Selección peruana: cuando Marcos Calderón dijo no y Roberto Chale asumió como DT
Sucedió después del empate ante Colombia, en el Estadio Nacional de Lima por las Eliminatorias para el Mundial de México 1986. La novela tuvo de todo: el despido de Moisés Barack, la negativa de Marcos Calderón y la presentación oficial de Roberto Chale como nuevo entrenador de la selección nacional de fútbol.
El domingo 9 de junio de 1985, la selección peruana empató con Colombia (0-0) en un encuentro clave para llegar al Mundial de México 86. El combinado nacional no pudo superar a la férrea marcación colombiana, que bloqueó todo el sistema de juego peruano. Fue una actuación que decepcionó a miles de hinchas que asistieron al Estadio Nacional. Sin embargo, esto generó un daño mayúsculo: el resultado hizo que la dirigencia de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) y la Comisión para ese mundial decidieran sacar del cargo a Moisés Barack, director técnico del equipo.
Inicio de una novela
Al día siguiente, el lunes 10 de junio, se conoció sorpresivamente que Barack había renunciado a su cargo como entrenador. Esto transcendió luego de una reunión entre la Comisión ‘México 86’ y la Federación Peruana de Fútbol. Ahí la delegación conformada para ese Mundial presentó la renuncia, alegando que “el técnico había perdido la confianza de la mencionada comisión”.
El máximo ente rector del fútbol nacional no estuvo totalmente de acuerdo con la decisión. No obstante, creyó conveniente nombrar a otro entrenador en su lugar. El hombre elegido para ese trabajo era Marcos Calderón. Un viejo conocido que había sido campeón con la selección en la Copa América de 1975 y que bajo su mando logramos llegar al Mundial de Argentina 78. Todavía quedaba esperar si aceptaba la propuesta.
En esa reunión también decidieron que Roberto Chale, que era asistente técnico de Barack, se hiciera cargo de los entrenamientos de la selección desde esa misma tarde, pensando en el decisivo encuentro contra Venezuela. Sin embargo, en horas de la noche, el todavía entrenador del combinado nacional declaró a El Comercio que no había renunciado: “En la mañana me visitó el Comandante Miguel Vargas Merino en mi domicilio y me manifestó que no había pasado nada y que seguía gozando de la confianza de la comisión que él preside”.
‘No’ a la selección
El martes 11 de junio, Marcos Calderón, que en ese momento era entrenador de Universitario de Deportes, rechazó la responsabilidad de dirigir al seleccionado nacional. Dijo que no creía conveniente asumir el cargo porque había muy poco tiempo (solo cuatro días) para el partido contra Venezuela. Además, precisó que debía realizar una evaluación de todos los integrantes del equipo. Creía que el tiempo le resultaba muy corto.
Ese día, la selección peruana reinició sus prácticas en el Nacional, bajo el mando del aún asistente Roberto Chale. El entrenamiento estuvo marcado por la ausencia de Jerónimo Barbadillo. No obstante, la novela no acababa. Esto debido a que el mismo Barack insistía, una y otra vez, en que no había renunciado a la dirección técnica de la selección. Aunque sí dijo que estaba enterado de su separación del cargo. También manifestó que había recibido una oferta del club boliviano Jorge Wilsterman, la cual, en principio, había aceptado.
Chale es nombrado entrenador
El 12 de junio de ese año, la Comisión ‘México 86’ nombró de manera oficial a Roberto Chale como nuevo entrenador del equipo peruano. El cargo lo desempeñaría hasta la finalización de las eliminatorias mundialista. El ex seleccionado fue presentado a los jugadores en el vestuario del Estadio Nacional por el comandante Miguel Vargas Merino, presidente de la delegación mundialista.
Minutos después, el ídolo de la “U” señaló que asumía una responsabilidad muy difícil, pero que tenía plena confianza en que el equipo llegaría a su cometido. De esta forma, la comisión mundialista y la FPF acabaron con una inmensa crisis generada por la destitución de Barack, la negativa de Marcos Calderón y otros entrenadores para remplazarlo.
En esta disputa por el comando técnico nacional hubo muertos y heridos, y terminó con la renuncia de la comisión mundialista del doctor Fausto Alvarado, representante de la Asociación de Fútbol Profesional.