Despidiendo al año que se va
Cuando se trata de decirle “good bye” al año que se va todo es celebración. Solo basta echar un vistazo a la publicidad que siempre se ofrece los últimos días de diciembre. Hoteles, restaurantes, discotecas, peñas y todo lugar que ofrezca un buen baile y una suculenta cena es bien recibido por los alegres peruanos que solo quieren celebrar hasta el amanecer. Huellas Digitales hace un repaso por algunos anuncios de antaño, tal vez usted escuchó historias y anédcotas o festejó en estos lugares.
En diciembre de 1841, la oferta de fiestas no era nada variada. Solo se puede ver una pequeña publicidad que anunciaba una función de teatro lírico para el sábado 1 de enero de 1842.
Con el paso de algunos años, los anuncios de grandes fiestas no aumentaron. Sin embargo, algo muy curioso se ofertaba el 31 de diciembre de 1912. El gran salón de patinaje “The Rink” anunciaba su sesión de patinaje para la víspera del año nuevo. Divertida forma de recibir el año 1913.
En 1949 las orquestas y la cena eran el “gancho” para atraer a los clientes ansiosos de diversión. El Country Club era uno de los más exclusivos, pero había para todos los gustos y bolsillos como “Gran baile social” en La Victoria, “Gran cena Danzant” del Rosedal o “tome su primer desayuno” en Embassy.
Gran baile y comida de gala ofrecía el Club Regatas Lima en diciembre de 1957. Mientras que el Grill Bolívar anunciaba la presentación de las mejores orquestas de Charles Rodríguez y Freddy Roland.
En diciembre de 1976, aparecían los anuncios de los criollos Óscar Avilés y Arturo ‘Zambo’ Cavero en Los Ugarte, Miraflores, para quienes preferían un fin de año más peruano. “Recibimos el 80 con mucha alegría”, decía el anuncio del Hotel Country Club. En tanto, el Restaurant Chifa Lung Fung ofrecía su “Gran Cena Danzant” de año nuevo. El Sheraton también presentaba su mejor carta y los criollos seguían presentándose con gran fuerza.
Para la despedida de 1987 El Sachún presentaba a la gran Eva Ayllón y el ‘Zambo’ Cavero. Cómo olvidar el Sky Room del Crillón, infaltable y el favorito de muchos por aquellos años.
Para la despedida de 1990 El Sheraton anunciaba la presentación de la sonera Celia Cruz. Al otro lado de la ciudad, La Isla del Paraíso presentaba a Johnny López como maestro de ceremonias. La salsa la ponía el restaurante – salsódromo “Soy calidad” y “La Palizada”, la infaltable música criolla.
Como no mencionar El Zalonazo, el favorito de la juventud noventera. Esta discoteca despedía el año 1994 con una botella de champagne, cotillón importado, corcho libre y aguadito a las 5 de la mañana, todo por 30 dólares.
Este breve repaso, evidencia que los tiempos han cambiado, ahora se ofrece hasta fiestas temáticas como “La fiesta del fuego” o “La del fin del mundo” que al final resultan siendo pura estafa. El verdadero sentido de dejar un año y recibir otro son los buenos deseos que uno quiera compartir con los amigos, los familiares o los más cercanos. Por ese motivo Huellas Digitales les desea un Feliz Año 2013 a todos ustedes, nuestros seguidores.
(María Fernández Arribasplata)
Fotos: Archivo Histórico El Comercio