
Constantemente nos enfrentamos a una serie de desafíos que requieren de nuestro máximo potencial. Sin embargo, muchas veces el estar expuesto a estas situaciones de cambio, puede generar una mayor labilidad en nuestro estado emocional y desencadenarse sentimientos como el miedo, la frustración, la incertidumbre, la ansiedad y; sobre todo, desarrollarse un cuadro de estrés severo. Probablemente, uno de los momentos más importantes y determinantes en la vida de una persona sea el rendir el examen de admisión, el cual es el primer paso para lograr los objetivos profesionales planteados.
Por esta razón, los jóvenes que luchan por alcanzar una vacante en las distintas universidades e instituciones educativas, experimentan niveles muy altos de tensión, lo cual no solo puede afectar su desempeño en el proceso, sino también perjudicar su salud mental, en especial, su autoestima.
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¿Cómo aliviar la ansiedad frente a un examen de admisión?
Como destaca Roxana Miranda Enrico, jefa de la carrera de Psicología de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), es fundamental ser conscientes que cada persona vive esta experiencia a su manera y que cuenta con capacidades, habilidades y herramientas únicas y diversas; sin embargo, muchos alumnos pueden compartir sensaciones como el temor, la inseguridad, el miedo al fracaso y la ansiedad al tener que prepararse para un examen de admisión.
En este sentido, la especialista brinda algunas recomendaciones a tomar en cuenta para manejar la ansiedad durante este proceso.
1. Organiza tu tiempo y establece rutinas de estudio: es importante que el postulante establezca pausas entre las lecciones, ya que diversos estudios científicos demuestran que el proceso de aprendizaje y memoria pueden verse afectado si hay un cansancio extremo. Además, el tomar pequeños descansos permite que la información se procese mejor y que los conceptos sea más sólidos y significativos.
2. Diversifica tu agenda: la rutina permite una mejor organización, por ende, más capacidad para realizar distintas actividades que no únicamente están ligadas a lo académico, sino también a lo familiar, social y personal. Asimismo, tener en cuenta que nosotros al ser seres biopsicosociales debemos trabajar en distintas áreas de nuestras vidas para lograr un desarrollo integral.
3. Respeta tus horarios de sueño y comida: El dormir de 7 a 8 horas diarias es clave para un mejor aprendizaje y rendimiento, al igual que mantener una alimentación balanceada, puesto que nuestro cerebro requiere de ciertos nutrientes para mantener un funcionamiento adecuado. También, evitar el consumo de bebidas energizantes, las cuales generan un efecto contrario, puesto que interfiere en el metabolismo natural.
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4. No estudies un día antes del examen: en estos casos es muy común la procrastinación; no obstante, hay que considerar que el prepararse el día anterior puede dificultar el objetivo de retener la mayor cantidad de información, causando una mayor confusión y duda sobre lo estudiado, así como incrementar los niveles de ansiedad. Por ello, es recomendable prepararse con anticipación y previo al examen solo revisar los apuntes realizados.
5. Mantén una actitud positiva: si constantemente uno tiene pensamientos negativos e irracionales sobre el rendimiento antes del examen, es una especie de autosabotaje, ya que estamos condicionando nuestra actitud y emociones a una situación que aún no ha sucedido. Por esta razón, es primordial que confiemos en nuestras capacidades, para así lograr un mejor aprendizaje, mayor concentración y finalmente, un desempeño óptimo.
6. Busca relájate: la concentración es un elemento relevante para rendir correctamente un examen, por este motivo, una excelente manera de trabajarla puede ser por medio de alguna técnica de relajación. No es necesario ser un experto, simplemente podemos tratar de respirar profundo y despacio, y luego librar poco a poco el aire, siendo consciente de cómo se tensan y se relajan los músculos.
Autoevaluación para hacer frente a la ansiedad
En definitiva, este es un proceso bastante desafiante que conlleva una autoexigencia elevada, y si bien es cierto, es natural sentirse ansioso o tenso frente a un examen, es importante realizar un autoanálisis que nos permita entender qué genera esta situación en nuestras vidas. Por este motivo, Miranda considera importante realizar las siguientes preguntas, las cuales nos ayudarán a aclarar el panorama y con ello, a disminuir la tensión.
- Identifica tus emociones: ¿Qué siento? ¿Cómo lo pongo en palabras?
- Contrasta con la realidad: Lo que siento, ¿tiene base real o es más el temor a la experiencia?
- Recuerda experiencias propias: ¿He tenido experiencias así antes? ¿Cómo me sentí? ¿Cómo las manejé? ¿Qué pasó luego?
- Analiza tu esfuerzo: ¿Me estoy preparando o me he preparado adecuadamente para rendir este o estos exámenes?
- Expectativas: ¿Qué resultados creo que voy a tener? ¿Por qué creo que serán así?
- Visualiza distintos escenarios: ¿qué ocurriría si el resultado es positivo? ¿Y si es negativo?
- Confía en ti: Recuerda que fallar en un examen de admisión no es malo, pues tendrás más oportunidades para seguir intentándolo.

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