En la provincia de Denizli, situada en el valle del río Menderes al sudoeste de Turquía, se puede observar la cascada blanca de Pamukkale, conocida como 'Castillo de algodón'. Sin duda este es un paraje que vale la pena visitar por lo menos una vez en la vida.
La cascada de Pamukkale es una extraña formación geológica que a simple vista parece estar compuesta por terrazas escalonadas llenas de agua con alto contenido de calcio. Este lugar es ideal para disfrutar de los atardeceres junto a la cascada.
(Foto:padchas / Shutterstock.com)Aunque puede parecer que estas terrazas están hechas de hielo y nieve, es una simple ilusión óptica. Turquía goza de un clima cálido todo el año. El suelo está recubierto sólo de piedra caliza blanca. Este lugar es producto de los movimientos tectónicos que originaron numerosas fuentes termales de agua en la cuenca del río Menderes. Fueron esas fuentes las que originaron Pamukkale.
La ciudad y la cascada de Pamukkale fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1988 y el gobierno de Turquía tiene importantes programas de preservación. Para poder llegar a este hermoso lugar y disfrutar de las aguas termales, debes partir desde la ciudad Marmaris, Bodrum o Kusadasi. Un destino ideal que no puedes dejar pasar.
(Foto:Shutterstock)Para acceder al lugar hay que pagar entrada (unos 8 € al cambio) e ir descalzo por su interior.Antiguamente era posible bañarse en sus piscinas naturales, pero, como parte de las medidas tomadas para la protección del lugar, hace algunos años se optó por prohibirlo.