El medio siglo de Maradona
“El fútbol es el deporte más lindo y sano que existe en el mundo. Eso que no le quepa la menor duda a nadie. Porque se equivoque uno no tiene que pagar el fútbol. Yo me equivoqué y pagué. La pelota no se mancha”. Con esta memorable frase, Diego Armando Maradona, quizá el mejor futbolista de la historia, cerraba su polémica carrera deportiva. Aquel muchacho que nació un 30 de octubre de 1960 en la humilde Villa Fiorito, conoció de cerca el infierno y la gloria humana. Huellas Digitales dedica estas líneas al siempre discutido ‘Pelusa’, quien jugó pocos pero memorables partidos contra la selección peruana.
Francisco Gregorio Cornejo fue quien percibió sus cualidades de crack y decidió llevarlo a las inferiores de Argentinos Juniors. ‘Pelusa’, así lo llamaban de pequeño, contaba con 9 años e integraba el equipo de ‘Los Cebollitas’, quienes se mantuvieron invictos en 136 partidos.
Luego de cuatro años se da su ansiado paso a la Novena División de Argentinos, donde se coronó campeón. Solo pasaron dos años y medio para que debutara en la profesional. ‘El Diego’, quien tenía solo 15 años de edad, daba así el primer paso en su exitosa carrera deportiva. Dato curioso: los hinchas del “Bicho” (como llaman a Argentinos Juniors) conservan hasta la fecha la camiseta con la que debutó ante Talleres de Córdoba. Está enmarcada en la tienda de souvenirs del equipo, ubicada en el barrio de La Paternal.
Primeros años: la gloria apresurada
En el torneo nacional de 1980, donde quedó subcampeón con Argentinos, Maradona tuvo la osadía de hacerle dos goles -incluido uno de tiro libre- al célebre arquero de Boca Juniors Hugo Orlando ‘El Loco’ Gatti. La mirada de los equipos grandes del fútbol argentino estaba puesta en él. A pesar de que la primera opción era firmar por el acaudalado River Plate, su deseo por vestir la camiseta del Boca Juniors pudo más. Firmó por la ‘xeneize’, aun a sabiendas de la precariedad económica por la que atravesaba el club. Dejó así Argentinos, equipo con el que jugó 166 partidos y anotó 116 goles.
Un nuevo romance había comenzado. Con la camiseta xeneize en el pecho, ganó el torneo nacional del ’81, inclusive se dio el lujo de batir las redes del clásico rival. En un clásico disputado en La Bombonera, Maradona marcó uno de los tres goles en la valla de Ubaldo ‘Pato’ Fillol. Por aquella época, era evidente que la calidad de su juego lo llevaría a Europa. Por ello, su pase al Barcelona de España llegó al año siguiente. Sin embargo, su estadía en el país europeo trajo consigo una adicción que arrastraría por muchos años. Según el propio Maradona, fue en Barcelona que empezó a consumir drogas.
El jugador argentino, aquel ídolo de toda una nación, tendría un último toque de brillantez antes de su ocaso. Bastaron solo algunos años para que el legado del ‘Rey’ Pelé temblara y las nuevas generaciones coronaran a su nuevo monarca. La rebelión empezó el 5 de julio de 1984, donde los primeros 80 mil adeptos se reunieron en el estadio ‘San Paolo’. El Napoli, un modesto equipo italiano, presentaba a Diego Armando Maradona, quien sería el máximo referente en la historia del club. El equipo italiano, siempre de la mano del talentoso 10, logró un honroso tercer lugar en la liga italiana de 1985.
La marca de Reyna y México ‘86
Ese mismo año se produce la historia que muchos evocan cuando se habla de los partidos entre Perú y Argentina. Nuestra selección necesitaba ganar para mantenerse en la pelea por clasificar al mundial de México ’86. Roberto Chale era el director técnico del once peruano, donde se encontraban figuras como Juan Carlos Oblitas, Franco Navarro y César Cueto. Ganamos en Lima 1-0 con gol del ‘ciego’ Oblitas.
