Sacrifice, Pentagram y Nervosa en Lima: Reseña del demoledor Aia Paec Lima Fest 2016
Todavía con la resaca de buen y verdadero metal pasamos a comentar una noche extraordinaria más en nuestra ciudad, que si no fue redonda no se debió ni a las bandas ni a la organización sino a la desidia del público limeño que la verdad a veces no sabemos qué está esperando para apoyar activamente a nuestra escena.
La presencia del metal en nuestra sociedad es casi heroica. Lejos estamos no solo de las realidades europeas, con las que sería absurdo compararnos, sino incluso con espacios como el chileno e incluso el ecuatoriano, finalmente afines a nosotros por muchas razones de índole cultural. Alguna vez alguien dijo que la cultura en el Perú es una cultura sobreviviente, al filo de la navaja, pero que sin embargo existe. Así es lo que pasa con la cultura del heavy metal peruano. Existe, sobrevive, es heroica pues pese a su escasa convocatoria de público se graban demos, se lanzan discos (y hasta en sellos europeos), se atreven dos o tres disqueras nacionales a existir, se editan fanzines, se hacen conciertos y hasta se proyectan festivales internacionales con una buena organización.
El sábado 14 de mayo vimos la realización de la primera (y esperamos no la última) edición del Aia Paec Lima Fest. Y bajo la presencia tutelar de esta antiguo espíritu se presentó un nutrido cartel de bandas peruanas de actualidad y alguna clásica, y sobre todo un trío de agrupaciones de relevancia internacional, una de ellas clásico indiscutible del thrash metal. Efectivamente, las bandas peruanas fueron Dios Hastío, Bestial Possession, The Fallen Symmetry, Desarme, Blizzard Hunter, Mauser, Cobra y Anal Vomit. Los extranjeros eran Nervosa, de Brasil, Pentagram Chile y Sacrifice, de Canadá. Para el que sabe de metal se trata de un excelente cartel para un festival que cabría calificar de mediano, algo que en nuestra realidad representa un notable esfuerzo.
Nervosa, si bien es cierto es una banda thrash de reciente data con un solo disco en su haber, es a la vez una de las agrupaciones de mejor crítica en Brasil en los últimos años y han girado ya por toda América Latina. Pentagram es una agrupación que fue muy underground pero que ahora ya es mucho más conocida merced a su álbum The Malefice del 2014 y es ampliamente respetada por su primigenia contribución a la formación del sonido extremo sudamericano, ese que tiene otro de sus notables representantes en nuestros compatriotas de Mortem o en los brasileños Holocausto, Chakal y Sarcófago y que alcanzaría su apogeo en Sepultura (antes del derrumbe de esta leyenda en la anodinia actual en la que se debate). Finalmente la estrella eran Sacrifice, el grupo que configuró lo que nosotros conocemos como thrash metal al lado de Slayer, Destruction o Exodus en los años 80. Una banda que hizo de cada uno de sus discos un clásico incontestable.
Entre los peruanos estuvieron grupos jóvenes y prometedores como Blizzard Hunter y The Fallen Symetry, y consagrados como Anal Vomit (último ganador del Generarock a mejor banda de metal nacional) y Desarme, la banda hardcore más exitosa y tenaz de nuestra historia; así como también Cobra, el grupo de heavy metal tradicional más exitoso que hemos producido. Nada desdeñable todo esto.
El show comenzó temprano con muy escasa demora y Headbangers se perdió (sentimiento culposo) a Dios Hastío y a Bestial Possession y recién pudo estar presente a partir de la tercera banda, The Fallen Symetry, una agrupación cuyo metal es difícil de clasificar pues se mueve entre el power estilo europeo de los 90, pero también el speed metal más ochentero y el thrash, con algunos matices progresivos. Acá hemos optado por calificarlos como extreme heavy metal. Ellos ya llevan dos largos, Code Black (2012) y Renacer en la tormenta (2016, del cual hablaremos dentro de poco in extenso). La verdad no estamos familiarizados con sus temas así que específicamente no recordamos los títulos, pero estos resultaron muy efectivos en vivo pues sonaron contundentes y compactos. Cabe resaltar ante todo la calidad técnica del grupo que queda patente en la compleja ejecución así como en la variedad de los cambios que, hay que decirlo, son los clásicos del subgénero. Mostraron un buen dominio de escenario. Llamó especialmente la atención uno de los músi9cos que al mejor estilo de Thunderstick de Samsom, lució una capucha, en este caso, plateada. Lamentablemente la cantidad de personas que presenció su show era sumamente exigua (no creo que más de 20).
