Los tratamientos reductores se han convertido en uno de los métodos más usados para perder medidas. Pueden ser una excelente opción pero dependerá mucho del lugar donde te lo realices y de llevar una alimentación saludable.
También debes tener en cuenta el tratamiento que desees hacerte, el cual debe ser recomendado por un profesional, quien te indicará el más adecuado en función de tu organismo, metabolismo y tipo de grasa acumulada, así como la necesidad de cada paciente.
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“Las claves para que los tratamientos reductores funcionen son: asesorarse por un buen profesional y seguir sus indicaciones para mantener los resultados en el tiempo”, explica la doctora Jocy León, directora de Beauty Clinic, quien indica siete mitos y verdades respecto a estos tratamientos.
1. Los masajes reductores dejan moretones. FALSO. Cuando aparecen moretones o hematomas en la piel, es porque el terapeuta no realiza los movimientos en forma adecuada.
El objetivo de los masajes reductores es mejorar la zona y nunca deteriorarla. Sin embargo, será importante que el paciente indique durante la consulta y el registro de su historia clínica si tiene fragilidad capilar o si es alérgico a ciertos productos.
Si hay dudas, será mejor realizarse un test cutáneo para que el profesional tome precauciones.
2. Los masajes reductores tienen efecto rebote. FALSO. Un tratamiento realizado correctamente no puede ocasionar que el cuerpo vuelva a estar igual o peor que al inicio, siempre que la paciente se comprometa a cambiar sus hábitos: una alimentación balanceada baja en azúcar y grasas y complementar con actividad física.
3. El drenaje linfático elimina grasa. FALSO. El drenaje linfático por sí solo drena el líquido de la linfa y no grasa. Si este se complementa con otros tratamientos como lipoláser o cavitación, sí ayuda a eliminar parte de la grasa disociada por estas tecnologías.
4. Los masajes reductores no sustituyen una dieta sana y una rutina de ejercicios. VERDADERO. Los masajes tienen que ser considerados como un complemento para verte mejor o como un punto de partida, pero jamás como la única herramienta para perder peso.
"Es vital que el tratamiento reductor se complemente con una dieta ajustada al paciente y ejercicio para lograr mantener los resultados, ya que este tipo de tratamientos reducen medidas, más no peso”, enfatiza la profesional de Beauty Clinic.
5. En un tratamiento reductor puedes disminuir desde 2 centímetros. VERDADERO. Un buen tratamiento reductor debe disminuir como mínimo 2 centímetros, acompañando además con hábitos de vida saludables.
Incluso se puede llegar a reducir alrededor de 10 centímetros, si la paciente realiza actividad física en forma continua y lleva una alimentación adecuada.
6. Los tratamientos reductores duelen si tengo celulitis. VERDADERO. Estos tipos de tratamientos sí provocan dolor, por lo general, cuando la paciente tiene celulitis, ya que esta significa que la grasa está inflamada y el drenaje sanguíneo es incorrecto.
La intensidad del dolor dependerá del grado de celulitis de la persona. Se recomienda complementar con un tratamiento de ultrasonido.
7. Los masajes reductores en la zona abdominal, mejoran el tránsito intestinal. VERDADERO. El masaje permite movilizar y estimular el colón, mejorando en algunos casos el estreñimiento y el movimiento intestinal.