Honestidad Brutal
Calamaro y la nostalgia de los amores feos
Honestidad brutal es reconocer que la nostalgia en este blog siempre ha tenido un impulso loco. Se llama Andrés Calamaro: flaco querido, auténtico primo y socio de la soledad que cantará en Lima este domingo (día de guardar). Honestidad brutal también es un disco doble con la mejor canción de rock en español de todos los tiempos: “Paloma” (del incansable Andrelo). Quiero (necesito) reservar cuatro de mis días solo para ensayar una suerte de peregrinaje antes de la llegada del músico que siempre esperé. Será raro, pero si bien Andrés llegará a Lima con el repertorio reforzado por su último disco “La lengua popular” pienso que esos miles que haremos cola desde muy temprano estaremos con él esa noche porque aún “no le hemos puesto flores a la tumba del pasado”.Honestidad brutal es sentirnos vulnerables a lados más amables y tener una banda sonora para simbolizar el desliz. Es honesto (y algo bruto también) caer en la sana crueldad de recomendar a Andrés Calamaro como despertador para dejar de soñar con los amores buenos y retroceder en el tiempo para saludar a lo que no pudo salir bien. Un disco de Calamaro no es un verso perdido dentro de un poema, es la narración pesimista de lo que te pasó (y que quizá te siga doliendo). Ese es el juego, “no cometas el crimen varón si no vas a cumplir la condena”.
Honestidad brutal fue el mismo Andrelo cuando en entrevista concedida a Susana Giménez dijo que “iba a seguir cantando porque la gente merecía saber toda la verdad”. Eso es. ¿No vale la pena hablar de aquellos años pasados? La nostalgia de los amores feos, para mí, tiene en Calamaro al mejor colega. Al hermano, al verdugo, al maestro, al jugador. “La vida es una cárcel con las puertas abiertas”, condena el genio. Y los presos de esos tiempos imperfectos saldremos sin compañía rumbo al Monumental de Ate para morir y resucitar frente a un escenario.
Honestidad brutal es reconocer que este post no es ni colegial, ni infantil, mucho menos adolescente. Chespirito descansa con una sonrisa guardada para todos y Kevin Arnold creció después de despedirse de Winnie Cooper. Honestidad brutal es no negar ese recuerdo gris y dañado que todos tenemos y que quizá se anime a despegar como alma liberada después de escuchar en vivo al gurú de los desencuentros, el buen Andrés.
Es honesto, y soberanamente brutal, compartir al mejor Calamaro, el prolífico y doloroso. Al que aún no encontraba el orden, al extraviado en pistas sin cruce peatonal. Hoy Andrés está rehabilitado de los consumos, se casó y tuvo un hijo. Maduró el carcelero de tu lado más grosero pero como buen soldado de tu lado malvado saldrá la noche de este 26 de octubre “para no olvidar”.
Es honesto (y tal vez algo bruto también) darle solo cinco días de vida a este post nebuloso. Quería hacerlo porque a pocos días de cumplir cuatro meses con el blog es inevitable agradecer a uno de los mejores acompañantes en cada uno de los posteos. Esta mañana comenzaré el peregrinaje, convocaré a los amigos, mandaré hacer una bandera que diga “la moneda cayó por el lado de la soledad, otra vez…” y repasaré el repertorio. Falta poco, casi nada, gracias Andrés por darte una vuelta por Lima y por enseñarnos que “todo lo que termina, termina mal, poco a poco, y si no termina se contamina más”.
Gracias Andrelo por tu regreso, por las 500 canciones. Por las frases y la enseñanza. Por ser una máquina de melancolía cruda. Por decir que “mientras tomabas tequila dejaron atrás dos almas rotas” o por preguntarle al mundo si sintió alguna vez el corazón roto. Cuento las ochenta horas (mil horas) que faltan para que aparezcas. Solo me detengo para dejarte bien recomendado en este espacio de nostalgias. Andrés Calamaro, “grosso” de Buenos Aires, eres el más grande hacedor de contradicciones musicales al raspar una inesperada felicidad con la más triste de las canciones. Domingo 26 de octubre del 2008, explanada del estadio Monumental de Ate. Ahí vamos.
¿Te pasa lo mismo cuando escuchas las canciones de Andrés Calamaro? ¿Con cuál de sus canciones tienes el recuerdo más honesto y brutal? ¿Nostalgia o masoquismo? ¿Recuerdas cuál fue tu último amor imperfecto? ¿Irás al concierto? ¿Qué canción crees que no debe faltar esa inolvidable noche? ¿Te animas a citar una de las frases memorables que se extravían dentro de las composiciones de Calamaro?
ACTUALIZACIÓN: ANDRÉS CALAMARO LLEGA MAÑANA A LAS ONCE DE LA NOCHE (UNOS MINUTOS MÁS QUIZÁ). UNA DELEGACIÓN DE “FANAS” SALDRÁ EN UN BUS A LAS NUEVE DE LA NOCHE (AL FRENTE DE LA CATÓLICA, LLEVEN DOS SOLES QUE ES EL PAGO SIMBÓLICO). NOS VEMOS ALLÍ
A continuación tres de las mejores canciones (a mi gusto) del ‘Salmón’: “Paloma”, “Crímenes perfectos” y “Algún lugar encontraré”.