Ushuaia: un recorrido a través de la ciudad del “fin del mundo”

Un viaje directo hacia el invierno. Con opciones de diversión y relajo para toda la familia, la provincia de Ushuaia brilla como uno de los destinos argentinos más enigmáticos, con un espíritu mágico y paisajes inolvidables.

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Fundada en octubre de 1884, esta ciudad argentina se ubica a unos mil km de la Antártida, por lo que posee temperaturas bajas con una media anual de 6 °C. Propicio para los deportes de invierno, los expertos de Visit Argentina recomiendan viajar al lugar entre los meses de junio y octubre, pues las montañas se cubren de nieve y son perfectas para practicar disciplinas como esquí y ‘snowboard’.

Conocida como “la ciudad del fin del mundo”, en Ushuaia también se puede disfrutar de rutas de ‘trekking’ para admirar la biodiversidad del destino, con atractivos naturales impresionantes como lagunas de agua color esmeralda y nevados imponentes.

En esa línea, un imperdible es navegar por el canal Beagle, estrecho por el que viajan catamaranes, yates y veleros. En sus islas, se puede disfrutar de una visión privilegiada de la fauna del lugar: pingüinos, lobos marinos y cormoranes aguardan en el punto.

Otra navegación que se puede disfrutar en Ushuaia es hacia la isla Martillo, conocida también como “la pingüinera”, por ser la única colonia de pingüinos en Tierra del Fuego. Entre octubre y abril, se pueden avistar dos especies del ovíparo impresionantes: el pingüino de Magallanes y el pingüino Papúa. Las expediciones autorizadas para conocer el lugar son Onashaga Expeditions, Canoero, Tolkeyen y Ushuaia Boating.

TRAVESÍA INVERNAL

En Tierra del Fuego también se puede disfrutar del valle nevado en trineo. Aquí, son jalados por perros de razas nórdicas, en su mayoría husky siberiano y malamute de Alaska, quienes por instinto corren grandes distancias.

Esta actividad se puede realizar en cualquier época del año, y puede complementarse con un City Tour para conocer más de los rincones de la ciudad, como la Plaza Cívica, el mirador de Las Hayas y la antigua Casa de Gobierno.

Si de transporte se trata, otro que no puede perder de vista es el famoso tren del fin del mundo. Este parte desde la estación del mismo nombre, Fin del Mundo, a 8 kilómetros de la ciudad.

En una travesía de dos horas, permite apreciar desde sus vagones los bosques de Lenga y Ñire, el río Pipo y la cascada Macarena, hasta llegar a la última estación que está ubicada cerca de la entrada del Parque Nacional de Ushuaia.

Para completar la experiencia, se recomienda apostar por las opciones de gastronomía local, donde destacan platillos con centolla y merluza negra, típicos de la pesca en Ushuaia.

La ciudad del fin del mundo resulta cautivadora por donde se le mire. Empaque maletas y aliste un viaje hacia un invierno inolvidable. //