La siguiente agrupación fue un completo cambio de estilo, se trató de Desarme, la banda clásica del hardcore peruano que lleva años en la brega y que allá a comienzos de los 90 remeciera la escena con su demo ¿Por qué? del cual extrajeron sus clásicos más conspicuos que ejecutaron con la agresividad de siempre. Círculo Parlamentario, Visón Hostil y otros fueron coreados por el mismo puñado de entusiastas que para ese momento eran ya unas… 25 personas.
El show continuó ya caída la noche con Blizzard Hunter, una de las bandas que viene a apuntalar la nueva generación de grupos de heavy metal tradicional al lado de Cobra y Mandragora. Ellos ya han estado sonando bastante merced a su disco Heavy Metal to the Vein (El título les da una idea de la aproximación de esta banda). En el escenario se hace evidente la calidad virtuosa de sus dos guitarristas cuya trabajo ya habíamos vislumbrado cuando tocaron con Ripper Owens en el Heavy and Rock del año pasado en el mismo local. También la performance de su vocalista Sebastián Palma, un hombre realmente dotado para el canto heavy clásico, quien se mueve con un aire muy a lo David Lee Roth, (pensamos que en todo caso debería planear mejor sus movimientos en el escenario para que estos deslumbren pero sin exagerar). Además notamos como es fundamental para llegar al público la existencia de material grabado para la recepción del público, que para esas horas ya se había incrementado a más de un centenar. Varios de los concurrentes pudieron corear algunos estribillos gracias a que conocían los temas porque han accedido al disco. Fuera del show se nos comentó que la banda está pronta a lanzar un disco EP conceptual cuyos datos iremos revelando luego; este trabajo será previo a su segundo largo.
La banda que les siguió fue Mauser, una agrupación que ya lleva algunos años y tiene un disco homónimo en su haber. Ellos cultivan un metal más moderno, de tendencias más noventeras que recuerda mucho a una mezcla de thrash metal con metal alternativo. Al menos se siente mucho del Soundgarden de la época del Badmotorfinger. La reacción del público fue en general bastante fría, suponemos nosotros debido a que era la banda más disonante con el perfil clásico que imperaba en la noche. No es un problema de la calidad de la banda en sí, ni siquiera de los temas, que si bien no son muy originales, son técnicamente muy bien acabados. Se trata del espíritu congregado en esta ocasión, mucho más orotodoxo. Una audiencia que idolatra la vieja escuela y que es refractaria a buena parte de lo que pasó en los años 90. En fin. Máuser debe luchar por su lugar en nuestro espacio.
Siguiendo con el festival, llegó el turno de Cobra, con su estilo de heavy metal callejero, sucio y directo, además de ultraclásico. Un set compacto con temas de sus dos discos, Lethal Strike y To Hell. Nuevamente la existencia de material original y bien grabado hace maravillas para la difusión de una banda (como cabe esperar) y se puede decir que Cobra es una de los grupos de mayor convocatoria de nuestra actual escena. Tiene una base de fans cultivada y ganada. Harry el Sucio como de costumbre lució seguro y dominante en el escenario, escoltado por sus guitarristas Andrés Rhor y Nito Mejía. Sus temas ya son modernos clásicos de nuestra escena.
El concierto continuó con el primer acto extranjero, las brasileñas de Nervosa. Agrupación que practica un thrash metal old School y que ha sabido sacarle partido a su hasta ahora único disco, Victim of Yourself, el cual interpretó casi al completo, además de un par de adelantos de su próximo trabajo llamado Agony programado para mediados de este año. La vocalista Fernanda Lira estuvo genial desplazándose con su bajo a manera de arma de combate realizando los punteos thrashers con la vieja técnica. La rubicunda Prika Amaral estuvo más bien sólida en su puesta realizando los solos de guitarra clásicos. Todo sostenido con la percusión precisa de Pitchu Ferraz.
