El cáncer no está en el radar de los políticos
Esta mañana (madrugada de Lima) tuve la oportunidad de inaugurar un curso de precongreso llamado “Colaboración Global en la Lucha Contra el Cáncer”.
La segunda conferencia, que me impresionó mucho, la dio el Dr. Doug Bettcher de la Organización Mundial de la Salud, y trató acerca de la carga mundial que representan el cáncer, el tabaquismo y las enfermedades crónicas y cómo conseguir dinero para combatirlas.
Quiero hacer un breve resumen de tan importante conferencia.Se denomina enfermedad crónica a aquella enfermedad que es incurable y que generalmente se presenta en los años maduros de la vida, siendo la mayoría de las veces causada por la adopción de factores de riesgo o características durante la juventud.
Por ejemplo, si durante la niñez o juventud, la persona fuma cigarrillos, no hace ejercicio, consume comida chatarra y abusa del alcohol, es muy probable que durante la vida adulta sufra de alguna de las cuatro principales enfermedades crónicas: enfermedades del corazón, diabetes, cáncer o enfermedades respiratorias tipo enfisema.
En otras palabras, es una versión del viejo dicho “por donde pecas, pagas…”
Pues bueno, es impresionante saber que esas cuatro enfermedades crónicas representan el 60% de todas las muertes en el mundo, y en contra de lo que se cree (que estas enfermedades son propias de los países ricos), le cuento que 80% de esas muertes ocurren en países pobres.
En ese contexto, el cáncer constituye la segunda causa de muerte después de las enfermedades del corazón, calculándose que solo en 2 años se convertirá en la primera (70% de las cuales ocurrirán en los países pobres).
Lo increíble es que de los casi 21 mil millones de dólares que distribuye el Fondo Mundial De la Salud (dinero que donan 24 países miembros y la Comisión Europea para luchar contra diversas enfermedades), el cáncer no recibe ni un sólo centavo.
Es decir, el cáncer, causa principal de muerte en el mundo, especialmente en los países pobres, no está en el radar de los sistemas políticos internacionales. Los programas de control de infección por el virus VIH por su parte reciben casi 5 mil millones de dólares, y el número de gente que muere por cáncer es mayor que las muertes causadas por la TBC, el SIDA y la malaria combinados.
En el Perú las cosas no son diferentes, si bien es cierto que el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas recibe algún dinero del gobierno para sus actividades asistenciales, tiene que generar sus propios recursos para sobrevivir; y la innovadora e importantísima Coalición Multisectorial Perú contra el Cáncer, una organización que tiene como responsabilidad cambiarle la cara al cáncer en el Perú, tiene que depender de dineros extranjeros para su supervivencia.
Al respecto, el Dr. Bettcher informó de una iniciativa que está dando muy buen resultado en algunos países de Asia: derivar parte del impuesto que se recoge por el cigarrillo al desarrollo de programas de prevención y promoción de la salud.
Al respecto, se informó en la conferencia que la cantidad de dinero que se recauda por impuestos al tabaco en los países pobres, es 5.000 veces mayor que la que se gasta en actividades de control del tabaquismo.
Qué bueno sería que el Ministerio de Economía y el Poder Ejecutivo supieran esto y compartieran parte del dinero que recaudan por el tabaco con los grupos que luchan contra el cáncer en nuestro pais…
En otras palabras, como dicen los criollos: ya pe compadrito; reparte, no seas vivo…