ellas Milán, París y Madrid. (Foto Agencia espacial Europea)
Jorge Chávez Noriega

El se ha propagado rápidamente por todo el mundo, afectando a más de 200 países con más de 2.588.000 casos confirmados. Más de mil millones de personas están en cuarentena y las principales ciudades del planeta, esas enormes metrópolis que rara vez dormían, ahora lucen paralizadas. Desoladas. Esto, entre otros aspectos, ha generado que se reduzcan las emisiones de dióxido de carbono.

Así lo han demostrado unas recientes imágenes capturadas por el satélite Copérnico Sentinel-5P. Las fotografías revelan una fuerte reducción de las concentraciones de dióxido de nitrógeno en las principales ciudades de Europa, entre ellas Milán, París y Madrid.

De igual manera, las medidas restrictivas adoptadas por el gobierno chino ha provocando que las emisiones de gases de efecto invernadero hayan bajado más de un 25% en el país asiático, lo cual representa el 6% de las emisiones mundiales. La disminución de las actividades industriales, de transporte y comerciales le han dado un respiro a nuestro ecosistema.

La caída de contaminantes en el aire es “la más dramática en un área tan grande” en muchos años, según Fei Liu, un investigador de la NASA en el Centro de Vuelo Espacial Goddard. Ni siquiera durante la crisis económica y financiera de 2008 se vivió una caída tan repentina.

“El NO2 es un contaminante de vida corta, con una prevalencia en la atmósfera de alrededor de un día”, explicó a la agencia AFP un integrante del programa ambiental Copérnico de la Unión Europea, Vincent-Herni Peuch. “Como resultado, este contaminante se queda cerca de las fuentes de emisión y puede ser usado como un monitor de la intensidad de la actividad en distintos sectores”, indicó.

Sin embargo, los expertos destacan que menos NO2 no implica necesariamente un aire más puro, ya que hay otras partículas contaminantes que duran más en la atmósfera y que siguen teniendo efecto a pesar de la cuarentena.

“Hay algunas fuentes de emisiones, como la producción de energía y el uso residencial de energía, que no disminuyen de manera marcada cuando más gente se queda en casa”, recordó Peuch. Además, la contaminación del aire también depende del tiempo metereológico, que agrava o alivia la situación.

La exposición a la contaminación a largo plazo puede causar problemas respiratorios o cardíacos crónicos, así como cáncer de pulmón. Además, según la OMS, se calcula que la polución del aire provoca 8,8 millones de fallecimientos prematuros cada año.

El respiro que la Tierra está teniendo de nosotros le viene más que bien. //

Con información de AFP.

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