Productos tecnológicos fallidos, como un teléfono solo para tuitear, anteojos con imanes terapéuticos y un modelo del auto deportivo DeLorean de los años 1980, se exhiben esta semana en la feria de electrónica de consumo CES de Las Vegas.
“Muchos creadores piensan que son unos genios y que todo lo que están haciendo está muy bien”, dijo a la AFP Narek Vardanyan, organizador de esta “Galería de fracasos” en el Consumer Electronics Show (CES), que se realiza del 5 al 8 de enero en esta ciudad del oeste de Estados Unidos.
Pero, así “se puede gastar mucho dinero y perder muchos años”, advirtió.
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Vardanyan es el fundador de Prelaunch.com, una plataforma con sede en Armenia que se especializa en verificar la demanda potencial de nuevos productos al principio del proceso de creación.
En la “Galería de fracasos” también están el reproductor multimedia portátil Zune de Microsoft y la desaparecida consola de videojuegos Pippin de Apple.
Alrededor del 80% de los nuevos productos lanzados cada año no tienen éxito, a menudo porque los creadores no evaluaron si las personas realmente estaban dispuestas a gastar dinero en lo que estaban vendiendo, según Vardanyan.
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Si bien los gigantes tecnológicos pueden darse el lujo de que sus productos no funcionen, para las nuevas empresas puede ser el final.
“Creo que es muy bueno tener en cuenta los fracasos porque son valiosas experiencias de aprendizaje”, dijo Brad Holliday de ID8 Innovation, que asesora a grandes empresas que lanzan proyectos nuevos.
“Se puede ahorrar dinero a largo plazo”, agregó.
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La analista de Creative Strategies, Carolina Milanesi, dijo a la AFP que este año los fabricantes de dispositivos con innovaciones van a querer lanzar sus productos al mercado rápidamente.
Dadas las dificultades de la economía mundial, las nuevas empresas no tienen los cinco años que alguna vez esperaron para perfeccionar sus proyectos y evitar el fracaso, apuntó.
Hoy las empresas emergentes necesitan “apostar a que el dinero les entre en un futuro cercano”, enfatizó.
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