Es muy probable que, en algún momento de nuestra vida, nos hayamos cuestionado acerca de nuestro propósito como individuos, pues en cierta manera, es parte de nuestra naturaleza como seres humanos, ya que la capacidad de autorreflexión nos permite ahondar en nuestros pensamientos, emociones y también nuestra propia existencia, justamente con la finalidad de buscar entender el sentido de la vida. Sin embargo, cuando realizamos una introspección tan intensa y alcanzamos una consciencia aguda sobre la propia mortalidad, podemos llegar a sumergirnos en un espiral de confrontación constante con una serie de interrogantes en torno al ¿por qué estoy aquí?, la cual, sin duda, puede llevarnos a experimentar una profunda y permanente sensación de angustia o desesperanza.
Actualmente, a este sentimiento de vacío que se origina a raíz de la percepción de que la vida carece de propósito, se le conoce como depresión existencial. Si bien no está señalada en el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V), no es un concepto nuevo, pues durante siglos, este fenómeno ha captado la atención de diversos filósofos, psicólogos y escritores, como Viktor Frankl, autor del libro “El hombre en busca de sentido”, quien la definió como un momento de la vida del ser humano en el que se siente desorientado y con una falta de significado de su vida.
“Básicamente, es la sensación de estar buscando constantemente algo, sin ser consciente de qué es lo que realmente se necesita encontrar y, mucho de ello tiene que ver con la falta de conocimiento y aceptación de uno mismo. Además, es importante tener en cuenta que, la depresión existencial contiene solo parte de la sintomatología asociada al trastorno depresivo mayor y al trastorno depresivo persistente, comúnmente llamado: distimia. Por esta razón, esta desesperanza permanente puede llevar a las personas a padecer de alguno de estos trastornos mencionados”, precisó Fanny Abanto Casavalente, psicoterapeuta especializada en terapia de esquemas a Bienestar.
¿Es lo mismo una crisis existencial que una depresión existencial?
En definitiva, no es lo mismo, pues se suelen denominar crisis existenciales a aquellas situaciones transitorias que son desencadenadas a partir de un evento difícil en la vida de un ser humano, el cual pone a prueba su nivel de resiliencia. En cambio, la depresión existencial se considera como un estado psicológico persistente y de mayor duración.
“La crisis existencial se da en un corto período de tiempo en el cual, se produce un cuestionamiento interno, es decir, se replantea las siguientes preguntas: ¿por qué estoy aquí? o ¿qué sentido tiene mi vida? y cuando no se tiene ese “algo” aparece el vacío, la desmotivación y la desidia en la vida, en otras palabras, la depresión existencial”, destacó Lady Diana Cevallos Campos, psicóloga y miembro del comité de parejas y familias del Colegio de Psicólogos del Perú.
¿Cuáles son los signos y síntomas más comunes de la depresión existencial?
En primer lugar, aquellos individuos que están atravesando por una depresión existencial, empiezan a darse cuenta que, las actividades que antes los motivaban han perdido su valor, es decir, no le encuentran el sentido a lo que están haciendo, por ende, experimentan una sensación de insatisfacción constante frente a la vida. De igual modo, piensan frecuentemente que se han perdido muchas etapas de su vida o que les falta vivir o probar cosas nuevas, así como también sienten un temor y ansiedad al pensar en el futuro, dado que no logran visualizarlo con claridad. Además, están constantemente cuestionándose acerca de las decisiones que han ido tomando a lo largo de su vida, ya sea con respecto a su profesión, pareja, etc.
“Asimismo, pueden experimentar una angustia profunda, un sentido de inadecuación en el mundo en el que viven, presentan una falta de propósito de vida, sentimientos de no ser suficiente, al igual que, una sensación permanente de soledad y vacío, pese a que están rodeados de otras personas”, mencionó la psicoterapeuta.
¿Qué factores puede desencadenar una depresión existencial?
De acuerdo con Abanto, existen múltiples factores psicosociales que pueden llevar a una persona a desarrollar una depresión existencial, dentro de los cuales se pueden considerar los siguientes:
- Los cambios significativos en la vida de la persona: Tales como la pérdida de un ser querido, la transición y/o cambio del pensamiento filosófico o de la vida espiritual, el emigrar a otro país, una mudanza, un divorcio, la pérdida de empleo, una enfermedad, problemas económicos, etc.
- El ámbito social: Por ejemplo, falta de apoyo emocional de la familia y amigos.
- Ciertos aspectos a nivel psicológicos: Pueden ser las experiencias exasperantes en la infancia y adolescencia, los traumas, la violencia, el abuso, entre otros.
“A lo largo de nuestra vida, vamos experimentando diversas situaciones que muchas veces no son abordadas de una manera emocionalmente saludable. Por consiguiente, todo ello contribuye a que acumulemos inconscientemente y vayamos por la vida cargando sobre nuestros hombros una mochila llena de sentimientos desagradables, resentimientos, emociones incómodas, pensamientos negativos, patrones conductuales poco saludables y creencias irracionales, básicamente, sobre experiencias no resueltas; y ya que nuestro cerebro es una máquina especializada – entre otras cosas – a realizar asociaciones, cuando ocurre un evento detonante con algunas características que se encuentran dentro de esta mochila pesada, es entonces cuando la depresión viene a ser una suerte de “imán que atrae todo”. Es importante tener en cuenta que, si bien puede haber un factor detonante que nos lleva a desarrollar una depresión, en realidad, esta puede ser multicausal por todo lo acontecido a lo largo de la vida y que, lamentablemente no se ha resuelto de forma saludable”.
