Cocinando con el Nintendo DS
Una de las características más interesantes del Nintendo DS es lo amplio de su catálogo de juegos. A propósito del lanzamiento de Personal Training: Cooking, me aventuré a preparar una de sus recetas para ver qué tan efectivo podía ser. El resultado a continuación.
Antes que nada debo decir que soy un cocinero inexperto. Con unos amigos había preparado algunos platos siguiendo recetarios pero habían quedado casi incomibles, a excepción de unos rolls japoneses que hicimos entre seis personas, y en cuya preparación prácticamente no me inmiscuí.
Sin importar mis malas experiencias del pasado, me puse a buscar entre las 245 recetas que hay en el juego y finalmente me decidí por el pollo teriyaki. Esto, porque podía conseguir la mayoría de los ingredientes y porque ya lo había probado en algún momento y me había gustado. Todo estaba decidido, al día siguiente iría por los ingredientes que faltaban.
La lista de ingredientes, para cuatro personas, era la siguiente:
- 480 gramos de muslos de pollo deshuesados
- 8 arvejas verdes
- 1 cdta de aceite vegetal
- 100 ml de sake
- 100 ml de mirín
- 100 ml de salsa de soya
- 2 cdtas de jugo de jengibre
- 1 cdta de salsa de soya
- 2 cdtas de aceite vegetal
Ese domingo me levanté tarde. Ya eran cerca de las once de la mañana cuando salí de mi casa rumbo al mercado de Surquillo. Lo primero que compré fueron los muslos deshuesados. En la receta del juego me pedían 480 gramos, pero como compré 6 muslos, al final fueron casi 900. Ya tenía el resto de ingredientes en mi casa, a excepción del mirín (no sé como encontré una botellita de sake en una despensa de mi casa). Entre puesto y puesto logré encontrar el extraño ingrediente, pero estaba fuera de mi presupuesto pagar cuarenta soles si solo planeaba utilizar 100 ml.
Ya en mi casa, puse el Nintendo DS al lado de los demás utensilios de cocina y empecé con la preparación. El juego había ordenado el proceso en 25 pasos, cada uno con una explicación que era leída por una voz masculina. Además, contaba con imágenes y hasta con explicaciones más detalladas sobre algunos términos como “fuego medio”, que podíamos acceder con el stylus de la consola portátil. Un recetario 2.0.
Luego de seguir todos los pasos (aunque tuve que adaptar algunas cantidades e ingredientes) obtuve un plato que a primera vista se veía decente. Mis papás, quienes no estaban seguros de mi aventura culinaria, habían preparado otro plato por si el mío resultaba un desastre. Nos sentamos en la mesa y para sorpresa de todos, el pollo teriyaki estaba rico. Quizás me había excedido un poco en el sillao (aunque supongo que se debió a la falta de mirín, pero aparte de eso, estaba bueno.
Acá las fotos del proceso y de cómo quedó el plato al final.