Sin embargo, los gauchos -Maradona incluido- recuerdan otro nombre. “Fue la marca más sucia que sufrí en mi vida, pero el árbitro no cobraba nada”, mencionó Maradona en declaraciones para El Comercio, luego del partido. Se refería a la marca de Luis Reyna, quien lo hizo a pedido del técnico nacional.
Dos años después, cuando los dos equipos volvieron a enfrentarse por la Copa América, Maradona recordó al jugador peruano. “Jugando al fútbol yo me divierto y soy feliz. En cambio él (Reyna) no creo que lo sea, corriendo detrás de Maradona o cualquier otro jugador”, mencionó el ‘Pelusa’. México ’86 fue la cumbre de la carrera de Maradona, quien fue pieza fundamental para alcanzar el campeonato mundial, tras derrotar a Alemania por 3-2. Es también el mundial donde convierte dos de sus goles más memorables. Ambos en la valla de Inglaterra, rival político y militar de Argentina por aquella época.
El Comercio anota luego del partido ante los ingleses: “Maradona hizo el primer gol ayudado con el puño y engañando al árbitro. Fue un gol “de vivo”, una picardía (…) El segundo tanto fue una obra maestra, el golazo del mundial de México, un “milagro”, según el entrenador Bobby Robson del equipo perdedor”.
Los reconocimientos no se hicieron esperar. Además de otros premios, La FIFA otorgó al ‘Pelusa’ en el mundial mexicano el Balón de Oro. Luego de ese mundial la hinchada del Napoli lo esperaba con los brazos abiertos. Maradona no los defraudó, llevó al equipo italiano hacia su primer título en el Calcio en la temporada 1986/87 y el campeonato de la Copa UEFA del ‘89. Años dorados que acabarían por un resultado positivo por uso de cocaína en una prueba antidopaje tras un partido de la liga italiana en 1991.
La caída libre
Tras el lamentable suceso, el llamado ‘Pibe de oro’ perdió su larga batalla contra las drogas. El 26 de abril de ese año (1991) es detenido en Argentina por posesión de medio kilo de cocaína, una noticia que estremeció a los miles de hinchas del futbolista. Su debacle como jugador de fútbol profesional había comenzado. Tuvo un paso fugaz por el Sevilla de España, donde se retiró luego de jugar 29 partidos y anotar 7 goles por un altercado con el técnico del equipo Carlos Salvador Bilardo.
Regresó a Argentina y jugó por el Newell’s Old Boys tan solo cinco partidos de manera oficial. Una nueva oportunidad lo puso como titular de la albiceleste: el mundial de fútbol Estados Unidos ’94. Pero un nuevo caso de dopaje, esta vez por efedrina, lo dejó fuera de la competencia internacional.
A la fecha, la culpabilidad de Maradona por el uso de la sustancia sigue siendo tema de polémica. “Me cortaron las piernas”, fue la frase que utilizó el jugador al conocer el resultado de las pruebas antidopaje.
De esta forma, Diego Armando Maradona daba casi por cerrada su carrera como futbolista profesional. Unos años después jugó al lado de Nolberto Solano en su querido Boca Juniors, pero dejó el equipo tras otro caso de dopaje por cocaína.
Desde entonces, su vida personal estuvo llena de altibajos. A pesar de todos los problemas y las recaídas, que casi lo llevaron a la muerte, se recuperó y llegó al mando de la selección de fútbol de su país. Aquel muchacho de Villa Fiorito que soñaba con jugar en primera y ganar un mundial, como declaró en una de sus primeras apariciones en la televisión argentina, cumple 50 años.
Aunque él se sienta mucho más viejo, como dijo hace diez años: “Hasta ahora he vivido cuarenta años, pero que valen por setenta. Realmente me sucedió de todo. De un golpe salí de Fiorito y fui a parar a la cima del universo y allí me las tuve que arreglar yo solo”.
(Iván Gonzales Geldres)
Fotos: Archivo Histórico El Comercio/ Agencia AP