Perú ya tiene una futura figura del toreo, Andrés Roca Rey
El sábado, en el coliseo romano de Nimes, Francia, el joven torero peruano, con solo 18 años, tomó la alternativa de manos de Enrique Ponce, en una triunfal corrida.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
El sábado, Andrés Roca Rey −18 años aún; juventud y frescura reflejadas en el rostro−, con el capote sobre el brazo, pisó el ruedo milenario de Nimes y se acercó parsimoniosamente adonde lo esperaban, a pocos metros de la barrera, Enrique Ponce −43 años, 26 como matador, mostrando en el rostro su lucha y triunfo en mil batallas− y el francés Juan Bautista. El valenciano, con la muleta plegada en la mano izquierda y el estoque atravesado encima del paño rojo, mirando de abajo hacia arriba al espigado peruano, le deseó la mejor de las suertes en su futuro como matador y le entregó muleta y espada, recibiendo sobre su brazo, el capote de Roca Rey. Un emocionado abrazo selló la ceremonia.
Se había repetido, una vez más, el rito centenario de la alternativa: el doctorado de un nuevo matador de toros –joven y con una vida taurina por delante− a cargo de un torero veterano. El traslado del testigo de la tradición taurina –en sencilla pero emotiva ceremonia−, para asegurar la continuidad de una expresión artística que exige jugarse la vida por la estética. El sacerdote, experto en el oficio del rito taurino, transfiriendo la herencia no escrita de la tauromaquia al nuevo oficiante. Dos mil años, grabados en los muros de piedra del circo romano francés, contemplaban la escena.
La corrida se había iniciado con una estruendosa ovación para el peruano −protagonista de la tarde−, actualmente el principal exponente mundial de la savia nueva, del refresco generacional de la tauromaquia. ¡Un orgullo para el Perú! Pero Roca Rey, respetando el rito y la veteranía, le pidió a Ponce y a Juan Bautista que saliesen ellos por delante a recibir la ovación, saliendo él finalmente al ruedo, a agradecer su ovación.
En el ocaso de la corrida memorable, los muros romanos teñidos de rojo por el sol poniente, Ponce –dos grandes faenas y tres orejas− salió en hombros por la monumental ‘Puerta de los Cónsules’ del coso de Nimes; junto a él, también en hombros, Juan Bautista, tres orejas y una gran estocada. Ambos invitaron al peruano a acompañarlos, que solo había cortado dos trofeos (una tras cada faena), pues su segundo toro fue imposible. Alzaron también en hombros a Andrés, que habiendo podido salir de la plaza con ellos −a pesar de cortar solo dos orejas−, respetuoso de las normas de la plaza y de la tradición –tres como mínimo para salir por la de los Cónsules−, salió en hombros por la otra puerta, la de cuadrillas. Sencillez, inteligencia y los pies en la tierra, a pesar del momento; sin necesidad de tener detrás al esclavo que sostenía la corona de laurel a los generales romanos en sus triunfos, recordándoles que solo eran mortales; algo que Andrés deberá tener siempre presente para seguir superándose.
LAS FAENAS DE ROCA REY
Andrés llegó a la alternativa sin que le pudieran sacar siquiera los puntos de su última cornada en la pierna derecha −de 18 cm y sufrida hace solo 12 días− y con la mano izquierda fracturada. La pierna vendada y una férula en la mano, pero él jamás denotó dolor o molestia alguna. Valor estoico.
El de la alternativa fue ‘Pocosol’, de Victoriano del Río, de capa tostada, N° 8, con cinco años y siete meses y 592 Kg. Toro de bonitas hechuras que tuvo son, embestidas acompasadas y fue pronto, pero con poca fuerza. Roca Rey deslumbró con su variado uso del capote; lances de todos tipo, con pureza en la ejecución y pasándose los pitones muy cerca sin inmutarse ni moverse un ápice. Su vistoso capote; las airosas evoluciones de la tela grana y oro y su quietud, encandilaron al público. Con la muleta toreó con clase y arte, pero el viento, que hacía flamear la franela y la poca fuerza de ‘Pocosol’ dificultaban las cosas. Sin embargo, su temple, su pasmosa habilidad para evitar que el toro tocase la muleta y su valor, le dieron a la faena el brillo que la poca fuerza del toro y el aire querían restar. Estocada que cayó baja y el premio de las dos orejas quedó en solo una.