Dos cosas que deseamos destacar: la primera es que había un nutrido puñado de seguidores que al parecer fueron por Nervosa, jóvenes metaleros de ambos sexos que conocían las letras con precisión y las coreaban con notable entusiasmo, algo que a nosotros como viejos headbangers nos llena de entusiasmo porque significa continuidad. La otra no es tan halagüeña, resulta que las chicas de Nervosa lucen atractivas, máxime en una escena dominada por varones en una cultura aun ampliamente sexista y suponemos que esto llevó a gritos de parte de algunos de la audiencia con alusiones sexuales fuera de lugar que parecen olvidar que el mérito de estas chicas no son sus traseros sino su fe en el metal y su capacidad para ejecutar buen thrash. Si vamos a reaccionar como una panda de reggaetoneros bien poco favor nos hacemos a nosotros y al metal. Una banda debe ser admirada esencialmente por su música no por cómo se ven y eso tiene que ver con ambos sexos.
Luego continuó el show la ya veterana banda extrema de Anal Vomit otro de los referentes del metal local. Su trayectoria ya se remonta a los primeros 90 y su propuesta dura y sin concesiones les ha valido ganarse un nombre no solo en el país sino en el ámbito de toda América Latina extrema. Interpretaron temas de sus varias producciones entre las que destacaron las de su último y muy reconocido disco, que le valiera ser reconocido como la mejor banda de metal peruano del 2015, el Peste Negra, Muerte Negra. Para este momento la cantidad de personas se había incrementado notablemente con respecto de las horas de la tarde.
El show ya llegaba a su parte culminante y rondábamos ya las 11 de la noche. La audiencia era relativamente escasa y ya era obvio que no vendría nadie más. Sin embargo la presencia de viejos guerreros como José Okamura, Hugo Santan y Raúl Necro entro otros legendarios le daba al evento el toque necesario para inscribirse en la ortodoxia. Todo quedaba listo para Pentagram, la verdadera leyenda del metal chileno. Los liderados por Anton Reisenegger labraron su nombre con un puñado de demos y solo un EP de dos temas allá en los años 80. Su impacto no solo alcanzó Chile y Sudamérica sino que a menuda son citados como influencia para grupos como Nihilist, y por ende de Entombed y Unleashed, además de muchísimas bandas de la época del cambio de los 80 a los 90, justo en el ascenso del metal extremo. Anton es un amigo temprano de Max Cavalera en cuya se hospedó en su adolescencia. En fin es todo un icono del metal, una banda de culto. Así que la expectativa por verlos, por segunda vez en el país, era muy grande, quizás para algunos más que por Sacrifice.
La presentación comenzó con uno de sus más grandes clásicos, Spell of the Pentagram que produjo de entrada un paroxismo en la audiencia. Continuó con un tema de su único y reciente larga duración de gran factura The Malefice, el corte Horror Vacui. Luego se siguió con Temple of Perdition, otro de sus clásicos de culto y que dedicaron a Alfredo “gato” Cuevas, original bajista de la banda (se suicidó en 1990, dos años después de la primera disolución de la banda). Mientras Anton hablaba entre tema y tema sobre la época de los demos en los 80. Su presentación continuó con Ritual Human Sacrifice de su más reciente explit con Unaussprechlichen Kulten. El excelente The Fiura, un tema dedicado a una criatura femenina del folklore chileno que obliga a fornicar con ella para luego romper los huesos de su víctima (así lo presentó), fue otro de los momentos extremos del show. Demented y The Death of Satan siguieron con la descarga mientras los chilenos inconmovibles proferían todo su death/thrash lleno de violencia, blasfemia y convicción. La recta final estuvo signada por Fatal Prediction, Profaner y Demoniac Possession. Un presentación demoledora, creemos que se llevaron el mejor momento del festival, incluso por la hora.
