¿La mansedumbre depende de la genética?
Hace muchos años se realizaron estudios científicos en zorros silvestres para tratar de amansarlos. Al cabo de varios años, se empezaron a notar cambios en las nuevas generaciones. Lo curioso es que estas variaciones no solo eran de comportamiento, sino también físicas. ¿Se logró modificar su agresividad? Aquí la nota…
Napalmgram/ Flickr
Por el año 1950, se comenzaron a hacer estudios científicos para demostrar si la mansedumbre era o no hereditaria. Estas investigaciones comenzaron a realizarse en Rusia y en los Estados Unidos.
Se llevaron a cabo estudios en los zorros de piel. En Rusia, los científicos escogían a las hembras y a los machos más mansos, hacían que se reprodujeran y después de varias generaciones -unos 30 años en promedio- se descubrió que los zorros no solo habían cambiado su forma de comportarse, sino también ciertos rasgos físicos.
El zorro silvestre camina con la cola hacia abajo, pero estos especímenes la llevaban en alto y la movían cuando se acercaba algún humano en señal de obediencia (como lo hace hoy el perro). Eran muy cercanos al hombre, lo obedecían e incluso aullaban al verlo. Se le acercaban tal cual lo hace un perro con su dueño y se mostraban desanimados cuando este se marchaba.
Pero la cuestión no terminó allí; también aparecieron ciertos rasgos físicos nuevos. Por ejemplo, estos nuevos zorros llevaban en el pelaje una mancha blanca en la frente o en el pecho, ya no eran más de un solo color.
Estos cambios se lograron escogiendo a los zorros más mansos de una camada, jugando con ellos desde cachorros y domesticándolos poco a poco.
Curiosamente, la evolución de los lobos para a unirse a los perros tomó miles de años pero en el caso de los zorros se logró en un periodo muchísimo más corto.
Con el avance de la genética se ha descubierto que los zorros mansos y los perros tienen un gen que no está presente ni en los lobos ni en los zorros que no han sido manipulados. En conclusión, podemos decir que existe un gen que genera la mansedumbre y la unión con el hombre.
Lo que yo pienso como médico veterinario con más de 40 años de experiencia, es que desde hace bastante tiempo se vienen realizando manipulaciones genéticas en diversas especies y hay evidencias científicas que aún no han sido compartidas.
Sobre nuestro post de hoy valdría la pena preguntarnos si es que este gen podría estar presente también en los seres humanos. De ser así, ¿qué implicancias traería este hallazgo?. Para pensarlo…