Halloween al estilo peruano
Dicen que el final del mes de octubre es noche de fiesta, de disfraces, golosinas, travesuras, noche de color y mucho misterio; algunos afirman que es noche de magia. Huellas Digitales les presenta datos históricos y la novedad: la ‘Crioween’, que mezcla a las brujas con los criollos peruanos, quienes también celebran su día.
La tradicional fiesta de Hallowen, también conocida como la ‘Noche de brujas’, es una celebración heredada de Irlanda. Cuenta la creencia que entre el último día de octubre y el primero de noviembre, justo en el cambio de estación, la civilización Celta organizaba una festividad en honor al tiempo de cosecha, llamada Samhain.
Durante esas noches, se estrechaba la separación entre el mundo de los vivos y el de los muertos, los cuales podían deambular libremente por la Tierra. La costumbre se fue trasladando y tergiversando con el tiempo por diversos lugares. En 1840 llega a Estados Unidos, nación que le añade nuevos toques a la festividad.
El nombre de ‘Halloween’ nace precisamente de la unión de las palabras en inglés All Hallow’s Eve’, que significa víspera de la Fiesta de todos los Santos, fecha establecida por los católicos y celebrada el 1 de noviembre.
Gracias a la magia del cine y de la televisión, las tradiciones de Halloween se hicieron internacionales. De esta manera, a finales de los años setenta, Latinoamérica, el Perú incluido, recibieron las influencias de esta festividad a través del écran y de la pantalla chica.
Producciones de serie B recrearon cuentos fantásticos sobre el tema. En ellas fueron sumando mitos y símbolos, que hoy por hoy son parte importante de las celebraciones de la última noche de octubre.
Culto a los espíritus (buenos y malos), a las brujas, a las calabazas, disfraces, pedidos inusuales ‘trick or treat’ a cambio de dulces o propinas y otros elementos tanto festivos como de terror fueron introducidos a la temática del Halloween y presentados en las más increíbles historias desarrolladas en estos filmes.
Nace el Crioween
Para no quedar relegados del significado y celebración de Halloween, el Perú y sobre todo Lima, adoptó estas influencias extranjeras y las fusionaron a nuestro peruanísimo estilo.
Así, desde finales de los años setenta, los principales centros comerciales organizan divertidas veladas, decorados de naranja y negro, para deleite de grandes y chicos. Además de los tradicionales recorridos por el vecindario que realizan los niños con sus coloridos disfraces y el grito al unísono del ‘jalowín, dulce o travesura’.
Pero en nuestro país las celebraciones del 31 de octubre son desde hace algunos años un verdadero dilema, pues esta fecha coincide también con el festejo de nuestra música bandera, la música criolla.
Dicha festividad fue establecida el 18 de octubre de 1944, por el presidente Manuel Prado Ugarteche, quien mediante una resolución suprema declaró el 31 de octubre de cada año como el “Día de la Canción Criolla”.
Desde entonces, los seguidores de ambas celebraciones se han visto enfrentados. No es raro escuchar por estas fechas comentarios como si se es más peruano por elegir entre una fiesta u otra, y la disputa se hacía más notoria a nivel generacional.
Sin embargo, la llegada del nuevo siglo y nuestro inigualable ingenio hicieron posible una tregua entre jóvenes y adultos, quienes decidieron unir ambos festejos en lo que hoy conocemos como el ‘Crioween’. Se trata de una fusión simpática que combina los disfraces con una buena jarana criolla y así todos contentos comparten los mejores detalles del Halloween y el criollismo.
(Rosa Hermoso Alvarado)
Fotos: Archivo El Comercio