Bruno Ortiz Bisso

Puede ser considerada como una actividad sumamente inocua, pero no hay nada más alejado de la verdad. Estamos muy cerca de cumplir un año en pandemia. Pero también vamos a cumplir el primer aniversario del inicio de esa ola interminable de que atiborra con bastante frecuencia nuestro servicio de mensajería preferido (sí, estamos hablando de WhatsApp).

Estos mensajes o contener información malintencionada y que, en manos de una persona crédula o poco informada, se pueden convertir en la justificación para tomar decisiones que pueden ser hasta mortales.

(El Comercio)
(El Comercio)

“WhatsApp es la plataforma en la que ha sido más difícil combatir esta infodemia o epidemia de sobreinformación. El problema con este tipo de comunicaciones es que las recibimos de gente de confianza, que tiene nuestro número de teléfono, y muchas veces vienen desde nuestros familiares. Eso ya complica las cosas, porque cómo vamos a dudar de nuestros padres o nuestros sobrinos. Si a esto le sumamos que los apelan a nombrar a autoridades para intentar darle mayor credibilidad, lo único que nos queda es estar mucho más alertas que antes”, explica a El Comercio Christian Espinosa, especialista ecuatoriano en redes sociales y comunicación digital.

Para el experto, estar a la expectativa de la llegada de las vacunas y tener que seguir cuidándonos para evitar contagios es un terreno fértil para quienes quieren seguir sembrando la incertidumbre a través de estos mensajes.

“Por eso, no debemos guiarnos solo por estos mensajes, por más verosímiles que parezcan. Busquemos la fuente oficial [sus redes sociales verificadas o su página web], o vayamos al medio de comunicación tradicional de nuestra preferencia. Además, lo mejor que podemos hacer es cortar la cadena. No sigamos pasando esos mensajes. Podemos hacerle daño a alguien más sin quererlo, recomienda.


VIDEO RELACIONADO

WhatsApp presenta una función para combatir las fake news


TE PUEDE INTERESAR


SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER


SÍGUENOS EN TWITTER…