Cigarrillos electrónicos versus cigarrillos de tabaco
Fueron los europeos quienes le dieron un uso recreativo a los productos del tabaco. Primero imitaron la costumbre de algunos indígenas que usaban tabaco molido aspirado por la nariz y popularizaron el uso del rapé (de la palabra francesa râpé que significa rallado) en las clases altas. Luego, copiaron también el uso de quemar las hojas en una pipa, y esa práctica se generalizó en Europa. En Sevilla se perfeccionó la costumbre indígena de envolver tabaco desmenuzado y se inventó el puro, y por esa misma época, la gente pobre de la ciudad empezó a recoger las sobras de tabaco de puros y pipas, envolverlas en papel y fumarlas e inventó el cigarrillo.
Pero el invento que realmente cambió la historia de la humanidad, en lo que a la salud se refiere, no se hizo en Europa sino en los Estados Unidos y lo hizo un comerciante llamado James Albert Bonsack en 1880. Él inventó la máquina para fabricar cigarrillos, la que aumentó la producción de cigarrillos de cuatro por minuto que podía hacer a mano un trabajador muy especializado a la increíble cantidad de 200 por minuto.
La enorme producción de cigarrillos hizo que este producto se convirtiera en el siglo XX en el causante de la muerte de 100 millones de seres humanos en el planeta, un número que supera al número de muertes de todas las guerras que ha peleado la humanidad.
En la actualidad, el cigarrillo causa aproximadamente cinco millones de muertes en el mundo, personas que mueren de enfermedades del corazón (infartos cardiacos, derrames cerebrales), diversos tipos de cáncer y enfermedades pulmonares crónicas. Se calcula que el cigarrillo matará ocho millones de seres humanos el 2030.
La razón de semejante daño es que el humo del cigarrillo contiene más de 4.000 sustancias químicas que se distribuyen a través de la sangre por todo el organismo.
El cigarrillo electrónico
Concebido en concepto en 1927 por Joseph Robinson, no fue sino hasta 1965 cuando Herbert Gilbert, un militar norteamericano retirado, graduado en negocios y fumador de dos paquetes de cigarrillos al día patentó un aparato al cual llamó “cigarrillo sin tabaco y sin humo” que permitía al usuario aspirar aire húmedo y caliente con sabor a tabaco. Cuenta en una entrevista que presentó su invención a hombres de negocio, tabacaleras e incluso empresas farmacéuticas (porque él pensaba que su aparato podría también ser usado para administrar medicamentos a través de los pulmones). Nadie estuvo interesado en el producto y el Sr. Gilbert se olvidó del asunto y su patente venció. Su invento fue incluso publicado en la popular revista Mecánica Popular de diciembre de 1965.
No fue sino hasta el 2003 que el farmacéutico chino Hon Lik, fumador de dos paquetes de cigarrillos al día y que acababa de perder a su padre por cáncer de pulmón (el padre fumaba también), ideó una segunda versión de cigarrillo electrónico que patentó en la China en el 2003 y en EEUU en el 2004. La gran diferencia con el invento de Gilbert es que el aparato de Lik no solo produce aire húmedo caliente con sabor a tabaco sino que produce una gran cantidad de vapor, que da la sensación “muy real” de estar fumando un verdadero cigarrillo. Debido a que el usuario no elimina humo sino vapor, no se dice que esta fumando sino que esta “vapeando”.
Cómo funciona el cigarrillo electrónico
Básicamente el cigarrillo electrónico es un dispositivo eléctrico que calienta y vaporiza un líquido que contiene agua en el que están disueltas la nicotina y otras sustancias químicas que le dan sabor al vapor y estabilidad de la mezcla. Ese vapor pasa directamente a los pulmones del “vapeador” y le da al adicto la cantidad de nicotina que desea, pero además, -y allí está el gran problema de los cigarrillos electrónicos- hace que todas las otras sustancias químicas pasen también a la sangre del usuario.
Todos esos elementos (batería, mecanismo calentador y cartucho con la mezcla líquida de nicotina y sustancias químicas) están dentro de un cilindro plástico que remeda la forma y el tamaño de un cigarrillo. Cuando usted compra el dispositivo, parece que comprara un teléfono celular, porque viene con las baterías, los cables, conexiones USB y cargadores para la casa y el carro.
¿Qué se sabe sobre los efectos sobre la salud de los cigarrillos electrónicos?
La verdad que muy poco, como mencionamos, recién se empezaron a usar en los últimos cinco años, y es recién en los últimos dos o tres años que su uso se está masificando. ¿Cómo afecta a la salud el vapor caliente? ¿Cómo afectan el propilen glicol, el glicerol, los saborizantes químicos y otras sustancias como metales pesados y formol que se han encontrado en ellos? La verdad es que no se sabe.
El número de visitas a la emergencia por intoxicación de niños por la nicotina del cartucho del cigarrillo electrónico aumentó de uno al mes en 2010 a 200 al mes el 2014 y ya un niño murió en Nueva York el mes pasado por esa causa.
Obviamente los comerciantes aseguran que es mejor usar un producto que tiene pocas sustancias químicas que usar uno que tiene 4.000. Esa afirmación, que a priori suena lógica, de ninguna manera debe ser aceptada como una verdad. No se tienen aun los estudios que afirmen que los cigarrillos electrónicos sean una opción saludable a los mortíferos cigarrillos de tabaco.
El gran problema es que las agresivas campañas de mercadeo, promoción y propaganda de los cigarrillos electrónicos (se están haciendo ahora anuncios de televisión de cigarrillos después de 43 años) están haciendo que los jóvenes y adolescentes empiecen a “vapear” los cigarrillos electrónicos. De acuerdo al CDC, el número de estudiantes de la escuela secundaria en EEUU aumento el uso de cigarrillos electrónicos de 4.7 el 2011 a 10% el 2012.
Un área muy activa de investigación es la que se refiere al uso de los cigarrillos electrónicos para ayudar al adicto a que deje de fumar cigarrillos de tabaco. Algunos estudios demuestran que eso sería posible, pero la verdad no está aun dicha. En todo caso, es posible que el cigarrillo electrónico pueda ser usado por corto tiempo y bajo vigilancia médica para ayudar a dejar de fumar, pero no debe ser usado por largo tiempo como un reemplazo seguro del cigarrillo de tabaco.
Con relación a las ganancias económicas, estas ya son importantes, aunque aun relativamente pequeñas comparadas con los 80 mil millones de dólares anuales que ganan las compañías tabacaleras. Ya facturaron mil millones de dólares en el 2013 y este año 2015 se calcula que facturarán tres mil millones de dólares. En los últimos dos años, cada una de las grandes compañías tabacaleras transnacionales ha comprado o adquirido su propia marca de cigarrillos electrónicos, y se calcula que reemplazarían a los cigarrillos de tabaco en el año 2047.
En resumen, los cigarrillos electrónicos han llegado para quedarse y está en padres y educadores hablar con sus hijos para que sepan resistir la presión de grupo y no iniciarse en el uso de este aparato cuyo efecto en la salud es aún desconocido.
Y a los adultos que “de puro monos” se lucen “vapeando” un cigarrillo electrónico, les decimos que lo piensen dos veces. Es posible que sin querer queriendo se estén convirtiendo en propagandistas de un nuevo instrumento de muerte.