La grapa argentina, el destilado de Malbec
Luego de una larga visita por varias regiones productoras de vino argentino: Cafayate en Salta, Neuquén y Río Negro en Patagonia y San Juan llegamos a Mendoza, nuestro último destino. Desde la llegada a este inmenso país, impresiona observar la organización el sector vitivinícola tan bien instalada en sus diferentes áreas y niveles. Desde las bodegas, pasando por gobiernos regionales de cuyas arcas se financia parte de las acciones que organiza y realiza Wines of Argentina, organización privada que trabaja concertando a nivel mundial las distintas actividades en pro de la producción vinícola de Argentina como marca país.
Durante la visita a varias bodegas de distintos estilos, tamaños, inversiones, infraestructura e historias, encontramos un destilado de malbec. Fue en las bodegas Rutini y La Celia quienes ofrecieron, al final de la comida, una copa de grappa de Malbec o como luego precisaron grapa, con una sola p pues con doble se utiliza para referirse al destilado italiano, aunque no existe consenso al respecto.
Este espirituoso, así como su similar italiano, se elabora con los orujos de la uva Malbec. Es decir se aprovechan todas las pieles o cáscaras y pepas de las cuales ya se consiguió un primer mosto para elaborar el vino. Con estos orujos se vuelve a conseguir un segundo caldo que se destila hasta tres veces, según la decisión del enólogo.
El líquido obtenido es de color transparente y oleoso. Sus olores recuerdan los frutos secos, su sabor es suave y agradable. La graduación alcohólica suele estar entre los 40 y 42 grados.
Según los especialistas, esta bebida no se comercializa a gran nivel, su consumo es más bien interno, aunque este viene incrementándose y recuperando gradualmente.
Notas de cata: Es un destilado que une la elegancia de su bouquet floral con la equilibrada presencia de las más finas notas frutales, típicas del racimo paradigmático de la Argentina.
Temperatura de servicio: entre 12º y 15º C