La amiga sin derecho a reclamo
Mañana es mi cumpleaños número 42.
Y pensar que empecé a escribir este blog con treinta y cuatro años y la seguridad al 100% de vivir en un panorama alentador en cuestiones de pareja. En el 2007 estaba soltera otra vez y de vuelta al ruedo.
Después de unos meses en el circo me di cuenta que era la época de los populares “espíritus libres”, del “no eres tú, el problema es que soy demasiado independiente”, “necesito vivir nuevas experiencias” (ajá, cada fin de semana), “no estoy listo para algo en serio”, “hoy te duele, pero me lo agradecerás mañana” y demás babosadas que solo eran código para quiero terminar contigo, sea lo que sea que tengamos, claro.
He comprobado que si en su momento todo este festival de excusas para no decir las cosas era malo, ahora la situación es mucho peor.
¿Saben por qué?
Porque ahora además los patas que no nos quieren ni como trapeador para limpiar las profundidades de su ego, pretenden que seamos sus “amigas”. Sus AMIGAS. Y ojo, no estoy hablando de la “friendzone”, donde viven todos los que han sido choteados de cualquier posibilidad romántica por otro.
La nueva plaga de estos tiempos se llama “quiero ser tu amigo” o cualquiera de sus variantes: “quiero que sigamos siendo amigos”, “no quisiera jamás perder tu amistad”, “te valoro mucho para perderte como amiga” y el súper atrevido y conchudo “siempre serás mi mejor amiga”.
¿En serio? No jodan pues. Las solteras y solteros sabrán que no es tan fácil conseguir a alguien que tenga las tres B. Bueno, bonito y bacán.
Ahora además de tener el sector de los solteros divididos en dos grandes grupos: a) chibolos no saben dónde están parados ni en su vida ni en la suya y los b) chiqui-viejos, que es lo misma vaina que los chibolos pero que trabajan para vivir (no todos, ojo), ni el a) ni el b) tiene el primer requisito básico para una tener una relación: madurez emocional. Es más, ¿sabrán lo que significa? La verdad, no les debe interesar. Y nos les conviene.
Miremos mi vida sentimental ahorita. Es equivalente a cero. No tengo novio, no estoy saliendo con nadie ni tengo ningún pretendiente por ahí, ni agarre ni sexo casual.
Entonces, ¿alguien me puede explicar porque tengo tantos hombres a mi alrededor pegados con goma con el rollo de “eres mi amiga”?
Y yo sé lo que es ser una “amiga”, porque si algo no me falta son buenos amigos. Esta mancha está compuesta por:
- Eres mi amiga y quiero sex-chatear contigo.
- Eres mi amiga y ¿me puedes mandar un sexy selfie?
- Eres mi amiga y de paso ¿qué tienes puesto?
- Me encantas pero quiero salir contigo solo “como amigos” (y chaparte cuando me dé la gana).
- Nunca debí malograr nuestra amistad teniendo sexo contigo, pero podemos volver a ser “amigos” (¿y seguir teniendo sexo, claro?)
- Estoy con alguien, pero normal si te coqueteo contigo, porque eres mi… amiga.
- ¿Puedo ir a verte?, (y en tonito de advertencia) pero como “amiga nomas”.
Y si alguien se le ocurre reclamar, el otro sale con el clásico: “¡… pero si somos amigos!”
La que nació tonta se creerá todo este gileo/coquetería/escondite de segundas intenciones, yo ya no. Ya no, porque yala. Si he atracado seguirle el juego a alguien, ha sido porque me ha provocado a mí, la soltera sin compromiso y sin nada que esconder.
¿Desde cuándo la “carta” de la amistad también se usa de excusa para calentones de pantalla, pendejos en general, chibolos inmaduros, chiqui viejos que jamás madurarán, entre otros especímenes?
La verdad es un poco irritante tener este tipo de amigos que no lo son ni aquí ni en la China. Mis amigos, los de verdad, no me piden fotos para alegrarse el momento, ni me coquetean cuando se sienten solos, ni quieren tener sexo virtual conmigo porque no la hacen con nadie en la vida real. Justamente es a ellos a quienes les cuento sobre estos otros “dizque amigos” y nos burlamos.
Además, hay que tomar en cuenta que esto de la amistad no es una decisión unilateral. Cuando dos personas se gustan, tienen una relación o la tuvieron anteriormente y que por decisión de uno u otro, y esto se trunca, no se le puede chantar tan fácil el título de “amistad” cuando solo a uno le conviene para seguir teniendo sexo, porque se siente culpable o quiere seguir-pero a la vez no seguir con alguien.
Así no es broder, agarra tus pelotas y tómales todos los selfies que quieran, chatea con ellas también y mándales emoticones: mejor aún, ten una relación de amor con ellas dos (si la otra no se molesta). Yo no estoy interesada.
Si no quieres una relación conmigo, yo ya decidiré qué tipo relación quiero yo contigo. Yo no estoy obligada a ser tu “pata” si no quiero. Hay gente que no me interesa como “amigo” y punto. El cariño se muere a veces, otras la gente cambia y llega el momento de evaluar quién se queda en tu vida como “amigo” o simplemente como “pasado”.
El sábado pasado terminé en una azotea en una fiesta “arty” a las que iba hace una década, mi “amigo” se había ido a coquetear por aquí. Sola, en el frío de la madrugada miraba a los chibolos y chiqui viejos chupando chela caliente y pensé: estoy muy vieja para esto. Y no por la edad, sino cambian los gustos, costumbres, amigos, tipos de relación que queremos o simplemente yo ya no soy la misma (o ya no quiero lo mismo). Este regreso al 2007 no me hacía falta. Lo mismo opino de las relaciones de pareja.
Relaciones que no lo son o relaciones a medias, no quiero.
Eso es lo interesante de todo, el panorama se verá peor que hace algunos años, pero yo la tengo más clara que nunca. Busco novio, uno con las BBB bien puestas.
Ahora sí, me voy a empezar las celebraciones por mi cumple.
Pueden seguirlas en Instagram.
Esta canción está dedicada a mí:
Y voy a recibir las doce en mi cama con una botella de vino y un helado, viendo una película de los ochentas. Como ya lo he dicho antes, a veces quisiera que mi vida fuese una.