Media hora después, ya pasadas las 12, subió al escenario los cabezas de cartel, Sacrifice leyendas vivientes en la historia del thrash mundial al lado de Slayer, Exodus y Destruction y de la misma generación de grupos emblemáticos del Canadá como Exciter, Voivod o Razor. Efectivamente la expectativa por ver la primera actuación de Sacrifice no solo en Perú, sino en Sudamérica era muy grande. Los encabezados por Urbinati comenzaron su ataque, al grito de ¡Lima es de puta madre!, con Forward to Termination de su homónima segunda placa de 1987. Luego darían paso a Terror Strikes tema que le sigue en aquel mismo álbum. Hiroshima, de su más reciente placa The Ones I Condemm del 2009, fue el tercero. En este punto Urbinati comenzó a agradecer a la genta por su presencia y afirmar sentirse muy orgullosos de estar en Perú por primera vez. Cyanide fue un retorno al segundo disco para luego saltar a uno de sus mejores trabajos, el Soldiers of Misfortune, el tema del mismo nombre. El Toment in fire tenía que aparecer y lo hizo con Exorcism y Homicidal Breath, temas que arrasaron con los restos de cordura de la audiencia. Pyrokinesis y Flames of Armagedon convirtieron al FOT en el disco más ejecutado de la noche. The Great Wall fue otro viaje a su disco más reciente, trabajo excelente por cierto, para retornar al Torment con Burned at the Stake que abría el lado B de aquella memorable placa. Luego In Defiance del Soldiers, marcó el contrapunto. Ya en la recta final se interpretó el Turn in your Grave, su clásico más recordado (y versionado) y que pensábamos que lo dejaría para el cierre. La gente se lanzó una contra otra en una explosión de violencia thrasher. Afterlife pareció el final, pero a los pocos minutos la banda reapareció para cerrar con Re-animation del Forward. Los restos de la genta yacían regados por el suelo. Una noche impagable para los amantes del metal.
Ese fue el final de un excelente show de verdadero metal que colmó la expectativa de la audiencia con creces. A nivel de organización es necesario destacar la excelente coordinación a nivel de pruebas de sonido y atención a las bandas. El espacio escogido, el C.C. Festiva es perfecto para esta clase de eventos. Particularmente nos gustó esta tendencia, correcta por demás, de colocar dos baterías paralelas en el escenario en las que se van turnando las bandas en sus presentaciones lo que pone a todos en igualdad de condiciones ante el público, nada mejor para darle mayor consistencia a las bandas nacionales, quienes muchas veces no pueden salir a giras al extranjero para codearse con otras escenas y afiatarse más.
Esto último viene a cuento porque se apreció que la performance de las bandas locales y su sonido no anduvieron tan a la zaga de las bandas extranjeras, (algo que antes solía ser clamoroso). Ahora se vio en los grupos, sobre todo en los jóvenes, un domino y seguridad de escena compatible con el de las bandas extremas, parece que se está ganando en profesionalismo. Eso da gusto.
Además nos llamó la atención los numerosos puntos de venta alrededor del espacio central. Uno para los polos de la banda Sacrifice que lucía la portada del Torment in Fire (aunque a juzgar por el setlist debió ser más bien del Forward of Termination), otro punto para la venta de discos de los grupos que tocarían y de polos del evento, otro para la mercadería de un par de tiendas de metal, y finalmente las mesas en las que Blizzard Hunter y Nervosa vendieron sus trabajos y mercaderías respectivamente. También se vendió comida a precios accesible, incluso la cerveza estuvo a un precio razonable. Se notó un notable esfuerzo. Es más el show terminó a una hora sensata (alrededor de las 2 am, para un sábado no está mal).
Algo que nos alarma es que la convocatoria, sin llegar a ser una miseria de gente, estuvo muy a la baja para la calidad de las bandas presentadas. No tengo las sifras oficiales pero debe haber rondado entre las 400 y 600 personas. Qué pena por los que no fueron, se perdieron un gran espectáculo y las entradas, para todo lo que se ofreció no estuvieron caras. Felicitamos a la organización de Peru Metal Command pues se lucieron, espero que no pierdan las ganas de seguir trayendo bandas y hacerlas actuar al lado de lo más profesional que tenemos en nuestro país.
Sacrifice, registrado por los hermanos de Dargedik
Cobra
Nervosa
Pentagram Chile