Winnie Cooper se casó de blanco
Foto: Cortesía de http://www.people.com
Y NO INVITARON A KEVIN ARNOLD
Hay círculos que solo pueden cerrarse con la llegada de una invitación escrita sobre ese desabrido papel color caqui. Hubo un día en el que, al igual que Kevin Arnold, dejé partir a alguna Winnie Cooper con la promesa de escribirle todos los días. Podían pasar años, personas y lugares, pero ese boomerang afectivo se hacía incesante y perpetuo. Cuando juegas a ser científico loco que se desvive en reinventar cariño, solo hace falta un parte matrimonial o algún aviso en los periódicos para escuchar la última canción. Hace tres días desperté tarde y vi el capítulo 57 de “Los años maravillosos”. En ese episodio llamado “Corazón roto” la Cooper se despide de Kevin (por primera vez) porque se había enamorado de otro muchacho. Esa triste escena, esa repetida frase, quizá haya sido el presagio de lo que me enteré horas después.
Winnie Cooper se casó (con otro).[Sugerencia: Continúa leyendo este texto escuchando "When a man loves a woman". Dale al play]
When A Man Loves A Woman – Marvin Gaye
(…)
La chica que vivía al frente le dijo que sí a un sujeto que no eras tú (ni yo). Fue en una pequeña capilla de California donde se acabaron las ganas de ver esas repeticiones del capítulo final, donde todos alucinábamos escuchar un destino en común. Y así olvidarnos que Winnie viajaba a Francia, que volvió después de ocho años y que Kevin la recibió con su esposa y su primer hijo. Pero a Winnie no le alcanzó el cariño ni el tiempo para quedarse, siempre estuvo lista para irse. Duele verla vestida de blanco, porque la esperanza es de vidrio (hace daño cuando se rompe).
Allí está Winnie Cooper, aparece vestida de blanco y sonríe. Su novio-esposo mira al lente con la seguridad de ser el último. Ganador e indiscutible. Así tenía que ser. Lo primero muy pocas veces resiste a tantas caídas y se rinde en algún inconsistente proceso de sanación interior. Está escrito que los últimos serán los primeros, pero nunca viceversa.
Ver a la compañera de tanto tiempo firmando su carta de compromiso, es una severa cachetada a la perennidad de la ilusión. Por eso me despido de ti, Winnie Cooper total. Chica de siempre y de ahora. Emblema de los vaivenes, garantía de reencuentro, asignatura pendiente. Tú también despídete. Déjala ir. No esperes a que un parte color caqui, a que un nick del messenger o estado del facebook derrumbe sin pedir permiso lo que te quedó de aquellos años maravillosos.
Winnie Cooper, la verdadera, o mejor dicho Danica Mckeller, se casó. Como todas. Winnie se nos fue, forever and ever. Han pasado tres días de eso y no sé si cuando lleguen mis días de descanso vuelva a buscar el canal 2, para ver a las once de la mañana las repeticiones de la mejor serie televisiva de todos los tiempos. Ya no sé, siento que el último capítulo fue aquel cable urgente del martes que anunció la boda del primer amor. A muchos ya nos ha pasado algo parecido, a muchos incluso nos invitaron. “La vida es una cárcel con las puertas abiertas”, diría el sabio.
Hay noticias que no deberían circular. Winnie Cooper, en el peor de los casos, debió casarse en secreto. Por respeto a Kevin, por respeto a nosotros. Un amigo me cuenta que la “boda de Winnie” es uno de los textos más leídos y revisados en el ciberespacio. Los más nostálgicos podemos hacer un minuto de silencio o instaurar al 24 de marzo como el día oficial de los corazones mutilados.
¿Tu también te casarás, mi Winnie Cooper personal? ¿Leerás esto desde algún lugar? ¿Qué se siente que tu inolvidable ex aniquile el verbo pasado por un mejor futuro (sin ti)? De todas maneras eso ocurrirá, y mientras más me convenzo de eso, me doy cuenta que esa sensación de ver juntos por última vez a Kevin y Winnie quedó perdida en algún agujero negro. Ya no más, Super Cooper.
Porque tú también tuviste un bosque Harper, un primer beso inocente y un último discurso culpable. Porque tú también fuiste duro cuanto ella te pidió terminar y le dijiste que “esa relación no había significado nada para ti”. Porque dejar un espacio para la espera interminable es también una forma de complicidad.
Se ha cerrado una etapa, se ha terminado la serie de tu vida. Ya ni siquiera quedan alucinaciones en tu mundo paralelo para imaginar el epílogo perfecto. Despierta, Winnie no se casó con Kevin y su dama de honor fue Becky Slater de “Los años maravillosos” o Crystal McKeller, la hermana de Danica (Wendolyne).
Un frío e inútil cable de noticias, redactado con la desprolijidad de los partes policiales, nos invitó a salir de ese país imposible donde todo sale como tú quieres. Winnie Cooper, la de verdad, al igual que la tuya o la mía, será feliz y se casará de blanco. La nostalgia muchas veces es detenerse donde la tienda ya cerró. Que ese afán por vivir en retro no sea tampoco una suerte de engaño inclemente. Que Winnie Cooper viva su luna de miel, que tenga hijos, pero que no regrese.
Acéptalo varón. Todas se casarán. Eso sí, no esperes la invitación a la boda. Kevin Arnold tampoco lo hizo, él prefirió cambiarse de nombre y comenzar de nuevo. Esa quizá sea la fórmula, ser otro para que el pasado no te encuentre.
¿Cómo recibiste la noticia del matrimonio de Winnie Cooper? ¿Las chicas tendrán la misma sensación si se hubiera publicado el matrimonio de Kevin Arnold (creo que fue secreto)? ¿Cuál es la escena más nostálgica que recuerdes de nuestra gran serie “Los años maravillosos”? ¿Kevin y Winnie son el emblema del primer amor o de los mejores ex? ¿Tu “Winnie Cooper” te invitó a su matrimonio? ¿Y tu “Kevin” lo hizo?
La palabra es de ustedes
[AVISO: Desde mañana (y todos los martes), la nostalgia de este blogger tendrá un espacio adicional. Será en el suplemento Deporte Total de este diario. Un memorex deportivo en momentos donde el presente duele tanto. Ojalá puedan acompañarme también en la versión impresa de El Comercio]
[Este video ya lo publiqué antes, pero es el que mejor resume la relación entre Kevin y Winnie. Con el fondo musical inmejorable de la gran Karla Bonoff y su canción "Wild Heart Of The Young". Muy recomendable]
[Dos de las escenas más tristes de "Los años maravillosos". Cuando Winnie decide dejar a Kevin y cuando Kevin le dice que "no quiere ser su amigo". ¿Cuántos habremos hecho eso?]
[El primer beso de Kevin Arnold y Winnie Cooper. El día de la muerte de Brian Cooper (capítulo 2 de la serie). La canción de fondo es "When a man loves a woman" de Percy Sledge. Con esta escena me quedé pegado a la serie hasta hoy. Genial narración, inolvidables canciones]
EL NOSTÁLGICO DE LA SEMANA
[Rocío Durcal, joven y bonita, en su momento estelar. La película "Amor en el aire" donde también actúa el buen Palito Ortega. La canción tiene el mismo nombre de la producción. Más nostálgicos no podemos estar]
LO MÁS CURSI
[Un cantante que merece ser caserito en este blog, el venezolano Carlos Mata y uno de sus grandes hits "Déjame intentar". No recuerdo bien de qué novela era esta balada del mal. Pero miren cómo canta la gente, cómo canta]
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