¡Viven! El rescate que marcó la Navidad de 1972
La Navidad de 1972 fue distinta a las demás pues el 22 de diciembre de ese año se logró rescatar, luego de aproximadamente 70 días, a 16 personas de un accidente aéreo ocurrido en los Andes chilenos. A 4.500 metros de altura, los pasajeros sobrevivieron a la caída del avión y posteriormente a un alud que sepultó a parte del grupo. La prensa calificó este rescate como un “milagro navideño” y vaya que lo fue. Hoy se cumplen 40 años de este increíble rescate.
Eran las tres de la tarde del 13 de octubre de 1972 cuando se perdió cualquier tipo de comunicación con el piloto del avión uruguayo F- 47 Julio César Ferrada. El avión que pilotaba iba de la ciudad de Mendoza (Argentina) a Santiago de Chile y llevaba en total 40 pasajeros y 5 tripulantes, la mayoría de ellos era parte del equipo de rugby uruguayo “Old Christians” y sus familiares.
La fuerza aérea chilena inició la búsqueda del avión sin mucho éxito. No se tenían buenos antecedentes de accidentes en esa zona, pues dos aviones habían caído en lugares cercanos y nunca fueron hallados. El aeroplano había impactado con una montaña y se había precipitado a tierra, muriendo instantáneamente nueve personas. A continuación, un alud de nieve sepultó a otra parte del grupo.
En vísperas de Navidad, exactamente un 22 de diciembre, las esperanzas se estaban perdiendo ya que, se preguntaba la gente, ¿quién puede sobrevivir por 70 días en el frío de esas cumbres andinas? La respuesta la tenían dos jóvenes de 19 y 23 años de edad. Roberto Canessa Unta y Fernando Parrado Dolgay llegaron ese día a la comunidad cordillerana de “Los Maitenes”, con el cabello largo y las barbas crecidas y le demostraron al mundo entero que los milagros existen.
Los jóvenes lograron divisar a un herrero que, para su mala suerte, se encontraba en la otra orilla del río, ubicado frente a ellos. El ruido de las aguas no les permitió comunicarse. Canessa y Parrado llevaban consigo un papel y un lápiz labial. Escribieron una nota, la envolvieron en una piedra y se la hicieron llegar al herrero. La nota decía “Vengo de un avión que cayó en las montañas. Soy uruguayo, hace diez días que estamos caminando…” el herrero contestó en el mismo papel y de la misma forma “Va a venir un hombre a verlo” decía la respuesta.
Ese mismo día un hombre los recogió de aquel lugar y los llevó a la casa de un campesino llamado Fernando Cerda. Radio Portales se encargaba de dar a conocer al mundo que habían sobrevivientes de la tragedia del 13 de octubre. “Abrigamos siempre la esperanza de que nos salváramos”, dijo uno de ellos.
A la mañana siguiente, se inició el rescate de los sobrevivientes. Primero fueron rescatados los ocho que estaban en peor estado y, el día siguiente, el resto. Nadie lo podía creer, luego de 70 días, un grupo de jóvenes sobrevivió al frío, a la falta de alimentos y, lo más admirable de todo, a la desesperación que significaba estar atrapado entre el hielo y la nada. La prensa no tardó en denominar este hecho como “un milagro de navidad”
Los médicos encargados de revisar a los sobrevivientes quedaron sorprendidos del estado físico de estos y lo atribuyeron a su cualidad de deportistas. Sin embargo, se comenzó a especular sobre si habrían practicado la antropofagia (comer carne humana).
La policía chilena negó en todo momento esta hipótesis y afirmò que en los interrogatorios a los sobrevivientes, estos habían manifestado que se alimentaban con raíces que encontraban bajo la nieve. Por otro lado, los protagonistas de este sorprendente suceso se negaron a responder preguntas relacionadas a este tema.
Las víctimas mortales del accidente recibieron sagrada sepultura en el lugar donde fallecieron, esto porque las tareas de rescate hubiesen sido muy riesgosas. Los rescatados trajeron consigo gran parte de las pertenencias de los muertos y hasta lograron recolectar 80 dólares que fueron donados a una obra benéfica.
Muchas de las personas que sobrevivieron a este accidente prometieron no subir nunca más a un avión, pero las ansias por ver a sus familiares en Uruguay y su delicado estado de salud hizo que todos fueran convencidos de regresar a su país por vía aérea.
Hoy se cumplen 40 años de este hecho, se escribió un libro y se filmó una película inspirada en este accidente que hizo que la Pascua de 1972 fuera inolvidable.
(José Rojas Gutierrez)
Fotos: Agencias