¿Cuáles podrían ser las consecuencias de una depresión existencial?
Es fundamental entender que, cada persona es única, por lo tanto, no todas experimentan la depresión existencial de la misma manera. No obstante, una de las consecuencias más comunes suele ser la pérdida de interés por vivir, así como también el aislamiento social y la aparición de dolores físicos. Igualmente, el individuo puede desarrollar una perspectiva negativa de sí mismo, del mundo y de su propio futuro, aseguró Lady Cevallos.
“En concreto, una depresión existencial puede llevar a una persona a padecer de un trastorno depresivo mayor y con ello, ser más propensa al suicidio. Sin lugar a duda, puede afectar significativamente la vida diaria y las relaciones personales, puesto que la depresión existencial repercute en la falta de energía para ir al trabajo, lo que podría ocasionar un mayor ausentismo laboral, al igual que se produce una falta de motivación para compartir con amigos y familiares. También puede tener problemas para sentirse conectado con otros individuos y, por ende, no sentirse aceptado o incluso, desarrollar problemas de índole sexual, tales como la disminución de la libido, entre muchas otras consecuencias”, señaló la especialista en terapia de esquemas.
¿Cómo se puede abordar la depresión existencial?
Si bien es cierto, no existe un diagnóstico de la depresión existencial en los manuales, como el DSM-V y el CIE-10, como recalcó la psicóloga, es muy importante considerar las siguientes señales de alerta para acudir a un profesional de la salud mental:
- Las actividades que antes te motivaban han perdido su valor, es decir, no les encuentras sentido a lo que realizas.
- Te sientes desmotivado para realizar las actividades cotidianas o laborales.
- Tienes una sensación de insatisfacción de manera general, aunque las cosas estén funcionando aparentemente bien.
- Sientes que no has disfrutado de muchas etapas de tu vida o que te faltan experiencias por vivir.
- Sientes que el futuro te da miedo, ya que no logras visualizarlo con claridad.
- Te cuestionas constantemente sobre tus decisiones y te preguntas para que estás en este mundo.
- El tiempo en que se han ido presentado todos estos factores.
“En cuanto a los métodos terapéuticos más efectivos para lidiar con la depresión existencial, principalmente se destacan: la terapia de aceptación y compromiso y la terapia de esquemas, las cuales están enfocadas en la importancia del conocimiento de los patrones de pensamiento y conducta. Básicamente, tienen como objetivo ayudar a cambiar la forma en cómo interactuamos con esos pensamientos y conductas, además, de que hacen especial hincapié en la búsqueda para encontrar un sentido de vida mediante las metas y valores. Asimismo, con estos enfoques se pretende validar las emociones, aunque sean incómodas, motivo por el cual, no se busca eliminar el dolor existencial, sino cambiar la relación que se tiene con el mismo, ya que este se debe visualizar como parte de la vivencia del ser humano”, explicó Fanny Abanto.
¿Qué medidas prácticas puede adoptar una persona que está lidiando con una depresión existencial?
Atravesar por una depresión existencial puede ser un desafío profundo y abrumador. Por esta razón, la psicoterapeuta brindó algunos consejos que podrían ayudar a alguien en esta situación:
- Busca la ayuda profesional de un psicoterapeuta o psiquiatra calificado, quienes proporcionarán una serie de herramientas y estrategias para enfrentar la depresión.
- Asegúrate de empezar poco a poco a reactivar tu autocuidado, ya sea alimentándote mejor, haciendo ejercicio, yoga, meditación, etc.
- Haz una lista de aquellas cosas que realizabas hace unos años y que dejaste de hacer, pero que te hacían feliz. Una vez que las hayas enlistado, inicia con alguna de estas actividades lo antes posible.
- Haz una lista de los lugares que no conoces y a los que te gustaría ir o aquellas actividades que te encantarían poder realizar. Por ejemplo, conocer una ciudad, visitar algún país, ir a un restaurante nuevo, cocinar una comida exótica, aprender a tocar un instrumento, inscribirte a un curso o especialidad, aprender a pintar en óleo, etc. Luego selecciona una de estas actividades y realiza un plan para llevarla a cabo. Solo recuerda: “una cosa a la vez”.
- Establece pequeñas metas alcanzables cada día, ya que estas pueden ayudar a recuperar el sentido de logro. Para ello, puedes tener un diario de logros, por pequeños que sean, permiten visualizar el progreso y fomentan una mentalidad más positiva.
- Participa en grupos de apoyo psicológico virtual o presencial y comparte tus experiencias, pensamientos y emociones. Sin duda, estar con personas que están pasando por experiencias similares proporciona una sensación de comunidad y comprensión.
“Es importante recordar que, la depresión no es una tristeza común ni un síntoma de la falta de voluntad o de un carácter débil. Una persona con depresión no puede superar este trastorno simplemente “poniéndose las pilas”, definitivamente, hay que aplicar un tratamiento con profesionales especializados en la salud mental. Igualmente, si conocemos a alguien que está lidiando con una depresión, es sustancial mostrarle nuestro apoyo, con la finalidad de que se sienta escuchada y comprendida sin ningún tipo de prejuicio de por medio”, enfatizó la experta del Colegio de Psicólogos del Perú.
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