Perú, país insalubre
El Perú esta en pleno verano, y de acuerdo con el Ministerio de Salud, uno de los principales padecimientos de esta estación (probablemente el principal) es el de las infecciones gastrointestinales causantes de diarreas. Esta condición, llamada enfermedad diarreica aguda (EDA), es -de acuerdo con el Minsa- una importante causa de morbilidad y mortalidad en el país.
En su Boletín Epidemiológico de la semana 2 (enero 2016) -dedicado a la EDA- el Minsa hace notar que esas enfermedades constituyen un importante problema de salud pública en el mundo, especialmente en los países en desarrollo.
Luego de describir las características de la EDA en el Perú, se destaca con optimismo que se viene observando una ligera disminución en la morbilidad y mortalidad de ese problema y concluye que su control debe incluir, “Promover las medidas higiénicas y cuidado de los menores en el hogar, mediante el consumo de agua segura, alimentos en buen estado, lavado de frutas y verduras, lavado de las manos antes de comer y después de ir al baño”.
Lamentablemente, el Minsa, que nos recomienda que la práctica de la higiene es esencial para prevenir las enfermedades diarreicas agudas -y es la llamada a ser el ejemplo de higiene y salubridad para la ciudadanía- esta muy lejos de hacer lo que recomienda.
Baños del Minsa y EsSalud
¿Ha entrado usted alguna vez amable lector al baño de una posta médica o de un hospital del Minsa o de EsSalud en el Perú? ¿Ha visto en que deplorables condiciones de higiene se encuentran? Por increíble que le parezca, muchos no tienen agua, y si tienen agua, no tienen jabón ni mucho menos papel. Los inodoros están atorados, el olor (sobre todo en esta época de verano) es repulsivo y ninguno tiene papel higiénico.
La gran pregunta es ¿porqué? ¿Desde cuando se ha normalizado que la insalubridad en los baños del Minsa y de EsSalud sea aceptada sin chistar? ¿De quién depende que la salubridad sea la norma en las mismísimas instituciones que deben velar por la salud de la comunidad y que se supone, deben dar el ejemplo?
Sin duda que este es un tipo de grave maltrato y desprecio a las personas que acuden a las dependencias del Minsa y de EsSalud. Es una manera de expresar que esos peruanos y peruanas -incluidos niños- no merecen respeto ni consideración.
Baños en las escuelas
Si la salubridad en las dependencias de salud en el Perú es tan deficiente, la de las escuelas publicas es probablemente mucho peor.
Imagine a un maestro enseñando higiene básica a sus alumnos en una escuela del estado. Es muy probable que les diga que para evitar enfermedades hay que lavarse las manos antes de las comidas y después de ir al baño. Durante el recreo, los niños van al baño y no tienen agua, jabón ni papel y el inodoro esta ausente o es inservible.
Según el “Análisis y Situación del Desarrollo de Infraestructura en el Perú” del Instituto Peruano de Economía (IPE), mas de la mitad de las escuelas públicas en el Perú no tienen agua, desagüe ni electricidad, y en las zonas rurales, esa cifra llega al 80%.
Nuevamente, La gran pregunta es ¿porqué? ¿Desde cuando se ha normalizado que la insalubridad en las escuelas públicas del Perú sea aceptada sin chistar? ¿De quién depende de que los niños y niñas peruanas tengan el derecho de estudiar en una escuela con mínimas condiciones de salubridad?
Salubridad como política de estado
Esa triste realidad nos dice, sin duda, que la salubridad de la sociedad no es una política de estado en el Perú. Es evidente que la salubridad del país no es un asunto prioritario, ni para el Presidente de la República, ni para su gabinete ministerial (incluyendo al ministerio de salud). De otro modo, no se explica que en el Perú actual, la insalubridad sea la norma social vigente.
Y si alguien piensa que la salubridad no es el trabajo de un primer mandatario, veamos el caso del primer ministro indio Narenda Modi, un ejemplo de gobernante que escogió la salubridad como bandera de lucha. Al iniciar su mandato en 2014, prometió construir millones de letrinas para eliminar la defecación al aire libre de sus habitantes. En octubre de 2019, anunció el cumplimiento de su promesa. Su campaña Swachh Bharat (India Limpia), ha construido 110 millones de letrinas y -progresivamente- la gente esta dejando de defecar al aire libre.
He tenido oportunidad de discutir este asunto con varios ministros de salud e incontables autoridades. Todos escuchan, se asombran, admiten que es cierto, y pronuncian la clásica frase “tenemos que hacer algo”. Nadie ha hecho nada. ¿Será que mientras las autoridades tengan un baño limpio en el trabajo o en su casa no les importa que la gente viva en suciedad?
Mientras tanto, la basura sigue en la calle, los baños públicos siguen sucios, las mujeres que tienen deseos de usar un baño en un lugar público (incluido un hospital del Minsa o de EsSalud) tienen que aguantar hasta llegar a la casa. Los hombres que entran al baño sucio orinan en el suelo, y los niños que entran a un baño en un restaurante o la posta médica, salen con la idea de que la suciedad es normal en el Perú.
¿Podrá el Perú cambiar algún día esa realidad? ¿Tendremos algún día un gobernante que ice la bandera de la salubridad como política de estado y motor del desarrollo?
Es casi seguro que el líder que quiera hacerlo, enfrente muy poca oposición. ¿Quién podría oponerse a un Perú limpio?