
Sol, playa y arena. ¿A quién no le gusta disfrutar de esta época veraniega hasta el último rayo del sol? Con la llegada del incesante verano a Lima, no hay quién se resista a pasar los fines de semana (por lo menos) en la arena bajo el sol. Visitar las playas cerca a la ciudad, disfrutar del mar, tomar un buen helado.
Y aunque es inevitable caer en la tentación del ansiado bronceado, es importante recordar lo que el sol puede generar en nuestra piel. Las manchas por el sol son unas de las afecciones más comunes en pacientes de dermatología. Por eso, la médica dermatóloga, Claudia Castillo responde en esta guía algunas preguntas claves para cuidar nuestra piel en esta temporada. Sus consejos imperdibles: usar un buen protector, acudir al médico y empezar a cuidarnos desde niños.
─¿A qué le llamamos manchas en la piel?
Una mancha es un cambio de coloración en la piel. Suceden en todo tipo de piel y edad. Hay de todos los tamaños y pueden ser más clara o más oscura.
─¿Por qué aparecen las manchas en el rostro?

Por muchas razones. Depende del tipo de mancha que estamos hablando. Si hablamos de manchas oscuras, depende del diagnóstico. Por ejemplo, si fuera un melasma -que es el tipo de mancha más común-puede ser por el sol, por problemas hormonales o incluso, por genética. Su causa es multifactorial pero suelen aparecer por el sol. En cuanto a las manchas blancas podemos estar hablando por ejemplo de un vitiligo, que es uno de los más frecuentes. También de una hipopigmentación postinflamatoria, que es un tipo de mancha que nace a partir de alguna inflamación que existió en la piel: una picadura o un rasguño que se quedó como un tipo de cicatriz blanca en la piel. Es una huella en la piel. Depende del tipo de mancha y del diagnóstico.
"Los UVA tiene un tipo de longitud de onda que va a penetrar a las capas más profundas de la piel, va a entrar a las zonas donde se genera el colágeno, la elastina, va a producir daños en el ADN"
─En cuanto a las manchas causadas por el sol, ¿cómo se dan?
Sobre todo, por los rayos UVA. Los rayos UVA son parte del espectro de la radiación ultravioleta que genera el sol. Básicamente se diferencia de otros, por la longitud de onda. Los UVA tiene un tipo de longitud de onda que va a penetrar a las capas más profundas de la piel, va a entrar a las zonas donde se genera el colágeno, la elastina, va a producir daños en el ADN... Entonces, todo esto en conjunto hace que la piel sea más susceptible a envejecer y por ende, a tener manchas, así como flacidez o arrugas. Todo esto porque penetra en las capas mas profundas del piel, generando más daño en la matriz y en la estructura de la piel.
Por el contrario, los rayos UVB se quedan en la capa más superficial de la piel generando las quemaduras solares. Ambos están relacionados con las manchas y el cáncer de piel, pero los UVA en mayor medida.

─ Entonces, ¿cómo podemos evitar que aparezcan en nuestra piel, sobre todo en esta época de verano?
En general, ante cualquier afección en la piel y sobre todo prevención de manchas es importante la fotoprotección. El uso correcto del protector solar es vital. Es decir, usar un protector de alto espectro, que tenga un filtro para los rayos UVB y los rayos UVA. Y a estos (rayos UVA) estamos expuestos en nuestras propias casas: son los que sobre pasan las lunas y son los culpables de las manchas y el envejecimiento prematuro de la piel. Asimismo, la luz azul de los dispositivos electrónicos. Entonces, primero usar un protector de alto espectro. Segundo, usarlo a diario (invierno y verano) tanto fuera como dentro de la casa. Y por último, re aplicarlo cada tres a cuatro horas si estamos dentro de casa, o cada dos horas si estamos en exteriores o cada vez que sudamos o salimos del agua.
Es importante recalcar que la piel tiene memoria. Entonces, hasta los 20 años acumulamos el 90% de la radiación de toda nuestra vida. Entonces, es importante que a los niños se les inculque una cultura de protección porque al final llegas a los treinta y dices “Ya no me expongo al sol pero me siguen apareciendo manchas”. Lo que pasó fue que de niño(a) no te protegiste.
─Desde tu experiencia, ¿qué formulaciones o productos recomiendas?
En primer lugar, repito el uso diario de protección solar. En segundo lugar, productos como la niacinamida o el ácido tranexámico son súper efectivos con las manchas ya que la trabajan desde su interior, o sea desde la inflamación de la piel. Y son formulaciones amigables con la piel. Estos activos son buenos, antioxidantes. La vitamina C tópica también es súper importante en la prevención y tratamiento de manchas oscuras en la piel.
De todos modos, hay que tener en cuenta que cada piel es distinta, así que la primera recomendación siempre será ser revisado por un especialista.

─¿El tratamiento debe ser diferente según la edad? ¿Qué cuidados ante las manchas deben tener las chicas de 20? Y, ¿las mujeres entre 40 - 60?
La piel cambia con los años. Recordemos que a partir de los 25 años empieza una menor producción de colágeno y elastina. Entonces, por ejemplo los antioxidantes o algunos ácidos como el retinóico -que es una forma de la vitamina A en la piel- van a ser mucho más importantes en alguien entre los 40 y 60 años, que en alguien entre los 20 que no necesita reparar daños sino prevenirlos. El paciente de 20 normalmente solo necesita una buena hidratación y por ahí tratar una que otra patología. De todas maneras, cada caso es distinto. Pero entre los 40 y 60 por lo general sí hay que prevenir y muchas veces tratar para que al final no termine en algo malo.
En cuanto a las manchas, el tratamiento no varía, es decir se tratan con los mismos principios activos.
─¿Cuando es necesario acudir a un médico?
Siempre. En general, recomiendo a todos los pacientes que no se automediquen. Si notan la aparición de alguna mancha es importante que el médico especialista en piel la revise, lo más común es que sea una mancha por el sol. Un melasma o un léntigo, pero también podría ser otro tipo de lesión. Por eso es importante que el doctor la vea, la examine. Los dermatólogos tenemos aparatos especiales como lupas o dermatoscopios para poder distinguir entre algo bueno o algo malo y por ende darles el tratamiento correcto y sobre todo, efectivo.