Bien dicen que aquello que es para ti te encuentra. La historia de la joven compositora e intérprete Daniela Prado lo comprueba. Su vida siempre giró alrededor de la música. Fue criada en un hogar musical por lo que desde pequeña sus días estaban acompañados de melodías y distintos referentes de la música andina. Su gran momento se dio en el 2014, cuando participó en el concurso de canto La Voz Kids. Desde entonces, Daniela no ha parado. Con determinación y talento, poco a poco ha ido construyendo su propio proyecto musical con la misión de mostrarle a las nuevas generaciones que nuestra música andina también se puede disfrutar, bailar y cantar. En el marco del Día de la música andina, que se celebró este 15 de junio, conversamos con la joven artista acerca de sus influencias, próximos proyectos y más.
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—¿La música siempre ha estado presente en tu vida?
Mi madre siempre dice que desde que nací fui musical. Me quedaba tranquila en la cuna cuando escuchaba música o cuando escuchaba el ruido de una licuadora me ponía a bailar encontrando un ritmo a ese sonido. Sí, la música siempre estuvo en mi vida, sobre todo porque mi padre Carlos Prado también es músico, un gran cultor de nuestra música andina, fundador y ex primera voz del Dúo Ayacucho. Entonces en casa siempre se escuchaba música, sobre todo la andina y latinoamericana.
—¿Cuando supiste que la música era lo tuyo?
Yo canto desde los 6 años y empecé en el Coro Los Cantores de Juan Macías donde fui solista y allí aprendí que la música necesita de mucha disciplina y pasión. Sin embargo, fue a los 14 años, cuando participé en La Voz Kids, que decidí vivir de la música. La experiencia en el concurso, el estar rodeada de músicos y respirar música todo el día, me hizo sentir que eso era lo mío.
—¿Sientes que elegiste el género del folclore o te eligió a ti?
Creo que me eligió. Debo confesar que cuando decidí iniciar mi proyecto musical yo apostaba por el pop, quizás influenciada por la moda o por mi propia edad, pues tenía 16 años. Sin embargo, cuando empecé a componer mis canciones siempre terminaba dándole un sonido andino. En mi mente escuchaba al charango, las zampoñas, y terminaba en un tono de huaino o saya, hasta que mi primer productor Yank Hasel me dijo: ‘Daniela lo tuyo es lo andino, la fusión’. Fue ahí que decidí sincerarme conmigo misma y ser honesta con lo que realmente quería. Yo quería hacer música andina, porque lo sentía y era feliz cantándola. Es así que empecé mi proyecto de Folclore Joven.
—¿Cómo te sientes componiendo e interpretando música que revalora la cultura peruana?
Me siento comprometida y privilegiada de representar el folclore joven del país. Mi objetivo es rescatar la sonoridad andina y llevarla a diferentes escenarios, donde los de mi generación sientan que con nuestra música andina también se puede disfrutar, bailar, cantar y pasarla bien. Mi música tiene sonido contemporáneo, pero el folclore es el centro rítmico, por lo que considero que más que fusión lo mío es folclore joven, de una generación que disfruta la música andina con sus propias características. Y todo esto ha sido posible gracias a mi banda que son parte del proyecto, todos jóvenes músicos que aportan a mi música y disfrutan, como yo, lo que hacemos en el escenario.
—Sabemos que también te desempeñas como coach vocal. ¿Cómo describirías esa experiencia?
Es la parte profesional de mi carrera. Lo artístico es mi proyecto de Folclore Joven y en lo profesional me estoy especializando como coach vocal. Soy estudiante de la carrera de Música en la UPC, el próximo año estaría terminando la carrera, y el Taller Canto Contemporáneo de Desiré Mandrile, me dio la oportunidad de compartir todo lo aprendido, pues también en ese taller me formé vocalmente desde los 15 años. Es una experiencia hermosa, pues me encanta enseñar, compartir el arte de cantar y me siento orgullosa de los avances de mis chicos y chicas.
—¿Cuál consideras que ha sido tu mayor influencia en el ámbito musical?
Mi primera influencia ha sido mi padre, definitivamente. Lo he escuchado desde que estaba en la barriga de mi madre y su música me ha acompañado siempre, es por eso que mi primer EP se llama Torcaza, en homenaje al huaino que él hizo popular con su voz: Paloma Torcaza, con la que me identifico mucho. Luego he crecido admirando a Damaris, Pelo D’Ambrosio, a la agrupación Alborada, Antología y al gran cantautor ayacuchano Miguel Mansilla. A nivel internacional, escuchar a Soledad, Illapu, Los Jaivas, Los Kjarkas me ha alimentado mucho musicalmente.
—¿Cómo se dio tu primera presentación en público?
La primera vez que me enfrenté solita al público fue cuando participé en La Voz Kids, pues antes lo hacía, pero como parte del coro y éramos muchos, pero en el concurso estaba sola!! frente a mucha gente que no conocía y un jurado de grandes cantantes. Tenía 14 años y me entró pánico. Recuerdo que minutos antes de salir al escenario sentía que mi garganta se cerraba, y mi madre me llevó al baño, me hizo hacer gárgaras de tara, y subí inmediatamente al escenario, tomé valor y me lancé. Desde allí ya es un aprendizaje continuo. Estar en un escenario es adrenalina pura, la meta de un cantante es hacer sentir, transmitir al público tus canciones.
—¿Crees que las plataformas como redes sociales/televisión te han permitido acercarte al público y difundir masivamente la música andina?
Definitivamente las redes sociales son muy importantes para difundir el trabajo, me ha ayudado mucho. Sin embargo siento que he logrado cautivar a más público con mis presentaciones presenciales y apariciones en televisión como La Voz Perú. Estas oportunidades me han ayudado mucho a empoderarme y ser más reconocida en el ambiente musical. Una anécdota, cada vez que tengo una presentación presencial o apariciones en televisión se incrementan los seguidores en mis redes sociales, incluso algunos me mandan mensajes diciéndome que me vieron cantar y que les encantó mi propuesta.
—¿Cuáles son tus próximos proyectos y sueños que quisieras cumplir?
Ahora estoy enfocada en realizar presentaciones en todos los escenarios posibles para dar a conocer el proyecto. Mi sueño es girar mucho, presentarnos (junto a mi banda) y llegar con mi música a todos los jóvenes del país. Gracias al apoyo de muchos empresarios y artistas, este año hemos tenido y tenemos la oportunidad de acompañar a grandes referentes de la música andina. En marzo pasado abrimos el concierto de los grandes Pelo D’Ambrosio, Yawar y la Hijas del Sol; este último sábado tuve el honor de estar como invitada de Antología.
EL DATO
Este lunes 20 de junio, Daniela Prado se presentará en el Café Concierto del Gran Teatro Nacional con una presentación única pues por primera vez se realizará un concierto accesible e inclusivo con herramientas de accesibilidad para la comunidad sorda a través de la interpretación de lengua de señas peruanas (LSP), junto a Moisés Piscoya - Intérprete LSP y Luccia Méndez Contreras, artista escénica con experiencia en LSP.
El 2 de julio la compositora cumple otro gran sueño: abrir el concierto de la agrupación Alborada. Esta será en el Parque de la Exposición e incluirá a un grupo de danza.
Por último, el 24 de agosto se presentará junto a su banda en La Noche de Barranco, un nuevo público al que le llevarán canciones con sonido andino.
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