Su segundo toro –de Juan Pedro Domecq, que mostraba cualidades y clase− fue devuelto por malograrse una mano, tras otro fajo de brillantes capotazos de Roca Rey. El reemplazo, de Victoriano del Río, fue complicado y peligroso, no apto para el triunfo. Pero justamente en esos toros se aprecia y destaca el toreo poderoso de Andrés. Se impuso sobre el astado, sin volver la cara y sin precaución ninguna. Lo enganchó a mitad de faena por la pierna herida, le destrozó la taleguilla y lo forzó a caer sobre la mano fracturada. Ni se miró, ni mostró el enorme dolor que soportaba. Indoblegable fuerza de voluntad para sobreponerse a la adversidad. Se volcó sobre el toro y dejó una estocada fulminante. Una merecida oreja que bien pudieron ser dos.
Vea un resumen en video de la alternativa:
https://vimeo.com/139808698
ENTREVISTA CON ANDRÉS ROCA REY
“Que siguiera como hasta ahora”
−¿Cómo te sientes, ahora ya siendo todo un matador de toros?
Feliz; satisfecho y dispuesto a seguir dejándolo todo en el ruedo y esforzándome al máximo para triunfar cada tarde.
−¿Adolorido tras la voltereta?
Un poco; sobre todo en la mano; debe haberse fracturado un poco más, pues caí sobre ella. Pero ya estoy deseando volver a torear.
−¿Qué te dijo Ponce al darte la alternativa?
Me deseó mucha suerte. Que siguiera con la misma actitud, como hasta ahora. Que el toreo es una carrera muy dura pero que es la más bonita del mundo y que nos veríamos en Acho, en el mano a mano, el 29 de noviembre.
−¿Todo bien para tu próxima corrida, mañana martes, en Logroño, con dos figuras como Morante de la Puebla y El Juli?
Sí, todo bien. Será difícil alternar con esos grandes toreros, pero saldré, como siempre, dispuesto a triunfar.
−¡Felicitaciones, matador! Eres el orgullo del Perú taurino.
Muchas gracias; siempre llevando a mi país en el corazón.
NOTICIAS DEL MUNDO TAURINO
DOLOROSA LESIÓN
Ponce, rotura de fibras en Nimes
El sábado, en la alternativa de Andrés Roca Rey, al entrar a matar a su primer toro, sufrió la rotura de fibras del músculo abductor. Fue tras una magistral faena, apta solo para aficionados −sin relumbrón, pero con un poderío lidiador y valor admirables− a un complicadísimo astado. Es una dolorosa lesión que ya sufrió en 2013. A pesar de ello, lidió al cuarto, al que incluso cojeando, cuajó una faena de dos orejas.
Al día siguiente, su traumatólogo, el Dr. Ángel Villamor (quien le reconstruyó la clavícula, tras la cogida de Valencia, del año pasado) lo atendió en Madrid, le infiltró células madre para acelerar la regeneración de las fibras musculares y anunció que la recuperación tardaría al menos 30 días.
Debería recuperarse en dicho mes, por lo que estaría en Acho el 29 de noviembre, para el mano a mano con Roca Rey.
OTRO TRIUNFO MÁS
Joaquín Galdós, en hombros en Guadalix
El sábado, en San Agustín de Guadalix, en la sierra de Guadarrama, a las puertas de Madrid, Joaquín Galdós cortó un total de tres orejas, toreando con gusto y decisión novillos de La Quinta; de Santa Coloma, con la emoción y el picante en la acometividad de dicho encaste. Ginés Marín también cortó tres trofeos, pero Varea solo escuchó tibias palmas.
En Guadalix se lidian astados serios y con trapío, pues atrae a exigentes aficionados madrileños, que fueron hasta allí para ver los progresos de Joaquín, quien toreará el 1 de octubre en Las Ventas, con novillos de El Torreón, frente a Filiberto y Alejandro Marcos.
Vea un resumen en video de las dos faenas de Joaquín Galdós:
http://www.dailymotion.com/video/x37cltr_galdos-s-a-guadalix-19-sep-2015_creation